La última orden ejecutiva del presidente Trump ha ido dirigida contra las agencias de información. Si este viernes se cancelaban los contratos públicos de la Agencia Estadounidense para los Medios Globales (USAGM) con las principales agencias internacionales de noticias (The Associated Press, Reuters y France-Presse), este sábado el recorte ha llegado al principal medio de comunicación estatal: The Voice of America (VOA).
La directora de USAGM anunciaba la orden de la Casa Blanca, que forma parte de la estrategia de Reducción de la Burocracia Federal y advertía a los empleados de VOA que consultasen de inmediato su correo electrónico "para obtener más información". En la bandeja de entrada de periodistas como su corresponsal en el Pentágono, recibían la noticia de una "licencia indefinida". Michael Abramowitz, director de la Voz de América, ha confirmado que casi la totalidad de su plantilla, compuesta por 1300 periodistas, productores y asistentes, ha sido suspendida administrativamente.
Noticias fiables en 50 idiomas
La decisión ha paralizado la mayor emisora internacional de Estados Unidos, que ofrece noticias e información en casi 50 idiomas a una audiencia semanal estimada de más de 354 millones de personas. Fundada en 1942 para contrarrestar la propaganda nazi, VOA produce contenido para plataformas digitales, de televisión y radio. Es accesible a través del teléfono móvil y las redes sociales. También se distribuye por satélite, cable, FM y MW, y se emite en una red de más de 3.500 estaciones afiliadas.
"Me entristece profundamente que, por primera vez en 83 años, la histórica Voz de América esté siendo silenciada", declaró Abramowitz en una publicación en LinkedIn, afirmando que ha desempeñado un papel importante "en la lucha por la libertad y la democracia en todo el mundo".

La agencia matriz de la VOA, la Agencia Estadounidense para los Medios Globales (USAGM), también canceló sus subvenciones a Radio Free Europe/Radio Liberty, que transmite a países de Europa del Este, incluyendo Rusia y Ucrania, así como a Radio Free Asia, que transmite a China y Corea del Norte.
En su sitio web, Radio Free Europe/Radio Liberty señala que ha sido declarada "organización indeseable" por el gobierno ruso y advierte a sus lectores en Rusia y la Ucrania ocupada por Rusia que podrían "enfrentarse a multas o prisión" por dar "me gusta" o compartir su contenido.
Muchas voces recuerdan este sábado que esos han servido para difundir información verificada en momentos críticos y que constituye una fuente excepcional de noticias fiables en países autoritarios. Diversas organizaciones profesionales se han manifestado contra lo que consideran un ataque a la libertad de prensa. El Comité para la Protección de los Periodistas insta a los líderes del Congreso de Estados Unidos, responsable de su presupuesto -570 millones de dólares, a proteger la USAGM.
Un ataque a la libertad de prensa
El jefe de la oficina de la VOA en Seúl, William Gallo, declaró el domingo que le habían bloqueado el acceso a todos los sistemas y cuentas de la empresa. "Lo único que siempre he querido es decir la verdad, sin importar el gobierno que esté cubriendo. Si eso representa una amenaza para alguien, que así sea", declaró en Bluesky. El ministro de Asuntos Exteriores checo, Jan Lipavsky, afirmó que Radio Free Europe había sido un "faro" para las poblaciones bajo un régimen totalitario. "Desde Bielorrusia hasta Irán, desde Rusia hasta Afganistán, RFE y la Voz de América se encuentran entre las pocas fuentes gratuitas para quienes viven sin libertad", escribió en X.
El presidente del Club Nacional de Prensa en Washington, Mike Balsamo, emitió un comunicado en el que afirma que los recortes en la VOA socavan el compromiso de Estados Unidos con una prensa libre e independiente. "Durante décadas, la Voz de América ha ofrecido periodismo independiente y basado en hechos a audiencias de todo el mundo, a menudo en lugares donde no existe libertad de prensa", declaró Balsamo.
Reporteros Sin Fronteras, con sede en París, también criticó la medida, afirmando que "amenaza la libertad de prensa en todo el mundo y anula 80 años de historia estadounidense en apoyo del libre flujo de información". El presidente de Radio Free Asia (RFA), Bay Fang, afirmó que la cancelación de su financiación era "una recompensa a dictadores y déspotas, incluido el Partido Comunista Chino, cuya influencia no se vería afectada".
Los conservadores piden su cierre
Kari Lake, expresentadora de noticias y leal a Trump, nominada a directora de la VOA, emitió un comunicado en el que describió a USAGM como "una enorme podredumbre y una carga para el contribuyente estadounidense" y afirmó que era "irrecuperable". Lake, quien se presentó como asesora principal de USAGM, afirmó que reduciría la agencia al mínimo legal.
Algunos republicanos han acusado a la VOA y a otros medios de comunicación financiados con fondos públicos de estar sesgados contra los conservadores y han pedido su cierre como parte de los esfuerzos del multimillonario tecnológico Elon Musk y su Departamento de Eficiencia Gubernamental para reducir el tamaño del gobierno. Hasta la fecha, el DOGE de Musk ha recortado más de 100.000 empleos de los 2,3 millones de empleados civiles federales, congelado la ayuda exterior y cancelado miles de programas y contratos. El sábado, Musk restó importancia a los recortes a la USAGM. "Al tiempo que se desmantela esta agencia de propaganda gubernamental global, se le ha cambiado el nombre temporalmente al Departamento de Propaganda en Todas Partes (DOPE)", escribió en X.
Recortes en más servicios públicos
Además de USAGM, la orden de Trump también apuntó al Servicio Federal de Mediación y Conciliación, el Centro Internacional Woodrow Wilson para Académicos, el Instituto de Servicios de Museos y Bibliotecas, el Consejo Interinstitucional de EE. UU. para Personas sin Hogar, el Fondo de Instituciones Financieras para el Desarrollo Comunitario y la Agencia de Desarrollo de Empresas Minoritarias, con recortes que los limitarían a "la presencia y función mínimas requeridas por la ley".
En un comunicado, la Casa Blanca afirmó que sus órdenes ejecutivas "garantizarán que los contribuyentes ya no sean responsables de la propaganda radical", antes de enumerar varias críticas a la VOA, incluyendo acusaciones de parcialidad izquierdista.