El Gordo de la Lotería de Navidad, el 66.513, el premio más deseado del sorteo navideño y que ha caído íntegramente en Madrid, ha hecho su aparición estelar unos minutos antes del mediodía de este jueves. Y ha llegado de la mano de las mismas niñas de la suerte que ya lo repartieron el año pasado: Lorena Stefan y Nicol Valenzuela. Parece que se ha hecho de rogar porque estaba esperando a que ellas salieran.
"Es muy raro cantar dos veces el Gordo. Lo hemos soñado muchas veces, pero creíamos que este año no iba a ser", reconoce Lorena, de 13 años a la prensa. Todavía no puede creerse ni ella ni Nicol, de 11 años, que hayan vuelto a cantar el primer premio.
A los niños de San Ildefonso se les conoce como los 'niños de la suerte', y en verdad se puede considerar que Lorena y Nicol son las niñas de la buena fortuna porque en la tabla séptima que han cantado han repartido tres premios importantes. Pero ya antes, en la tercera tabla, también habían dado un quinto (22259).
El sorteo se ha hecho largo y pesado -y si no que se lo digan a algunos asistentes que daban alguna cabezadita que otra- porque los tres premios más grandes han salido pasadas más de dos horas del inicio. Luego en cuestión de cinco minutos, se ha resuelto gran parte del enigma.
A las 11.57 horas, Lorena y Nicol cantaban el Gordo. Solo dos minutos después daban uno de los quintos (70.264) y a las 12.02 horas, apenas cinco minutos después del Gordo, han dado el tercer premio (78748), el ultimo de los tres grandes que quedaba por salir.
Pero el Gordo no ha sido solo posible por estas repetidoras. Nerea Pareja y Daniel Rodríguez eran los encargados de mover los bombos y extraer las bolas del 66.513 y de los 4 millones de euros.
Padres orgullosos
Para Elisabeth Vásquez, madre de Nicol, la pareja formada por su hija y Lorena "es mágica", y es por eso, cuenta a los medios, que han dado dos veces el Gordo, algo que espera que los agraciados tengan en cuenta.
"Ella me dijo anoche que daría premios, y así ha sido. Espero que este año se acuerden de mi hija porque ha repartido muchos millones y tiene una pequeña discapacidad", relata muy emocionada Vásquez, que sueña con poder llevar a Nicol y a su hermano a Ecuador, país de donde procede y que no conocen los pequeños.
Parece que los astros se han alineado para que estas dos niñas de San Ildefonso volvieran a formar pareja otro año más. Según explica a RTVE.es el padre de Lorena, Daniel Stefan, no estaba previsto que su hija participara en este sorteo. Además, para la mayor de las dos niñas de la suerte, el sorteo de este año será ya el último.
"Es ya muy grande y no había sido seleccionada inicialmente. Los ensayos empezaron en octubre, pero hace tres semanas la llamaron para cantar junto a Nicol, porque no encontraban a nadie que encajara mejor con ella", recuerda el padre de la niña que ha cantado el número Gordo.
No solo Lorena y Nicol dan suerte porque Nerea Pareja, la benjamina de los 20 niños de San Ildefonso que participan este año, también ha contribuido, según su orgullosa madre. "Tiene 9 años y es la primera vez que viene al sorteo y ha traído mucha suerte", asegura casi sin poder contener las lágrimas María Jesús Martínez, madre de la pequeña Nerea.
Las amistades del sorteo
Lorena y Nicol no son las únicas que repiten en el sorteo. Por ilusión, por tradición o por superstición para atraer a la suerte, muchos vienen todos los años desde cualquier punto de España con la esperanza de que la diosa fortuna se acuerde de ellos.
Como es habitual, todos los que han acudido han tenido que hacer cola durante la noche o incluso desde el día anterior para conseguir sitio en el Teatro Real. Un año más, y ya van cinco con este, la primera de la cola ha sido Manoli Sevilla, de 79 años -según ella, aunque tal vez tenga alguno más porque también el año pasado decía tener 79-.
A Manoli le gusta venir con disfraces elaborados por ella misma o sus familiares. "Este año vengo de hada madrina para ver si tocando con mi varita los números me toca el Gordo", dice justo antes de entrar al salón. También este año la suerte ha vuelto a esquivarla.
Al igual que esta jubilada, muchos acuden con disfraces originales para atraer la suerte. Este año se han dado cita en el Teatro Real un papa Francisco, un Don Quijote, un camaleón, una chacha, dos abejas mayas, un legionario, un guardia civil, algunos árboles de Navidad y hasta varios Papás Noel, entre otros curiosos atuendos, aunque al final, ninguno ha cumplido la función que deseaban sus dueños.
Y a pesar de que al final ninguno de los asistentes ha conseguido llevarse a casa ningún premio, muchos volverán también al año que viene porque la Lotería de Navidad se ha convertido en una cita ineludible con los amigos que se han hecho durante el sorteo.
Es el caso de Enrique Vilches, Juan Antonio Cervera y Chuchi Ruíz, que proceden de diferentes puntos de la Península, se conocieron en un sorteo de hace más de 20 años y llevan desde entonces quedando para verse cada 22 de diciembre. Seguro que en 2017 repetirán.