Antonio Sanders es el encargado de San Blas Warriors, un centro deportivo del barrio madrileño. Antonio estuvo en prisión por problemas de drogas, pero gracias al deporte logró reinsertarse. Ahora quiere ayudar a la gente que ha pasado por lo mismo que él.
Lo quiere hacer a través del deporte, y por eso abrió este centro en el que cuenta con alumnos que han sufrido bullying o mujeres agredidas sexualmente. En muchas ocasiones lo hace gratis porque algunos de sus clientes no pueden pagarle. En cambio, está haciendo un crowdfunding para no cerrar el local y poder seguir ayudando a la gente.
La historia de Antonio
Los golpes de la vida llevaron a Antonio por el peor de los caminos. Él mismo cuenta que con trece o catorce años era un pequeño delincuente en potencia. “Cuando fui creciendo eso también fue creciendo y eso me hizo pisar los patios, correccionales, cárcel. He vivido en la calle, he pasado frío, he pasado mucha necesidad, y he tenido problemas de adicciones”.
El deporte le ayudó a reinsertarse, y hace tres años decidió abrir su propio club deportivo en el barrio de San Blas. Lo hizo con la esperanza de sacar de la calle y ayudar a los que estaban pasando un mal momento.
Un crowdfounding para no cerrar el local
Antonio ha mostrado la necesidad de un centro como el suyo paseando por las calles del barrio. En cambio, se está viendo obligado a recaudar dinero para no echar el cierre. Su ayuda es desinteresada y está teniendo complicaciones para mantener a flote el club.