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'Inés del alma mía'

El episodio más importante de la vida de Inés Suárez

  • El capítulo 5 de Inés del alma mía relata un punto pivotal en la historia temprana de Chile: la destrucción de Santiago

  • Inés Suárez, en una situación de vida o muerte, vistió de guerrera y ejecutó a varios caciques del pueblo mapuche

  • Este acto, el más violento de su vida, es el que escribió su nombre en la Historia: esto fue lo que sucedió

Noah Benalal | RTVE.es
6 min.

Cuando los artistas representan a Inés Suárez, aparece victoriosa cometiendo un acto de violencia. Media docena de cabezas cortadas descansan ensartadas en una pica o en sus manos, y su gesto es lo algunos llamarían "masculino", terco, guerrero. Nada en él evoca a la mujer que, en Inés del alma mía, vemos abogar por la clemencia, por el respeto a los pueblos indígenas. Y así es, al menos, como la representa parcialmente Isabel Allende en su novela: una mujer dura pero empática, cuidadora, enfermera, que aprendió la lengua de los mapuche y fomentó la convivencia dentro de en Santiago.

La escritora chilena recrea una confesión ficticia, escrita por Inés al final de sus días. En el libro, tras ser testigo de varias décadas de sangre y guerra, asume con comprensión su parte de culpa y comprende la resistencia del pueblo mapuche, cuyos fantasmas se le presentan en su lecho de muerte. Inés Suárez, la verdadera, acabó su vida como una anciana devota y, hasta cierto punto, pacifista: se dedicó a la siembra y la defensa de la educación, y a defender los intereses de todos los ciudadanos de Chile.

Pero lo que escribió su nombre en los libros de Historia fue asumir, durante un día, el mando militar de la ciudad, y asegurar la supervivencia de toda su colonia con una improvisada ejecución de guerra. En el capítulo 5 de Inés del alma mía, esta noche a las 22:10h, reviviremos lo sucedido en el asedio mapuche a la ciudad de Santiago: si prefieres descubrirlo viendo la serie, no sigas leyendo. Pero a continuación te contamos cómo sucedió y ha sido contado el episodio más importante de la vida de Inés Suárez.

Ilustración de Inés Suárez dando muerte a los caciques Desconocido

Cómo casi se destruyó Santiago

La destrucción de Santiago es el nombre que recibe lo acontecido el domingo 11 de septiembre de 1541 en la ciudad de Santiago de Nueva Extremadura, fundada por los miembros de la expedición de Pedro de Valdivia. Fue la primera etapa en la conquista de Chile, e Inés Suárez tuvo un papel muy importante en la construcción de la ciudad: trabajaba día y noche para cuidar, cultivar, organizar y gobernar junto a Valdivia, alimentando a los ciudadanos y cuidando las escasas cabezas de ganado que los españoles habrían logrado llevar hasta Chile.

La serie condensa y simplifica, con fines narrativos, los sucesos de la Guerra de Arauco que enfrentó a Valdivia con los mapuche. Pero el núcleo del episodio sucedió así: cuando el teniente gobernador abandonó la ciudad y se llevó a la mayor parte de su ejército, dejando sólo 32 jinetes, 18 arabuceros y unos 300 yanaconas en Santiago —además de, por su puesto, las mujeres—, los espías que había entre los indígenas alertaron de la partida de los hombres y cientos de guerreros mapuche atacaron la ciudad desprotegida.

"El joven Lautaro", guerrero mapuche, tríptico de Pedro Subercaseaux (1880¿1956)

Desde el imaginado punto de vista de Inés Suárez de Plasencia, Isabel Allende lo narra así en su novela: "Dos días más tarde, la noche del 11 de septiembre de 1541, fecha que nunca he olvidado, las huestes de Michimalonko y sus aliados atacaron Santiago."

