José Antonio García, nacido en Navia de Suarna, en la montaña de Lugo y vecino de Pontevedra, había comprado dieciséis décimos de dos números del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad para repartir entre sus familiares como solía hacer por estas fechas.
El encargo lo hizo en la administración de Lotería de A Fonsagrada (Lugo) de donde es originaria su esposa. Los décimos fueron enviados a través de una empresa de mensajería a finales de noviembre.
Hasta aquí, todo normal, pero la historia empezó a complicarse cuando los décimos no llegaban a su destino.
Tras varias indagaciones José Antonio, policía jubilado, descubrió que el envío fue a parar a una vivienda próxima, el número 24, en lugar del 34 de la calle en donde vive en Pontevedra.
Cuando se lo fue a reclamar a su vecino, este le dijo que como "no sabía para quién era el sobre", lo había tirado "a la basura", según ha relatado con indignación José Antonio García, que ha presentado una denuncia para que el juzgado esclarezca la desaparición, aunque ya no espera recuperar los décimos ni los 320 euros que le han costado, y ha añadido que "que no, que no, que no lo puedo permitir, ni yo, ni nadie”, ha enfatizado.
La Administración desconoce la serie y la fracción
Se desconoce la serie y fracción de los décimos enviados a Pontevedra, porque en la administración de lotería de A Fonsagrada no han anotado esos datos imprescindibles para identificar con exactitud los décimos perdidos.
De esta forma, en opinión de la titular de la administración nº 1 de la localidad lucense, Otilia Díaz, "se complica una posible anulación o reclamación del premio en caso de que esos números resultasen agraciados".
Cada número tiene 170 series. Otilia escogió una y no la anotó porque no se imaginaba lo que sucedería después. Este año ha enviado Lotería para “Jaén, Ciudad Real, Barcelona y toda ha llegado a su destino”.
En realidad, un décimo es “un cheque al portador”, ha dicho el marido de la lotera fonsagradina, sorprendido por la repercusión del extravío. La justicia decidirá en un caso que, sin duda, se complicaría si los décimos resultan premiados.