Televisión

PROYECTOR 2020

  • Emisión 19 de octubre de 2020

METRÓPOLIS
8 min.

Metrópolis recorre esta semana la última edición del festival de videoarte PROYECTOR que el pasado mes de septiembre afrontaba su edición más compleja hasta la fecha, en un contexto que supone grandes retos para la industria cultural.

Este año han presentado un amplio programa con casi un centenar de piezas de video, instalación o performance que reflexionan en torno a cuestiones políticas y sociales, y que, junto a talleres y encuentros profesionales, han ayudado a definir el escenario videoartístico actual.

Repartido en trece espacios de Madrid, PROYECTOR, bajo la dirección de Mario Gutiérrez Cru, apostó un año más por acercar el videoarte a diferentes públicos, tanto presencial como virtualmente, evidenciando la importancia del espacio físico y la interacción social en la actualidad.

Como en ediciones anteriores, no hay una línea temática única, sino diferentes propuestas temáticas bajo un comisariado específico cada una de ellas, y repartidas por las diferentes sedes. A lo largo del programa recorremos algunos de esos espacios:

¡ESTA ES UNA PLAZA!

Bajo el título A gusto de Turista, en este espacio cultural vecinal de Madrid, situado en la calle Doctor Fourquet número 24, se presentaron interesantes propuestas que plantean una reflexión en torno a la actividad del turismo y la del mundo organizado a gusto de consumidor y su dinero. Una reflexión pertinente en estos momentos de crisis global en los que es importante repensar los modelos de turismo de la actualidad para construir un futuro más sostenible.

Destacamos en este espacio la pieza THE IMPOSSIBLE FLOWERS (2019) del director estadounidense Jeff Zorrilla, una suerte de collage audiovisual que recupera voces, relatos e imágenes de un archivo común y cotidiano de viajes y vivencias; y DEAD END (2019), de Jacqueline Heeley y Philippe Faujas (Irlanda), un relato de encuentros y desencuentros construidos a partir de una sucesión de imágenes que reflexionan en torno a la memoria, el lugar y la pérdida.

CRUCE

El espacio Cruce, con ¡A Dios pongo por testigo…! como hilo conductor, acogía dos piezas que cuestionan los valores teológicos activos en la actualidad. De un lado, HABLANDO CON DIOS (2018), de Glenda León (Cuba), propone una reflexión en torno a la tecnología y la desacralización de los espacios religiosos a partir de una pieza en la que unos devotos aparecen aparentemente orando frente a sus teléfonos móviles, cuestionando si realmente la tecnología es un obstáculo o no hacia el crecimiento espiritual. Por su parte, Shir Handelsman (Israel) en RECITATIVE (2019), Shir Handelsman (Israel) presenta también una contraposición de imágenes y de conceptos: un cantante de ópera interpreta el “Deseo de redención de un Mártir”, cantata de J.S. Bach, desde una plataforma elevadora, un contrapunto entre la voz humana y los sonidos mecánicos de la maquinaria en constante movimiento. El texto cantado describe la ascensión de Cristo y expresa el deseo de llegar a ser uno solo con Dios.

EL INSTANTE FUNDACIÓN

La línea temática elegida por este espacio ha sido Naturalezas Desplazadas, donde se han aglutinado piezas que proponen una alteración de la naturaleza para encontrar vías alternativas a la realidad existente. METALLIC SHADOW IN THE DREAM – STEAM (2019), de Lois Patiño (España), desplaza el océano a un vaso de vidrio creando una ilusión óptica, un juego de luces y sombras como el que plantea el árbol en rotación de LA VIBRACIÓN DE LOS JUNCOS (2019), obra de Abelardo Gil-Fournier (España), que, como explica su creador, “parte de una cita de Tarkovski en la que habla de cómo el cine utiliza el movimiento del mundo para capturar, construir y esculpir la forma del tiempo, y la instalación lo que hace es invertir esa lógica”.

En este espacio también destacamos a Francisco Ruiz De Infante (España) presente con EL BOSQUE QUE SE MUEVE (ERRORES DE MEDIDA) (2020), una especie de cocina-laboratorio donde diversas narrativas metafóricas se entrecruzan creando un paisaje artificial, un espacio donde, nos explica Ruiz de Infante, “se juntan lo vivo y lo muerto, lo que está creciendo, lo que está muriendo… en una especie de vanitas contemporáneo”. Se completa su intervención con la performance en directo RECORDANDO EL PRIMER VUELO (en El Instante Fundación 12/09/2020).

