El coronavirus nos ha cambiado la vida a todos. La realidad es que cada vez nos cuesta más ser optimistas en nuestro día a día, pero ya lo decía el refrán: al mal tiempo, buena cara. María Castro tiene esta semana su reto más difícil y personal: tratar de reducir nuestra negatividad. Ella es positiva por naturaleza, pero estas últimas semanas ha estado observándose a sí misma para poder darnos los trucos que mejor le funcionan.
¿La clave?
Relativizar. "A priori no es fácil, pero con esfuerzo y actitud positiva se puede conseguir", asegura. María lo hace con una serie de lemas que se repite de manera constante. "El primero de todos, que me persigue desde que soy pequeña, es: podemos con todo. Una frase que me decía mi madre para dejarme claro que si me esforzaba, podía conseguir todo lo que me propusiera. Creo que no hay casting al que entre y no me esté repitiendo esa frase".
Otra de las frases que le ayudan es "no poner la tirita antes de la herida". Los problemas vienen solos, no hace falta ir a buscarlos. También es importarte no amargarse cuando no existe solución. Además, "es indispensable llamar a las cosas por su nombre. Si ponemos demasiado énfasis en el objetivo, utilizando verbos como necesitar cuando realmente no es necesario… Nos sentiremos frustrados si no conseguimos nuestra meta".
Consejos para sonreír más
1. Lo positivo para vencer la negatividad
"Cuando un pensamiento negativo me invade escribo en un papel dos columnas. En una de ellas escribo lo negativo, y en otra, lo positivo", apunta. No es sencillo, pero siempre encontraremos muchas razones para sonreír.
2. Respirar y visualizar que todo va a ir bien
Una estrategia que utiliza desde pequeña. La gimnasia rítmica le enseñó a visualizar los montajes perfectamente ejecutados antes de salir al tapiz. Visualizaba la solución y así salía a competir con calma. Buscar la solución a los problemas es el único camino para encontrar una vía de escape.
3. Aliarse con los animales
Los animales, a través de las caricias y los arrumacos, consiguen relajar nuestro estado de ánimo. Por algo se utilizan en terapia de manera exitosa. "Momo es y será mi refugio. Siempre está dispuesto a recibir caricias y a ofrecer lengüetazos".
4. Huir del bucle de los problemas a través del ocio
La única manera que ha encontrado de apartarse de los problemas es volcándose en su ocio: las manualidades y la cocina. Con lo segundo, además de cocinar, María arregla su estado de ánimo comiendo aquello que le gusta. Lo que se dice "un caprichito".
5. Compartir el problema con alguien que te quiera y te escuche
Los consejos que vienen del exterior siempre ayudan a tomar decisiones, nos hacen relativizar el disgusto. Además, esa persona puede darnos su punto de vista si ha pasado por lo mismo.
6. Busca un rincón de desahogo
"Este es un consejo que me dio una amiga psicóloga, una táctica que había utilizado en casa con su hijo. En este caso, eligieron el baño como rincón de desahogo. Cualquier problema iba al inodoro después de una conversación. Para que estos problemas desaparecieran, tiraban de la cisterna al finalizar… Y esa negatividad se iba por el desagüe".
Nunca es tarde para aprender y encontrarse mejor. María se despide con un último lema: "no dejes de sonreír a la vida".