1- “Perteneciente o relativo a la historia”, 2- “dicho de una persona o de una cosa: que ha tenido existencia real y comprobada” o 3- “digno de pasar a la historia” son tres de las cuatro acepciones que encontramos en la Real Academia Española cuando buscamos la definición del adjetivo “histórico/histórica”. Por tanto, no nos equivocamos al denominar como tal a la borrasca Filomena, y prueba de ello son los recuerdos que nos quedarán de este evento, entre los que están imágenes de satélite dignas de una película de ciencia ficción.
Mientras la nieve caía en amplias zonas de España, conocíamos el resultado de análisis que mostraban que el calentamiento global, y el consecuente cambio climático, continúa imparable. Esto es algo que puede chocar: ¿cómo es posible que tengamos nevadas históricas y una posterior ola de frío dejando valores extraordinariamente bajos si la atmósfera tiende a ser más cálida?
El sistema climático es complicado
El comportamiento del sistema climático es más complicado de lo que puede parecer a priori y el calentamiento global tiene implicaciones mucho más allá de “que vaya a hacer más calor”. Estamos introduciendo más energía en el sistema climático y éste empieza a comportarse de forma distinta a como lo hacía antes, tendiendo incluso a incrementar algunos eventos extremos.
Pero, claro, si el sistema climático tiende a calentarse, ¿no sería más fácil encontrar extremos cálidos que fríos? Pues efectivamente, esto es lo que ya se está observando. Los récords cálidos son más frecuentes que los fríos ¡y lo podríamos estar viendo ya en España! Entre 2010 y 2020 los récords de calor han sido 18 veces más frecuentes que los fríos.
Por tanto, este evento no contradice el cambio climático y, de hecho, nos demuestra que en un planeta más cálido también podemos hablar de nevadas copiosas si se dan las condiciones apropiadas. ¿Veremos entonces más “Filomenas” en el futuro? Antes de responder a esa pregunta, tenemos que entender qué ha causado esta situación.
Filomena y sus efectos sobre la ciudad de Toledo Isabel Infantes
¿Por qué se ha producido esta nevada histórica?
De forma muy sencilla, podríamos decir que se han juntado los ingredientes perfectos: una masa de aire fría que ha empezado a interaccionar con otra más cálida y húmeda en unas condiciones determinadas.
Las masas de aire frío no tienen por qué dejar nevadas, de hecho, no lo harán si no tienen humedad (no hay de donde sacar sustancia para generar copos de nieve). Era la situación que teníamos sobre La Península y Baleares hasta que llegó Filomena, más caliente y cargada de humedad. Esta borrasca tampoco hubiera tenido la capacidad por sí sola de generar las nevadas que vimos… pero se juntaron estos ingredientes (entre otros que no vamos a mencionar) y favorecieron el desenlace que ya conocemos.
Esta mezcla de factores ya se ha dado otras veces en el pasado pero, ¿podemos esperar más temporales como este en el futuro?
Filomena y sus efectos sobre la ciudad de Madrid GJN
¿Habrá más temporales como Filomena en el futuro?
La combinación de ingredientes para dejar nevadas importantes puede seguir dándose. El cambio climático no evita que tengamos olas de frío o que volvamos a ver temporales como el causado por la borrasca Filomena*… pero no podemos asegurar que vayamos a volver a ver (o no) algo parecido en unos años.
Es más, sí podemos asegurar que el cambio climático es real, que sigue con nosotros y que Filomena no lo contradice, pero no podemos afirmar tajantemente a día de hoy que esta impresionante nevada haya sido una consecuencia directa de él… ¡dentro de poco responderemos a esa pregunta! Como veis, esto es más complicado de lo que parece. A grandes rasgos sabemos lo que va a ocurrir, pero simplemente necesitamos tener estudios que nos verifiquen o desmientan detalles como este… ¡y ya os avisamos que desde Aquí la Tierra estaremos muy atentos para contároslo!
*Pequeña explicación por si tienes curiosidad de qué factores influyen:
Hemos dicho que las nevadas copiosas fueron el resultado de la interacción de una masa cálida y húmeda con otra fría. Una atmósfera más caliente es capaz de albergar más vapor de agua, por lo que las precipitaciones pueden ser más abundantes que si la temperatura fuera menor.
Veamos qué ocurre con la parte del frío: en los polos hay aire frío confinado que puede desparramarse y llegar a lugares donde se encuentra España causando episodios gélidos, olas de frío… (como curiosidad, cuando en una zona hay una entrada de aire frío, en otra hay una de aire cálido).
Algunos estudios apuntan a que el cambio climático puede favorecer estos desparrames, pero otros análisis no lo tienen tan claro…. Además, ¿qué pasa con esa interacción del frío con la masa caliente y húmeda? Sabemos que esta combinación es posible y se puede seguir dando, pero no podemos asegurar que vayamos a volver a ver algo parecido en unos años (o no). ¡Aún nos queda mucho por saber!