SECUENCIA DE INÚTILES

En Secuencia de inútiles, y bajo el tema Semiótica de espacios inexistentes, encontramos trabajos que exploran la idea de los espacios simbólicos, como los generados en SOBREPOSTOS (2019), de Tânia Dinis (Portugal), a partir de la superposición de imágenes de archivo confluyendo lugares, historias y relatos en un mismo plano; o en LA VIA DIVINA (2018), de Ilaria di Carlo (Italia), una obra basada en la Divina Comedia de Dante que nos lleva de la mano de la protagonista a lo largo de su épico descenso en un laberinto interminable de escaleras recorriendo una suerte de paisaje introspectivo.

INSTITUT FRANÇAIS DE MADRID

Las piezas reunidas en L’Institut Français de Madrid bajo el título Entre los pliegues de las palabras exploran la construcción de la identidad a través del lenguaje.

Por un lado, Fran López (España) en RELATO (2020) construye una narración a partir de la ópera El holandés errante (Richard Wagner, 1841) y la película Pandora y el holandés errante (Albert Lewin, 1951). El resultado es “una reflexión sobre la importancia del relato y lo fácil que es manipularlos para alterar el curso de los acontecimientos y crear nuevas realidades”.

Por otra parte, encontramos ACUMULAR + ARTIFICIOS Y LEOPARDOS (performance realizada en L’Institut Français de Madrid 17/09/2020), la interesante confluencia de obras de Mar Garrido (videocreadora) y Mercedes Pedroche (bailarina y performer) que reflexiona sobre el eterno retorno y la existencia en un espacio-tiempo contenido donde la repetición y la resistencia física se entregan al devenir y a la posibilidad de transformación.

SALA EL ÁGUILA

Bajo el lema A vuelta con los relatos. Feminismo, feminismos y otras sumas en la Sala El Águila se reúnen piezas como UNA PELÍCULA DE DIOS (2018), de Núria Güell (España), un proyecto en el que la artista cuenta con ocho menores que habían estado inmersas en el contexto del abuso y la explotación sexual en México, a las que presenta frente a una serie de pinturas de temática religiosa pertenecientes, en su gran mayoría, al período colonial. Basándose en sus propias experiencias, las menores interpretaron las escenas reflejadas en los lienzos encontrando un reflejo de las relaciones desiguales de poder y violencia entre la mujer y el hombre, así como el origen de los roles y las identidades sexuales derivados de la construcción cultural del concepto de familia en nuestras sociedades patriarcales.

Por su parte, la película SWAMPS & PONDS (2018) de Helen Anna Flanagan (Inglaterra), se basa en los orígenes de una comunidad de campesinos conocidos como los Toxicophagi que desarrollaron resistencia al arsénico gracias a consumirlo regularmente. A través de la utilización de este veneno, este trabajo explora las implicaciones que las sustancias y fuerzas tóxicas “invisibles” suponen dentro de un entorno y aquellos que habitan en él.

SALA EQUIS

En la sala de cine EQUIS se proyectó una selección de vídeos de larga duración que plantean una reflexión en torno a las narraciones contemporáneas. Destacamos del colectivo BANDAPAN (Alberto Chinchón y Miguel Palancares, ESPAÑA) la pieza SUSANA Y LOS VIEJOS (2020), un trabajo donde realidad y leyenda se funden cuestionando los sistemas de dominación y su violencia represiva, que existen tanto en el ámbito institucional como individual. Además, encontramos a Fernando Baena (España), con MURIÓ LA VERDAD (2020), una obra performativa y simbólica inspirada en Los desastres de la guerra de Goya, que propone una reflexión sobre la situación social actual y los comportamientos humanos a lo largo del tiempo.

WHITE LAB

Terminamos nuestro recorrido por PROYECTOR 2020 con el espacio White Lab que presentó un conjunto de piezas en torno al tema La política del ser y estar que pone en evidencia realidades locales y problemáticas globales. Un ejemplo de ello es Eduardo Balanza (España) que en LA FRAGILIDAD DE HABITAR (2019) traza un viaje desde el aire para ver cómo determinadas comunidades de inmigrantes se han adaptado y han creado nuevos asentamientos al margen de la sociedad y el sistema, en zonas tradicionalmente vinculadas a la agricultura intensiva.

Terminamos con ENTERRAR LAS BANDERAS EN EL MAR (2019), de Miguel Braceli (Venezuela), una acción sobre y desde el territorio que se desarrolla en la zona de Antofagasta, lugar de conflictos fronterizos en la historia, cuyos bordes recientemente se han vuelto a tensar por las crecientes migraciones del continente sudamericano. Esta pieza “busca repensar las tensiones que habitan entre nacionalismo, patriotismo, militarismo y sus consecuencias directas sobre la xenofobia y otras formas de discriminación. Enterrar las banderas en el mar propone diluir dichas tensiones y sus implicaciones sociales desde la poética del gesto: mantener las banderas contenidas en un mismo plano, moviéndose al unísono; sumergidas, deslavadas; flameando juntas en el agua.”

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