Para los meses de invierno os proponemos una serie de recetas elaboradas con productos propios de esta época del año, como la lechuga, alcachofa y espinacas (gran aportación energética, diuréticos y antioxidantes), frutos secos (contienen ácidos grasos omega 6 y 3) y cítricos (ricos en Vitamina C).
Expertos en gastronomía y nutrición recomiendan consumir alimentos de temporada porque han sido recogidos en su punto óptimo de maduración y así, su sabor, textura y olor son más ricos.
Los productos son más saludables si son recolectados de acuerdo a su calendario natural ya que conservan todos sus nutrientes. Además, son más económicos y respetuosos con el medio ambiente al evitarse la explotación exagerada de los recursos.
Primeros platos, sanos y verdes
Son muchas las hortalizas típicas del invierno, como grandes son los beneficios que aportan. Espinacas, alcachofas, lechugas y remolacha son perfectas para controlar el colesterol, la hipertensión, anemias y fortalecer los huesos gracias a su alto contenido en calcio o el magnesio.
Estas son las mejores recetas para el primer plato de nuestro menú de invierno:
- Potaje de judías blancas con espinacas
- Alcachofas a la marinera
- Ensaladas, con cualquier tipo de lechuga
- Coliflor y brécol con salsa de cebolla
Los frutos secos, el mejor complemento
Las nueces, castañas y avellanas son frutos propios de los meses más fríos del año y perfectos para reducir el colesterol y triglicéridos gracias a su contenido de ácidos grasos omega 3 y omega 6. Los frutos secos son el mejor complemento para algunos platos, ya sea en salsa o como acompañamiento.
- Rollos de ternera con salsa de castaña
- Cordero estofado con nueces y castañas
- Lomo relleno con nueces y manzana caramelizada
- Pollo al limón con pasta a la albahaca
Cítricos, frutas estrellas para el invierno
Las naranjas y limones (ricos en Vitamina C) son el mejor remedio contra el resfriado y buenísimos antioxidantes. Además, ayudan a quemar grasas y a prevenir la arteriosclerosis. Las peras y mandarinas también siguen presentes en invierno y ayudan al crecimiento óseo y la retención de líquidos.