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'Fuimos Canciones': errores y aciertos de la segunda adaptación audiovisual de los libros de Elísabet Benavent

  • La comedia está basada en la bilogía "Fuimos Canciones" y "Seremos Recuerdos"

  • María Valverde, Álex González, Elísabet Casanovas y Miriam Pérez-Cabrero, entre el reparto de la película

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Cualquier adaptación audiovisual basada en un libro de éxito supone un auténtico reto. No solo para su autor o su autora, sino también para el director que se pone frente a un proyecto que puede causar dos tipos de reacciones: auténtica sensación o una emoción cercana a la decepción. Ya vimos que si el producto funciona, puede traspasar fronteras tal y como hizo Normal People de una jovencísima Sally Rooney. Algo similar ocurrió con la segunda temporada de Valeria, de Elísabet Benavent: mientras que la primera temporada no logró convencer a los espectadores, la segunda tanda de episodios consiguió redimirse de unos errores que los fieles lectores de la escritora no perdonaron. Ahora, los seguidores de Benavent han -hemos- dado una oportunidad a su segunda adaptación audiovisual gracias a Fuimos Canciones. ¿Qué errores y aciertos han cometido en una de las películas más comentadas de Netflix?

El hype que causó el anuncio de su reparto ha sido uno de los puntos fuertes para que muchos lectores hayan querido ponerse frente a las casi dos horas de duración del film. María Valverde (Macarena), Álex González (Leo), Miriam Pérez-Cabrero (Pipa), Elísabet Casanovas (Adriana) y Susana Abaitua (Jimena) dan vida a unos personajes que quedan retratados con fidelidad, pero que no terminan de desarrollar por completo la personalidad que nos mostraron los libros. Tarea difícil teniendo en cuenta que la bilogía "Fuimos Canciones" y "Seremos Recuerdos" ha quedado reducida en una película que deja muchas tramas de lado y... se olvida de muchas otras.

Empoderamiento y valor de la amistad, entre las claves de la película

Quien se haya plantado frente a alguno de los libros de Elísabet Benavent sabrá a ciencia cierta que una de las claves de sus historias es, precisamente, la capacidad que tienen sus personajes femeninos de mostrarse fuertes ante las adversidades y reivindicar su papel en el mundo. Pero no en el mundo de otros, sino en el suyo propio. Porque cada una de ellas suele tener un conflicto moral marcado por la dificultad de salir de algún controvertido momento vital.

Es cierto que Fuimos Canciones corre con el hándicap de tener que comprimir un gran número de tramas en un metraje reducido. Ejemplo de ello es el idilio amoroso que Adriana, tras contar a la perfección las consecuencias que trajo consigo que su ex falleciese cuando no era más que un adolescente, comienza con un atractivo fisioterapeuta. Todo bien hasta que descubrimos que uno de los factores que marcan esa relación no aparece ni siquiera mencionado en la película: Samuel es bisexual, y este dato genera multitud de desavenencias entre ambos que ni siquiera tenemos la oportunidad de ver en la ficción. Sin embargo Elísabet Casanovas, a quien puedes ver en series de Playz como Drama y Merlí, termina de convencer gracias a la espontaneidad con la que desempeña su personaje.

Algo similar ocurre con la trama extramatrimonial que rodea al personaje de Jimena. Interpretada por Susana Abaitua, sufre un fuerte bajón dentro de su matrimonio y decide dar el paso de mantener un trío con una mujer. Un personaje con el que termina teniendo una aventura y que posteriormente se convierte en su pareja al descubrir que es de ella de quien está enamorada. El error de la película vuelve a ser el ritmo tan acelerado con el que cuentan una de las historias con más peso dentro de los personajes secundarios de la novela.

Al margen de estas diferencias respecto al libro, la amistad entre las tres queda fielmente retratada como uno de los pilares de la vida de cada una de ellas. Ahora bien, ¿qué hay del personaje de María Valverde?