"Rodrigo de Quiroga dio la señal de alarma y en menos de veinte minutos los cincuenta soldados, que en esos días estaban siempre preparados, se juntaron en la plaza, cada uno con su armadura y yelmo puestos, las armas prontas. [Alonso de] Monroy organizó la caballería —teníamos solo treinta y dos caballos— y la dividió en dos destacamentos. Villagra y Quiroga quedaron a cargo de la defensa interna, mientras el capellán, las mujeres y yo debíamos abastecer a los defensores y curarlos".

Años después, al descubrir el Estudio Preliminar de la misma pintura, descubrieron que bajo los hábitos de un religioso quedaba representada Inés Suárez

La enfermera convertida en guerrera

Como decíamos antes, la función de Inés en en Santiago tenía que ver, en gran parte, con el abastecimiento de la nueva ciudad. Las cabezas de ganado eran escasas y los pastos jóvenes, y alimentarse en aquellos primeros días era un esfuerzo costoso que obligaba a no hacer ascos a nada: raíces, ratas e insectos eran arrojados a la sopa con la que se daba de comer a los soldados, mientras los animales lograban lentamente reproducirse y debían ser, para ello, protegidos y salvaguardados a todo coste.

Aunque no sucede así en la serie, donde lo que instiga a Inés es una mentira —Michimalonco le dice que han matado a Valdivia—, en el relato de Isabel Allende es la profanación de su querido ganado lo que llena a Inés Suárez de adrenalina: "Unos indios enfrentaban a Quiroga y Marmolejo, mientras que otros quemaban las siembras y mataban a mis animales domésticos. Eso fue lo que acabó de sacarme de quicio, había cuidado a cada uno de esos animales como a los hijos que nunca tuve. Como un rugido, que se me escapó de las entrañas, salí al encuentro de los indígenas".

Ilustraciones de 'La Araucana', de Alonso de Ercilla, cedidas para la edición de 'Inés del alma mía' de Isabel Allende

"A menudo he pensado en ese fatídico 11 de septiembre y he tratado de entender los sucesos, pero creo que nadie puede describir con exactitud cómo fueron, cada uno de los participantes tiene una versión diferente, según lo que le tocó vivir", escribe Allende, que se cuida de ofrecer una versión tajante de lo acontecido aquel día pero se atreve a reconstruir, en base a varias fuentes, cómo fue para Inés Suarez la defensa de Santiago. "Creo que llevaba el cabello erizado y que lanzaba espumarajos y maldiciones, como una arpía".

"Era densa la humareda, tremenda la confusión, ensordecedor el ruido. Estábamos trastornados, luchando por nuestras vidas, locos de sangre y violencia. No puedo recordar en detalle mis acciones de ese día, debo fiarme en lo que otros han contado. Recuerdo, eso sí, que en ningún momento tuve miedo porque la ira me ocupaba por completo".

Así sería, al sentir la impotencia de ver su cuidad arder, que la otrora pacífica Inés decidiría bajar a la mazmorra y ejecutar a los caciques que Valdivia mantenía presos.

Desconocido cropper

Y por eso lo que sucedió a continuación, que en el episodio nos pone los pelos de punta: Inés baja a buscar a los caciques indígenas (siete en la Historia, cuatro en la ficción) y propone decapitarlos y arrojar sus cabezas para asustar a las huestes de Michimalonco. Ante la conmoción de los propios verdugos, habría sido ella misma quien mataría al primero para dar ejemplo, o tal vez a todos ellos, y la amenaza funcionó: los guerreros huyeron y al suceso le siguió una paz relativa, llena de escasez, privaciones y hambre, que continuaría hasta 1543.

No obstante, así fue como Inés Suárez, empática y devota, más preocupada con la gestión de su ciudad que con la continuación de la conquista, quedó escrita en la Historia como una heroína de guerra.

Inés Suárez en la defensa de Santiago de Chile (José Mercedes Ortega, 1897)

La defensa de Santiago en el capítulo 5 de 'Inés del alma mía' RTVE

Inés del alma mía, esta noche a las 22:10h en La 1.

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