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La guía definitiva para que te gusten las acelgas

Recetas   Cocina Bestial!  
  • ¿Odias o amas las acelgas? Te proponemos más de 20 formas de cocinar las acelgas

  • Con recetas que gustarán hasta a los más pequeños

  • Les preguntamos a nuestros seguidores cómo preparan las acelgas: con fruta, rebozadas, con jamón o en tarta

ROSA MOLINERO TRIAS
12 min.

Creemos que no hay otro vegetal que provoque opiniones más radicales que las acelgas, porque las amas o las odias. De hecho, lo hemos comprobado en una encuesta nada seria en la que hemos preguntado a nuestros seguidores qué piensan de las acelgas. El pueblo ha hablado: el 65% de los encuestados aman las acelgas, mientras que el 35% restante las aborrece.

Al habla los haters

Para curar el mal, primero hay que conocer las causas. Y para ello teníamos que escuchar con atención cuáles son las principales quejas generadas por las acelgas.

Por lo que respecta a sabor, a Anna Mayer le saben a a agüilla, a Natalia le saben a agua estancada, a Anna Amat, a arcilla. En cuanto a textura, Romana o Carlos Recamán no pueden con ellas y, curiosamente, éste señala que la única forma de acabar con esa sensación desagradable que le producen es hirviéndolas mucho.

Acelgas baby Elias Morr/Unsplash

Todavía no sabemos si convenceremos a los casos perdidos como Bibi Tabeaio, que no puede comerlas nis camufladas, a Cristina Vicente, que les tiene un odio visceral; a Arrixaca, que intenta superarlo con la acelga roja, o a Marta Martínez, que las odia muy fuerte. O a los que tienen grandes traumas infantiles, como Berta Gómez, a quien le recuerdan al comedor de la escuela, a María José Herrero, que prefiere olvidar lo requetehervidas que se las servían en casa, o a Silvia Laboreo, que junto a sus hermanos pedía que una helada congelara las acelgas del huerto de su abuelo.

Tenemos algo más de esperanza para aquellos que ahora mismo, disfrutar lo que se dice disfrutarlas, pues no, pero las comen, aunque sea por obligación, “como quien toma una medicina o hace deporte”, dice Alfonso Salmerón, o "para sentirte bien y como un adulto funcional", según Anna Pacheco.

Acelgas multicolor Jo Sonn/Unsplash

Pero no haremos diferencias. Hemos preguntado a los acelguistas cómo las comen, por si todos los haters, que nos han regalado tan floridas opiniones cargadas de veneno contra las acelgas, pueden aprender alguna receta que logre cautivarles.

“Poquita fantasía y mucha gloria”: refrito de ajos y vinagre

Muchos han sido los que han contestado que tanto el ajo como el vinagre son parte indispensable de su mejor receta con acelgas. Nuestra colaboradora Inma Garrido, que de guisar y comer sabe un rato, nos contaba que ella las hace rehogadas con patatas y su correspondiente ajo y vinagre, o en la berza. Así también las come el fotógrafo y periodista Miguel Ángel Palomo, que contaba así su receta: “aprendí a quererlas con ellas muy tirantes, con ajos, patata y chorro de aceite y vinagre. Poquita fantasía y mucha gloria”.

Los fans del refrito de ajo y (casi) nada más también tienen sus fans: Diego, Isabel García, Inakius (quien le añade tocino y patata), Carles Cardona (que le pone un toque de guindilla) y José Manuel Rodellar, que las prefiere algo caldosas para triturarlas con el tenedor y que recuerda que “antes, cuando vivía mi padre, se bebía el caldo que sobraba, calentito, al grito de 'esto lo cura todo'”.

A lo hardcore

Tal vez las siguientes formas de degustar las acelgas no convencerán a los más quisquillosos. O tal vez sí. En fin: avisados quedan. Germán nos hace llegar una receta de acelgas ¡en ensalada! Comenta que le añade queso de cabra y una vinagreta de mostaza, salsa de soja, miel y aceite de oliva. Y Edgar nos deja ojipláticas con su forma de comerse las acelgas: “hervidas con patatas y con un ajo tierno crudo para ir mordiéndolo tal cual”.

Jamón, un mejorante universal

¿Es el jamón nuestro glutamato monosódico? Sí, porque a parte de contener de forma natural este potenciador del sabor (responsable del famoso umami), a la vista está que el jamón mejora cualquier plato. Lo sabe bien el usuario Nihil Cowboy, que contestaba en Twitter con una receta a caballo entre las anteriores, con protagonismo del jamón, en las que las acelgas se hierven con patata y sal y se les incorpora “un sofrito de almendras, jamón, ajo y, al final, pimentón y vinagre. Sirves las acelgas con patata, huevo duro en trozos, el sofrito (sin el aceite) y chorro de aceite crudo”.

Un precioso bodegón de acelgas Leigh Skomal/Unsplash

Este combo acelguero-jamonil, a la periodista Belén Remacha le sabe a puro hogar: “Es el plato que le pido a mi madre cuando me pregunta qué me apetece cuando voy a viajar a casa”, cuenta para horror de los haters de las acelgas. Así las hace su madre: “hervidas con patatas rehogadas con jamón, aceite y ajo ¡y sin más complicación! Yo también me las hago así ¡pero no me salen igual claro!".

