Un porcentaje importante de la población tiene problemas para dormir. La falta de sueño puede afectar seriamente a nuestro funcionamiento diario.
En muchas ocasiones, se debe a un estilo de vida estresante que nos lleva a sacrificar horas del descanso nocturno. Dormir no es un lujo, es una necesidad vital y parte fundamental de la salud y el bienestar.
Los cambios de estación suelen afectar a la calidad del sueño debido a los cambios de luz natural de los días y de temperatura.
Con la llegada del otoño quedan ya muy atrás los días de sol y playa. Los días se van haciendo cada vez más cortos, anochece antes y la temperatura baja, Todos estos cambios afectan a nuestro organismo. Los cambios de estación tienen un impacto en nuestro estado físico y también pueden influir en nuestro estado de ánimo. No dormir correctamente puede agravarlo.
Dormir bien es un privilegio
Los adultos necesitan dormir entre siete y ocho horas. Necesitan dedicar suficiente tiempo al descanso para generar un sueño de calidad. Para ello, debemos crear un ambiente que nos introduzca en el relax. Debemos intentar desconectar de los problemas, alejarnos de los dispositivos electrónicos, cenar ligero, tomar una infusión, un baño, crear un ambiente relajado.
Hasta que no comenzamos a dormir mal no apreciamos la suerte que es dormir bien. Tener un sueño reparador nos ayuda a afrontar el día con lucidez y energía, podremos tener una buena salud física y emocional. Pero no sólo influye en la manera en la que nos sentimos, también del aprendizaje, ya que al dormir bien generamos recuerdos ya que se consolida el aprendizaje desarrollando la memoria a largo plazo.
También tiene un efecto de limpieza de nuestro organismo, ya que durante las horas de sueño se produce en nuestro cuerpo unos procesos metabólicos que eliminan toxinas del sistema nervioso, lo que nos permite recuperar y acumular energía para afrontar el desgaste que vamos a tener al día siguiente.
Establecer rutinas de sueño
Es importante establecer unas rutinas que le digan al cerebro que es el momento de irse a dormir, y para ello podemos crear una serie de rutinas que nos ayuden a dormir mejor y tener un sueño más fácil, pero también un sueño de mejor calidad y que nos levantemos por la mañana con esa agradable sensación de haber descansado muy bien.
Existen en el mercado multitud de productos realizados a partir de ingredientes naturales que ayudan a conciliar el sueño. La lavanda y el sándalo son grandes aliados.
Hay un 80% de la población que tiene problemas de sueño. Una parte de esa población se debe a alguna enfermedad que debe ser tratada por especialistas. Pero hay una parte de esta gente que lo que tiene es un problema puntual de estrés y sufre problemas de sueño que pueden mejorar fácilmente siguiendo unas pautas sencillas para ir a dormir.
Debemos darle tiempo al sueño e introducir en nuestra rutina diaria prácticas conscientes y relajantes antes de ir a dormir.
Tips para dormir mejor
- Importancia del ambiente en el que duermes. Acondiciona tu habitación de forma adecuada para poder dormir. No pongas la tele, minimiza los ruidos, ponte ropa cómoda y mantén la habitación en una temperatura confortable.
- Crea tu propio ritual de descanso. Hay personas a las que les funcionan unas cosas y a otras les sirven otras diferentes. Antes de ir a dormir son recomendables las actividades relajantes y que ayuden a desconectar del día. Leer un libro, darse una ducha o un relajante baño, tomar una bebida caliente son actividades que inducen a la relajación. Es importante meterse en la cama cuando hemos logrado que el cuerpo “baje de revoluciones”.
- Atención a las cenas. Lo que comamos antes de ir a dormir también va a tener un efecto en la calidad del sueño. Comidas copiosas hacen que el organismo tenga que trabajar de noche para digerir la comida, y por el contrario irse con hambre a la cama tampoco ayuda a descansar. Hay que cenar una cena ligera pero saciante y si puede ser 2 ó 3 horas antes de irnos a la cama.
- Fuera estimulantes. Para poder dormir correctamente hay que disminuir la actividad del sistema nervioso. Debemos evitar tomar después de media tarde café, té o bebidas energéticas.
- Evitar el uso de pantallas. La luz artificial que transmiten los móviles, tabletas y ordenadores pueden provocar problemas de sueño. Sobreexcitan el cerebro y hacen que sea más difícil relajarse. Evitar su uso es todo un ejercicio que gran parte de la población debe intentar poner en práctica para mejorar la calidad del sueño.