Interpretado por José Sancho
El Cardenal Vicente Enrique y Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal de 1971 a 1981, fue un hombre clave en la transición española y en la conciliación de las dos españas en aquellos años.
Tarancón, el quinto mandamiento arranca la mañana del 20 de diciembre de 1973, horas después del asesinato de Carrero Blanco. Las calles de Madrid se llenan de pintadas con el nefasto eslogan de "Tarancón, al paredón" y un grupo de manifestantes de extrema derecha amenazan con matarle. La gente de su entorno trata de convencerle para que abandone Madrid y vaya a un lugar más seguro. Pero don Vicente, un hombre afable, seguro se sí mismo e incluso socarrón, no acepta la gravedad del momento (aunque no puede evitar que le venga a la memoria los días previos a la Guerra Civil).
Durante los años de posguerra se ganó la enemistad del gobierno franquista por su denuncias de las injusticias del régimen. Sin embargo, posteriormente, el Papa confió en él para personificar la nueva cara de la Iglesia surgida tras el Concilio Vaticano II y que era contraria a las acciones de Franco.
Diferentes estamentos no oficiales pedían una amnistía general en España. Tarancón se enfrentó a la dictadura desde todos los frentes aprovechando su excepcional posición y las directrices del concilio Vaticano II. Para sorpresa de todos, el cura rojo fue nombrado Consejero de Estado por Franco. Nadie entenderá nunca por qué.
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