Por su lado, Rogelio Enríquez empieza haciendo una breve oda a la acelga, diciendo que las ama “porque son una verdura con sabor propio en un mundo en el que las cosas ya apenas saben a nada”. Su receta, inspirada en una más laboriosa del cocinero Abraham García, es la siguiente: “guisarlas sobre un poco de cebolla, jamón ibérico, una pizca de pimentón, un chorrito de manzanilla y, apenas cubiertas de agua, ligar la salsa con un majado de pan frito y almendras. Perfumadlas con un pellizco de comino o alcaravea”.

En su variante británica, Béa Lujua explica que en su familia se comen con ajo, romero y panceta, que es jamón del norte por sus propiedades mejorantes, como todo el mundo sabe.

100% versátiles para todos los guisos

Tal vez no te habías parado a pensarlo o tal vez llevas años reflexionando sobre ello, pero la acelga es un vegetal la mar de versátil. Claro, si toda tu vida las has comido hervidas con patata, normal que pienses lo contrario. ¿Has pensado alguna vez en añadirlas a algún guiso? Por ejemplo, puedes hacer las muy almerienses acelgas esparragás, con garbanzos y alubias, tal y como nos dice esta usuaria de Instagram.

Varios tipos de acelgas Heather Barnes/Unsplash

Unas cuantas personas han comentado que la acelga es un ingrediente estupendo para añadir a los cocidos y potajes. El cocinero Pau Gascó, del restaurante Petit Pau, dice lo siguiente sobre nuestras queridas (u odiadas) acelgas: “me gustan de todas formas pero las adoro en platos caldosos como guisotes: con garbanzos, arroz con morcilla, olleta de cordero”. Piensan igual rbalsa, que las añade a cazuelas de pescado, y Enric Nicolau, que menciona un platazo de acelgas con garbanzos y bacalao, y Jordi Cantavella, que las prefiere con garbanzos y chorizo, “y si queda como una sopa, mejor”.

No se queda corta Àgueda Vitòria: “¡Soy fan de las acelgas! En guisos como la borreta con pescado seco le pongo más acelga que espinacas. Y en temporada, si hago lo que sea con espinacas (sofrito con ajos, en tortilla, como sea…), siempre le pongo una parte de acelgas”.

Más acelgas, más recetas: tortilla, crema y curry de acelgas

Dicen que los portugueses tienen una receta con bacalao para cada día del año. ¿Tal vez existen tantas para las acelgas? Sea como sea, aquí van unas cuantas ideas más: con caracoles, como nos hace llegar Merche, en crema, como sugiere la fotógrafa Nani Nolla, o en tortilla con ajos tiernos, como le gusta a Juana Rubio, sobre todo si son acelgas silvestres porque “son más finas que las de huerto y parecidas a las espinacas tanto en el tallo como en la hoja”.

¿Odias o amas las acelgas? Pixabay

Con su comentario, la historiadora de la gastronomía Núria Bàguena nos deja claro que ella sí que sabe sacarles todo el partido: “una o dos veces por semana, en temporada, hervidas con patata, en quiche, a la crema y gratinadas, con legumbres y chorizo, en curry en plan korma de verduras, con bacalao. Siempre intento hacer una receta distinta, pero a veces repito. ¡Son tan buenas! Esta noche las comeré y ayer las comí con macarrones al pesto”.

En tarta o empanada

Selva cuenta que ama las acelgas “porque eran los espárragos de los pobres” y porque con ellas hace la tarta pascualina. Tom Cano, de Torta Colectivo, que confiesa que las odia "cuando están como mocos verdes, con trozos de jamón y ajo", las ama en la empanada berciana o salteadas con gochugaru, el chile picante coreano. Por su lado, Bea las come en pastel de papa.

Con fruta

¿Quién iba a decir que las acelgas casan bien con las frutas? Pues sí. La naranja es la protagonista de la receta del historiador gallego y periodista gastronómico Jorge Guitián: pencas salteadas con migas y naranja.

Acelgas rojas en el huerto Markus Spiske/Unsplash

La escritora María Sánchez, veterinaria de campo, poeta y narradora, autora de Almáciga (2020), Tierra de mujeres (2019) y Cuaderno de Campo (2017), nos cuenta una sorprendente receta de acelgas con pera: “Necesitáis: acelgas, pera, puerro, aceite de oliva, pimienta negra, sal y salsa de soja si queréis. Cortas en tiras las acelgas y dejas que se cuezan en una cazuela cubiertas de agua. Cortas la zanahoria en bastones y en dados la pera y el puerro en láminas. Salteas zanahoria y puerro en una sartén y cuando pasen unos minutos echas la pera. Escurres las acelgas, y a la sartén. Aquí puedes echar pimienta y salsa de soja. Salteas 5 minutos y ¡al plato!”.

