- 200 gr. de cerezas
- 150 gr. de harina
- 150 ml. de leche
- 120 ml. de nata
- 80 gr. de azúcar moreno
- 3 huevos
- 1 vaina de vainilla
- 1 cucharadita de impulsor
- Licor Kirsch
- Mantequilla y harina (encamisar)
| - Quitarles los huesos a las cerezas.
- Mezclar en un bol la harina con el azúcar, una cucharadita de impulsor, la crema de leche, la leche, el kirsch, las semillas de vainilla y 3 huevos enteros. Mezclar todo muy bien. Reservar la vaina de vainilla.
- Pintar un molde con mantequilla fundida y, después, enharinar para facilitar el desmoldado posterior.
- Verter la masa en el molde y añadir la mitad de las cerezas por encima. Hornear a 180º durante 40 minutos. Ir pinchando para comprobar que esté cocida. Poner media vaina de la vainilla a secar en el horno.
- Para las cerezas en almíbar, poner al fuego el agua con el kirsch, el azúcar moreno, la pimienta rosa y la otra media vaina de vainilla. Cuando hierva, incorporar las cerezas y dejar 6 minutos al fuego. Pasado este tiempo, retirar del fuego reservar en un tarro de cristal y dejar enfriar.
- Fundir el chocolate en un cazo. Una vez estén las cerezas en almíbar bien frías, irlas introduciendo en el chocolate con ayuda de un palillo hasta que se les pegue una capa uniforme. Dejar enfriar hasta que el chocolate solidifique.
- Triturar el azúcar glas con la otra mitad de la vaina de vainilla que se había secado en el horno en la picadora. Poner el azúcar en un colador fino y espolvorear por encima de la tarta. Terminar colocando las cerezas con chocolate sin el palillo por encima.
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