Las mascarillas se han convertido en un elemento fundamental en nuestro día a día. Hemos pasado a utilizarlas a diario y en todo tipo de situaciones. Protegen nuestra salud y la de los demás pero también pueden tener efectos adversos en nuestra piel si pasamos demasiadas horas con ellas puestas.
El ambiente de los espacios cerrados suele estar más seco y hacer que nuestra piel esté más sensible, por lo que es importante que estemos muy atentos al cuidado de la piel y a los productos que utilizamos para proteger la piel y evitar rojeces y aparición de granitos.
Reduce la cantidad de producto
Llevar la mascarilla significa cubrir la cara, pero también la piel , y sobretodo en verano debido a las altas temperaturas, necesita más espacio para respirar. Y es por ello que es aconsejable no aplicar muchas capas de productos diferentes, que podrían actuar de manera opuesta, creando un ambiente húmedo y, como resultado, causar piel sudorosa, poros ocluídos, espinillas, granos e irritación. Si no queremos prescindir de la base de maquillaje, es esencial recordar que sólo se deben utilizar productos impermeables y sin transferencia para evitar que se ensucie la mascarilla.
No hay que olvidar que la mascarilla no protege frente a los rayos del sol. Tras meses de confinamiento la piel está más delicada y es importante aplicar un buen protector solar para evitar quemaduras. Existen en el mercado multitud de productor que protegen y tienen una base de color, por lo que son una buena opción para evitar poner un maquillaje encima de la crema.
Utiliza maquillaje en polvo y resalta la mirada
Para conseguir un maquillaje delicado y eficaz, es aconsejable optar por el maquillaje en polvo y los productos minerales ya que son menos propensos a fundirse y transferirse del rostro a la mascarilla. Es momento de potenciar la zona de los ojos apostando por el corrector, las sombras de ojos, el delineador y la máscara de pestañas.
Muy importante no olvidarse de los labios
Aunque los labios queden ocultos por la mascarilla, es importante cuidarlos y para ello se requiere un exfoliante y un buen bálsamo labial.
Muchas mujeres han optado por dejar de lado los tonos intensos y fuertes y optar por colores naturales y tonalidades claras. Para utilizar debajo de la mascarilla es aconsejable elegir tonos mate.
Un truco para evitar que toda la mascarilla quede manchada es rellenar el labio con un perfilador de un tono similar al color que vamos a utilizar de barra de labios. Posteriormente repasarlo con la barra y retirar con un pañuelo de papel el exceso de producto. De esta forma, no sólo nos durará más tiempo los labios pintados, sino que no dejaremos restos en la mascarilla.
Reducir la sudoración y los brillos
Aquellos que sufren de hiperhidrosis, o sudoración en exceso, no lo tienen fácil con la mascarilla, sobre todo en verano y con la utilización en espacios cerrados. Para hacer frente a este problema es aconsejabletener siempre a mano toallitas absorbentes que eliminen el exceso de grasa, ya que son muy útiles para eliminar los brillos de la cara y reducir la sudoración.
Especial cuidado de la piel una vez que se retira la mascarilla
Es importante limpiar bien la piel con un limpiador suave y un tónico purificador por razones tanto higiénicas, como estéticas. Una vez que la piel se ha limpiado a fondo, es aconsejable aplicar una crema hidratante.