Con piñones o almendras

Para creativa, la receta de la lasaña de acelgas de Gipsy Chef, que seguro que ya has visto aquí, así que te contamos otra: Anna Pérez, al mando de BESTIAL!, cuenta que encontró su manera favorita de comerlas gracias al cocinero israelí Yotam Ottolenghi, también favorita de Atair Trindade.

“Esta receta me hizo redescubrir las acelgas”, cuenta Anna sobre el poder de esta manera de cocinarlas. La clave: una salsa a base de tahina, yogur y ajo, que acompaña a unas acelgas hervidas y posteriormente salteadas con piñones dorados en mantequilla y bañados en un poco de vino blanco que perfuma todo el conjunto.

¿Matas de acelgas o matas por unas acelgas?

Los piñones también forman parte de una forma muy murciana de preparar las acelgas, según nos cuenta María: “En una sartén honda fríes unos ajos, yo prefiero tiernos, y también tuestas unos piñones y, si tienes, una ñora. Los apartas y con ese aceite (si te ha quedado mucho quitas un poco) salteas las acelgas cortadas en pequeño. Luego les das una vuelta todo junto. ¡Y ya! ¡20 minutos máximo! Es una receta muy murciana, mi madre también les pone una sardina en salazón para acompañar”.

La periodista Mar Calpena, por su lado, comenta que le encantan en quiche, con una capa de almendra laminada por encima.

Con arroz

Jaume Aubanell, apasionado gastrónomo y cabeza pensante de Arqueonet, donde se divulga la historia de la gastronomía, afirma que en su casa son devotos de la receta de arroz meloso con acelgas de Mikel Iturriaga, inspirado en el arròs amb bledes valenciano, en el que la carne de pimiento choricero y el vino blanco aromatizan este guiso delicioso.

¿Y qué me decís de un arroz con garrofón, nabicol, cardo y acelgas, como el que propone la usuaria de Twitter NY?

Internationally

Otra forma de comerlas, nos cuenta Alp Sen, es a la turca: como dolmas, intercanviando la hoja de parra encurtida por las hojas de acelga rellenas de arroz y carne picada o de arroz con hierbas y/o pimientos.

Rehogando unas acelgas Pixnio

Y desde Ecuador, Mélanie explica que añade las acelgas a una sopa llamada locro, con maíz, patatas y cualquier otra verdura disponible.

Anna recomienda hacerlas a la chilena: rehogadas con zanahoria y patata en un sofrito de cebolla con mantequilla, y hervidas en leche y caldo de ave.

¡Viva el rebozado!

Conozco a personas que podrían comerse un filete de corcho si estuviera rebozado. Y las entiendo. Porque, ¿qué no está bueno, rebozado? Las acelgas rebozadas pueden ser una buena iniciación para las personas que tan solo verlas ya están viendo qué piden para comer en el delivery de turno. “Las pencas rebozadas en tempura son lo más", comentaba Evitxu.

Acelgas de la variedad mangold cropper

Salma comenta que le pirra hacerse sanjacobos con las pencas, con queso manchego y jamón ibérico como relleno. Yasser usa una receta similar, sin queso pero también con jamón del bueno.

Minimalismo acelguista: acelga, patata y poco más

Desde BESTIAL! somos verdaderos partidarios de la cocina fácil, rápida y resultona siempre que sea sana y sabrosa. Por eso nos enamora que os gusten tanto las acelgas a la minimalista: hervidas con patata. “Sé que suena snob –empieza el sumiller Bruno Tannino– pero desde niño y a día de hoy, por encima de cualquier otro, mi plato preferido son unas acelgas de mucha penca hervidas, con patatas hervidas también; todo, aliñado con sal y aceite de oliva hirviente en el que crepiten 2 o 3 dientes de ajo”. Bruno, no eres un snob, te entendemos y queremos así como eres.

Platazo de acelgas frescas

Todavía más minimalistas son las de Àgata Albero, que describe su sabor como complejo, y que tan solo las viste con patata y un chorro de aceite. Y añade: “me evocan mi infancia y los días en Valencia comiendo uno de mis arroces favoritos: arròs amb bledes”. Maria Nicolau, cocinera de El Ferrer de Tall y colaboradora de Bestial!, dice que en su casa tienen gustos sencillos: mientras que a ella le encantan las hojas, a su hija le gustan las pencas, y ambas las comen “hervidas al punto, con garbanzos o patata, chorro de buen aceite y buena sal”. Así las comen muchas otros, como Àlex Solà, Raimvndvs, que les añade un poco de huevo duro, Emma Solans, que saltea las sobras con ajo, o el periodista gastronómico Òscar Gómez, que también las come así y cuenta que se libró de comer espinacas gracias a su tolerancia a las acelgas con patata.

Otra receta muy sencilla es la de Quique Ramos, editor de Noisey, que recomienda rehogarlas con cebolla, ajo y pimentón, que es como también las come Marta y Art, que las hace en olla exprés.

¿Lo hemos conseguido? ¿Te has convertido en acelguista? Cuéntanos en tus redes si has probado alguna de estas recetas con el hashtag #acelgasbestiales!

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