Que las redes sociales nos descubren nuevos contenidos no es ninguna novedad. Después de ver en varias ocasiones el nombre de El juego del calamar en mi TL, decidí investigar y conocer a fondo una de las series que más viralidad ha obtenido en las últimas semanas. Y es que sin quererlo, Netflix se ha hecho eco de una historia que no deja a nadie indiferente: ¿imaginas jugar a juegos de tu infancia con el fin de obtener una cifra millonaria de recompensa y... perder tu vida en el intento?
Lo primero que leí fue su sinopsis: "Varias personas en riesgo de exclusión y con serios problemas económicos reciben una misteriosa invitación para participar en un juego. 456 concursantes de toda clase y condición acaban encerrados en un lugar secreto donde deben competir en varios juegos para ganar 45.600 millones de wones. Se trata de juegos infantiles tradicionales coreanos (luz roja, luz verde, etc.), pero los perdedores mueren. ¿Quién se alzará con la victoria y cuál es el objetivo del juego?". Y boom, la curiosidad por saber cómo se desarrollaría una serie así hizo de las suyas y me planté frente al primer capítulo sin dudarlo.
Sin hacer ningún tipo de spoilers, solo te diremos que sí, detrás de este "inocente" juego se esconde una historia real, aunque para nada tan violenta como nos la pintan en la ficción. El juego del calamar, lejos de ser el simple título de un nuevo producto de Netflix, recoge la historia de un juego tradicional e infantil de Corea. Y es que precisamente, este tipo de diversiones que encandilaban a niños de todas las edades ha pasado a convertirse en una de las pruebas a vida o muerte a la que se enfrentan los jugadores de estos curiosos episodios.
Personas en busca de dinero a cualquier precio. Personas desesperadas por salir adelante. Personas que no tienen miedo de poner su vida en riesgo con tal de obtener una recompensa mayor: millones de wones en cuestión de segundos. Esa es la metáfora que su director, Hwang Dong-hyuk, ha querido evidenciar sacando adelante un proyecto que lleva escrito desde el año 2008.
Ahora bien, ¿se trata de un relato basado en una historia real? Pues para desgracia de los más morbosos, resulta que no. Si bien los juegos forman parte del imaginario colectivo, las consecuencias son solo fruto de una ardua tarea de construcción narrativa que ha cautivado a medio mundo. Además, la inspiración de su creador procede de cómics japoneses como Alice in Borderland, As the Gods Will o Battle Royale.
Juegos trasladados al extremo
Aunque muchos usuarios siguen lanzando hipótesis sobre la supuesta veracidad de los hechos que relata la serie, su director confiesa que son solo algunos de sus juegos favoritos de la infancia llevados al extremo. ¿El motivo? Querer transmitir un potente mensaje de denuncia hacia la sociedad coreana.
Según las pocas informaciones que están saliendo a raíz de su estreno, el contenido de El juego del calamar comenzó a gestarse en 2008, pero no fue hasta un año más tarde cuando Dong-hyuk terminó el guion. Al ser una historia violenta y a la que quizás no estábamos acostumbrados hasta hace unos años, tanto en Corea como en Japón cerraron las puertas a un proyecto que estuvo 10 años en el cajón.
Tras ver el primer episodio, el usuario percibe la realidad del juego: nadie está sujeto a participar por obligación, pero todos ellos son tentados con suculentas cantidades de dinero. Y... sorpresa: nadie renuncia a poner su vida en riesgo a cambio de un buen puñado de millones. Una posible referencia de realidad actual donde unos cuantos poderosos llegarían a manejar la economía mundial sin tener en cuenta el sufrimiento de las personas más necesitadas.
Lleva días en los primeros puestos de la plataforma, así que no es de extrañar que sean muchos los usuarios que hayan optado por mostrar su visible sorpresa al acabar la temporada. ¿Habrá segunda tanda de episodios? ¿Logrará el mismo éxito que el que están logrando los primeros nueve capítulos de la ficción?