En menos de un mes llegará a nuestros televisores la retransmisión más esperada del año. Las voces de San Ildefonso ya se preparan para entonar la cantinela que da el pistoletazo de salida a los turrones y polvorones. La Lotería de Navidad trae consigo ilusión y felicidad para aquellos afortunados, pero nada sería lo mismo sin las bolas que hacen posible que tu combinación numérica sea la elegida por el azar para bendecirte con un premio. Todos los jugadores del Sorteo Extraordinario desean ver su décimo asociado al Gordo, y para que esto ocurra, se han tenido que mezclar en el bombo esas bolas tan especiales, ansiadas e históricas.
Así son las protagonistas del sorteo
Las responsables de nuestra fortuna caben en la palma de una mano. Por un lado, están las 100.000 bolas correspondientes a todos los números que hay en el bombo grande y, por otro lado, tenemos las 1.807 bolas que llenan el bombo pequeño de los premios.
Ambas tienen el mismo tamaño, 18,8 milímetros, y pesan igual, tres gramos. Están fabricadas a mano con madera de boj, un pequeño árbol muy ramificado que apenas alcanza los 12 metros de altura. Es originario de Europa y del norte del continente africano, y la madera que se obtiene de él se utiliza en ornamentos de jardín o en utensilios de cocina por su textura y densidad. El boj es una buena opción para elaborar las bolas de la suerte porque proporciona la resistencia, dureza y calidad deseada, además de tener un grano fino que ofrece elegancia al acontecimiento en cuestión.
Una fabricación artesanal
Desde hace años, la empresa encargada de fabricar las bolas de la Lotería de Navidad es Maba online, que ya va por la tercera generación dedicada al oficio en cuestión. El proceso de creación de nuestras protagonistas sigue siendo artesanal, aunque ciertos aspectos han cambiado para mejorar el resultado. Resulta que, antiguamente, las bolas las tallaban a mano, pero esto alteraba su peso final, por lo que ahora se utiliza un método que no cambia esas características y que consiste en grabar los números y las letras en su superficie con láser.
La confección es sencilla. Primero se crea la esfera, luego se verifica que todas pesan los mismos gramos, y acto seguido se procede a la grabación con láser. Esta fabricación no es continua, es decir, las bolas del Gordo no se cambian todos los años, la última vez fue en 2004, pero sí que se van reponiendo conforme se van deteriorando por la propia fricción dentro del bombo en sí.
Conoce más detalles sobre el Sorteo Extraordinario con las cinco curiosidades históricas de la Lotería de Navidad.