Adiós al secreto mejor guardado de Macarena

Si has visto la película sin haberte leído ninguno de los libros en los que está basada, quizás esto que vengo a contarte te haya pasado totalmente desapercibido. Pero sus lectores sabrán que uno de los secretos mejor guardados de Macarena no aparece ni planteado en el film. Y es que al final de la primera entrega de la novela, la protagonista vuelve a casa de sus padres tras haber mantenido algún que otro acercamiento con Leo tras haber pasado años completamente distanciados. Y el objeto que encuentra da pie a explicaciones que echamos totalmente en falta en la adaptación audiovisual: Leo decidió cancelar su boda con Maca a escasos cuatro meses de su celebración. Y sí, ella aún guardaba el vestido de novia con el que aspiraba a casarse con un amor que llevaba intacto desde la adolescencia.

La aparición de Álex González también despertó mucho hype entre los seguidores de la ficción. Aunque muchos consideran que no ha logrado transmitir todo el trasfondo emocional que nos detalló la autora en la bilogía, lo cierto es que otros tantos han alabado el gran parecido físico con lo descrito en los libros. Sea como fuere, lo cierto es que, bajo mi punto de vista, hubiera sido acertado permitir que el actor desarrollase más escenas donde su evidente conexión con María Valverde saliera a la luz y lograra destacar en su papel.

Ruptura de la cuarta pared y final... ¿abierto?

Una de las novedades incorporadas en la ficción es la ruptura de la cuarta pared. Con pequeñas intervenciones realizadas directamente a cámara, María Valverde consigue traspasar ese factor que diferencia el cine del teatro. En alguna ocasión creo que es totalmente prescindible la repetición de este tipo de secuencias, aunque admito que permite recuperar cierto vínculo con un personaje que no siempre termina de convencer en su discurso.

Mención aparte merece la relación que Maca tiene con Pipa, su jefa déspota e influencer a la que da vida Miri Pérez-Cabrero. La que fuera concursante de MasterChef desempeña con maestría la frialdad con la que nos presentaron a su personaje en la novela. Pero de nuevo, multitud de tramas que rodean a su figura quedaron totalmente descartadas en la ficción. ¿Qué hay de su inesperado matrimonio con un tatuador en Las Vegas? ¿Y la relación postlaboral que mantiene con Macarena? Absolutamente nada.

Y llegamos al final. Un cierre que apuntaba maneras después de descubrir cómo Macarena lograba priorizarse a sí misma en aras de quererse y respetarse tal y como es. Sin embargo, son muchos los que han percibido un potente cambio que, aparentemente, no tiene razón de ser: la protagonista decide abandonar su trabajo precario junto a Pipa para ocupar un buen puesto en Milán, no en París como nos cuenta la película. Sin embargo, es la extraña escena final la que genera cierto desconcierto en muchos de los espectadores que desconocen la historia inicial. ¿Se queda Leo junto a Maca? La respuesta, aunque queda algo abierta en la ficción, es un rotundo sí. El epílogo de "Seremos Recuerdos" cuenta cómo un enigmático personaje aparece en la nueva vida italiana de la protagonista. Sensible, educado, maduro y completamente enamorado de ella son los datos que nos ofrecen sobre una figura que, en las últimas páginas del libro, llegamos a la conclusión de que es un renovado Leo.

Son muchos los que esperaban que el desenlace de la historia no fuera autoconclusivo y se pudiera prolongar en otra película. En ese caso, muchas de las tramas que se han quedado olvidadas -o han tenido que ser eliminadas por cuestiones de guion- podrían haber tenido cabida sin dejar de lado la esencia de todos y cada uno de los personajes. Es evidente que se trata de una adaptación y no de un retrato 100% real de los libros, pero sigue siendo una pena que una historia con tanto potencial quede resumida a unas cuantas escenas que no cambian la versión inicial, pero que tampoco profundizan lo necesario como para conseguir la empatía de quien se pone frente a ellas.

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