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Turismo espacial, una revolución al alcance de pocos

  • Richard Branson, Jeff Bezos y Elon Musk crearon sus propias compañías aeroespaciales para viajar al espacio

  • Beatriz Varona, astrofísica:"Dentro de unos años será más común ir de vacaciones al espacio que a la playa"

Michelle Román (RNE)
6 min.

La era del turismo espacial ha comenzado. Los primeros viajeros han sido multimillonarios con la posibilidad de hacer historia. El primero en conseguirlo ha sido el empresario británico Richard Branson (71 años) que viajó a las puertas del espacio el pasado domingo. El siguiente Jeff Bezos (57 años), que este martes alcanzó los 106 km de altitud a bordo de su nave New Shepard, pilotada por ordenador. A estos dos nombres, se une el de Elon Musk (50 años), cuyo objetivo va más allá de nuestro planeta: “Fundar una ciudad en Marte que tenga un millón de habitantes en el año 2050”. Los tres han fundado sus propias compañías aeroespaciales: Virgin Galactic, Blue Origin y SpaceX, convirtiéndose en pioneros del turismo interestelar, un sector que esperan liderar para cuando sea un reclamo de masas en las próximas décadas.

Branson, a la cabeza

El empresario británico ha sido el primero en atravesar el cielo de los que forman parte de "la carrera espacial de los millonarios" como han llamado los medios estadounidenses a las iniciativas espaciales. "Ha sido mágico", confesó Branson desde la pista de aterrizaje de la base Spaceport America al finalizar su viaje el pasado domingo. El recorrido lo hizo a bordo del avión SS Unity de su compañía ‘Virgin Galactic’, firma que fundó en 2004 para realizar vuelos comerciales al espacio. Esta expedición de prueba duró una hora aproximadamente y los seis ocupantes de la nave alcanzaron la ingravidez por un periodo de cuatro minutos. "Estamos aquí para hacer el espacio muy accesible para todos e impactar en la nueva generación de soñadores", dijo Branson, cuya idea es trasladar el modelo actual de viajes aéreos al espacio con trayectos a altísima velocidad y transporte a hoteles en otros planetas.

Bezos, el siguiente

Jeff Bezos, fundador de Amazon y el hombre más rico del mundo según Forbes, se convirtió en el segundo viajero particular en cruzar el espacio a bordo de su propia nave, la New Shepard, este martes 20 de julio. A diferencia de Branson, la nave de Bezos no era un avión, sino un cohete cuyo nombre homenajea al que fuera primer astronauta americano (Alan Shepard, en 1961). La propuesta de trayectos interestelares de Blue Origin, la empresa aeroespacial de Jeff Bezos creada en el año 2000, consiste en enviar cohetes en vertical desde la superficie terrestre hasta la Estación Espacial Internacional, la luna o algún planeta. En este primer viaje el objetivo era superar la barrera de los 100km de altitud, atravesando de esta manera la línea imaginaria de Kármán, situada a 99,7 kilómetros de la Tierra y que es comúnmente aceptada como frontera entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior.

Manfredi, del Centro de Astrobiología, sobre el viaje espacial de Jeff Bezos: "Es un paso esencial. Supone acercar el espacio"

Este objetivo se cumplió con creces llegando a los 106 km. “Ver la Tierra desde el espacio te cambia y cambia tu relación con el planeta y con la humanidad", aseguró Bezos en una entrada de Instagram cuando anunció que iba a ser uno de los pasajeros en el primer viaje comercial de Blue Origin. Una vez en Tierra, se acordó de todos los clientes de Amazon: “Quiero agradecer a todos los empleados y clientes de Amazon porque habéis pagado todo esto. En serio, a cada cliente de Amazon y a cada empleado de Amazon, gracias desde el fondo de mi corazón”, dijo entre risas.

Elon Musk, en camino

El tercer multimillonario en la carrera por el turismo espacial es el consejero delegado de Tesla, Elon Musk, del que menos se ha hablado estos días, pero el que hasta la fecha ha tenido más éxito con su compañía SpaceX. Elon Musk tiene claro que la supervivencia de nuestra especie está condenada en la Tierra y tiene un plan para evitar la extinción de la humanidad: colonizar Marte. "La alternativa es convertirnos en una civilización que viaje por el espacio y en una especie que resida en varios planetas. Espero que convengan conmigo en que esta es la manera correcta de proceder", se dirigió Musk a la audiencia en una conferencia celebrada en México en 2016. Para el inventor sudafricano residente en Texas el futuro de nuestra especie pasa por migrar a otros planetas y ha expresado sus ganas de fundar una ciudad en Marte que tenga un millón de habitantes en 2050.

¿Qué dice la ciencia?

Las misiones espaciales de carácter científico, con astronautas formados y amparados por una agencia espacial como la NASA o la Agencia Espacial Europea (ESA), son diferentes a los viajes espaciales por ocio, aunque guardan algunas similitudes. Para Beatriz Varona, astrofísica del Observatorio Astronómico de Cantabria y aspirante al programa de astronautas de la ESA, los puntos clave de una expedición espacial van desde el objetivo y resultados, hasta el desarrollo tecnológico que implica; sin olvidar el tipo de tripulación que lleva a bordo. En lo que respecta al objetivo, para Beatriz las misiones científicas son el resultado y parte del recorrido del método científico. Primero se plantea una pregunta, se investiga al respecto, se elabora una hipótesis, se comprueba esa hipótesis con un experimento (que puede ser la propia misión espacial), se analizan los resultados, se llega a conclusiones y estas se comparten. En los viajes espaciales turísticos se busca traspasar la atmósfera terrestre y poder ver la Tierra desde el espacio. Los objetivos de este turismo podrían coincidir, a largo plazo, con los ya expuestos por Virgin Galactic, “llegar a hoteles en otros planetas”.

Un turista espacial sería la típica persona que observa una obra. El astronauta sería el obrero

Otro punto clave de una misión espacial es la tripulación. Beatriz lo sabe bien, aspira a ser astronauta de la ESA y las pruebas para conseguirlo no son pocas. En primer lugar, los astronautas que forman parte de una misión espacial son entrenados para esa misión en concreto. Las pruebas son de diferentes tipos y muchas de ellas llevan al límite tus condiciones físicas. Un “turista” espacial también necesita un entrenamiento previo, pero no es equiparable al que recibe un científico. El tiempo de exposición a la radiación no será el mismo por la propia naturaleza de estos viajes fugaces. Asimismo, las funciones que tendrán que desempeñar son diferentes. Según Beatriz, “un turista espacial sería la típica persona que observa una obra. El astronauta sería el obrero”. Según Varona, “todo apunta a que dentro de unos años será más común ir de vacaciones al espacio que a la playa”.

Todo apunta a que dentro de unos años será más común ir de vacaciones al espacio que a la playa

Para la astrofísica aún estamos lejos de poder llevar a humanos a otros planetas y garantizar su supervivencia. A día de hoy, solo podrían ser viajes de ida. Es por esto que la comunidad científica ve lejano el deseo de Elon Musk de colonizar Marte en el 2050. El desafío para llevarlo a cabo pasa por dominar el espacio-tiempo. No obstante, existe la posibilidad y solo la tecnología lo podría lograr.

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