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La vida es color de rosa, o al menos puede parecerlo escuchando los temas de Pink Martini en Peralada un enclave idílico, el parque de un castillo de cuento. Las copas nos esperan al salir y el calor de la canícula remite con la madrugada. Las cigüeñas, desde sus nidos, acompañan a la orquesta. ¿qué más se puede pedir?.
Thomas Lauderdale tenía un proyecto político hace veinte años en su Oregón natal y presentó su candidatura para alcalde. Allí las campañas suelen ir acompañadas con una banda de música, y él organizó la suya. Tocaban temas en los que directa o indirectamente se hacía referencia a temas relacionados con la campaña. No ganaron. Nosotros sí. Salimos ganando cuando Lauderdale y los suyos decidieron seguir haciendo aquello que más les gustaba. Cuando llamaron a una amiga de la universidad llamada China Forbes para que pusiera voz a sus temas y cuando decidieron ponerse a componer. Porque aún hay quien se sorprende al saber que Pink Martini cuenta en su repertorio tanto con temas clásicos y nostálgicos (Cole Porter, Edith Piaff…) como con sus propias composiciones.
Aún hay quien abre los ojos con asombro cuando le dices que Sympathique, el tema que les catapultó internacionalmente a la fama, no es prestado: es suyo (aunque hoy sea el himno no oficial de los huelguistas franceses). Y es que Pink Martini son ya un clásico en sí mismos.
Storm Large se añadió a la banda en elaño 2011, cuando China Forbes se retiró temporalmente aquejada de una afección de las cuerdas vocales. Tuvo que aprender en pocos días un extenso repertorio de temas en varios idiomas: francés, español, italiano, incluso turco… además de los temas en inglés, claro. Aún así ha encajado a la perfección con la banda y actualmente las dos vocalistas se alternan o comparecen juntas en el escenario ofreciendo, comme d’habitude, algo de glamour, de exotismo, de clasicismo incluso… y una gran capacidad para empatizar, para hacer que el público se levante de su silla y baile. Un movimiento de cadera de “Tormenta” Large puede convencer al más hierático de los públicos. Pude comprobarlo en el concierto que ofrecieron en el festival del Castell de Peralada, la noche del pasado 12 de Agosto.
Mientras disfrutaba como un enano con los temas –nuevos y de siempre- de Pink Martini, me preguntaba si tienen el mismo éxito en Estados Unidos que entre nosotros. Ya saben, nadie es profeta en su tierra, y no pude evitar acordarme de Woody Allen, que en los últimos años parece más un director de cine europeo de arte y ensayo, dos cosas bastante desdeñadas por el americano común.
Aquí empezamos a conocerlos cuando algunos de sus temas empezaron a sonar en publicidad, y en la banda sonora de alguna película. Ahora acaban de grabar su octavo álbum. Ocho en casi veinte años no parece mucho, pero es que lo suyo, a pesar de todos sus discos de oro en Francia, Canadá, Grecia e incluso Turquía, son los escenarios. Verdad.
Festival Castell de Peralada, Girona
12 de Agosto