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El "vídeo-faja" de Kim Kardashian que ha hecho estallar las redes

  • Esta ha sido la reacción de los usuarios al ver el vídeo que ha publicado Kim con una de sus fajas

  • ¿Lleva o no el filtro de licuar el vídeo?

  • ¿Se nos siguen vendiendo cánones de belleza imposibles de alcanzar?

Leticia Romero
3 min.

Todo empezó con las famosas fajas de Kim Kardashian. A raíz de un vídeo de promoción de las mismas, en el que aparece Kim con una de ellas puesta, y que un usuario subió a Tik Tok destacando un detalle en particular. “La mano de Kim se ve distorsionada”, señalaban algunos en los comentarios de la publicación. Una sospecha que parecía indicar que se había aplicado el filtro de licuado en la cadera. El debate en Tik Tok ya estaba servido: ¿estaba retocado o no el vídeo?

@alexkelly2014Who approved of this editing???#kardashian #photoshopfail #kim #skims #editingfail #kimk #kimkardashian #onceyouseeityoucantunseeit
♬ original sound - Alex Kelly

Mientras en Twitter…

Al hilo del dedo deformado de Kim, cuando todo parecía que se podía quedar en un simple comentario sobre los filtros que usan o no las famosas, el vídeo se compartió en Twitter y ahí estalló la verdadera polémica. Un usuario señaló que las Kardashian eran lo peor que le podía pasar a la actual generación por imponer unos cánones de belleza casi imposibles de cumplir. Otro le respondía: "Cómo se nota quién no vivió los 2000's." Ante esto, los y las fans de las Kardashian salieron en defensa de las hermanas diciendo que por lo menos en sus reality se las veía engordar, adelgazar, operarse, casi como algo natural… Y que eso era mejor que el modelo escuálido que se vendía en los 90.

La tendencia “Heroin Chic”

En los 90, después del boom de las súper modelos (Naomi Campbell, Claudia Schiffer, Cindy Crawford…), surgió una nueva corriente estética basada en el look enfermizo que te deja el consumo de heroína – ojeras, cuerpos esqueléticos y actitud desgarbada– que en seguida se contagió de la moda a la música y el cine, llegando hasta las calles. El máximo exponente de esta tendencia fue la modelo británica Kate Moss.

Este imperativo estético propio de la década de los 90 y los posteriores 2000 hizo mucho daño. La anorexia y la bulimia se volvieron trastornos mucho más frecuentes, en parte por culpa de este tipo de modelos insanos que se vendían como deseables. Muchas adolescentes tenían como objetivo convertirse en la próxima Kate Moss, y famosas como Nicole Richie, Paris Hilton o Lindsay Lohan seguían sus pasos hasta límites enfermizos.

Quizás después de esta “pandemia” de la delgadez extrema, la sociedad esté un poco más concienciada y alerta sobre este tipo de presiones sobre el cuerpo de las mujeres que afectan especialmente a la gente más joven. Por otra parte, también se ha reabierto el debate sobre por qué el mundo de la publicidad, el cine, la televisión y los medios en general, tienen que retocar las imágenes de las celebrities a veces sin su consentimiento. Sin ir más lejos, Kate Winslet denunciaba hace no mucho el retoque que le querían hacer a su tripa en una escena de sexo, cuando ella no lo había pedido. ¿Va a mostrar la industria alguna vez la realidad y los cuerpos naturales? Sobre todo sabiendo que ya no es solo una demanda de las famosas, sino también del público que ya está harto de que le impongan cuerpos irreales.

Lo que está claro es que antes se nos imponían unos cánones inalcanzables de belleza, y ahora, aunque los cánones son otros, siguen siendo inalcanzables. ¿Ha cambiado la forma, pero no el contenido? ¿Siguen soportando las mujeres una enorme presión sobre su físico? ¿Nos olvidamos de lo importante: la salud mental?

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