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La Fundación La Caixa regresa a Cataluña más de siete años después: motivos y claves de su vuelta sin CaixaBank

  • El traslado de la sede social tendrá un impacto económico reducido, pero se interpreta como un espaldarazo a Cataluña

  • El ala socialista del Gobierno presume de "normalización" y Junts recuerda que se incluía en su acuerdo de investidura

SOFÍA SOLER
Tiempo de lectura 7 min.

Siete años después de su partida, la Fundación La Caixa y su brazo inversor, Criteria Caixa, vuelven a Barcelona desde Palma, a donde se trasladaron en medio del procés. Lo decidió su patronato este martes por unanimidad, aunque la noticia queda aguada por un matiz: CaixaBank, la entidad de crédito del grupo, continuará en Valencia.

En todo caso, el retorno de la matriz a Cataluña tiene un impacto social y económico, pero también un significado político, como lo tuvo la reciente vuelta del Banco Sabadell.

¿Por qué dejó Cataluña?

El 6 de octubre de 2017, cinco días después del referéndum ilegal del 1-O, la Fundación La Caixa y CriteriaCaixa acordaron trasladar su domicilio social a Palma de Mallorca. Lo justificaron por la necesidad de "mantener los intereses y la operativa normal de la entidad" y ya avanzaron que se alargaría "en tanto se mantenga la actual situación en Cataluña", según puede leerse en la comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

La referencia al procés fue clara, pero aún más explicita fue la nota de CaixaBank que destacaba como una "prioridad" proteger a sus clientes, accionistas y empleados, y "salvaguardar plenamente la seguridad jurídica y regulatoria" ante "la actual situación política y social en Cataluña". En ese momento, se esperaba ya la aplicación de una declaración unilateral de independencia, prometida por el president de la Generalitat entonces, Carles Puigdemont.

El catedrático de economía financiera y contabilidad de la Universitat Pompeu Fabra, Oriol Amat, añade a esos dos motivos mencionados —la inestabilidad política y la inseguridad jurídica— un tercer factor relevante para las grandes empresas, con muchos accionistas y grupos de interés: "Es posible que también hubiera presiones", ha comentado en una entrevista en el programa Café d’idees de TVE en Cataluña.

¿Por qué vuelve ahora?

"Han llegado a la conclusión de que estos motivos ya no están y, por lo tanto, lo mejor es volver a los orígenes, lo cual es una excelente noticia", ha continuado Amat respecto a los motivos de la Fundación La Caixa para volver.

En su comunicado del martes, las empresas presididas por Isidro Fainé explican, en efecto, que "ya no se dan las circunstancias que causaron el traslado temporal" a Palma en 2017 y reivindica un "firme compromiso con sus raíces", en tanto que fue fundada en 1904 por el abogado barcelonés Francesc Moragas "con el apoyo de diversas entidades de la sociedad civil catalana".

En ese sentido, el presidente de la Cambra de Barcelona, Josep Santacreu, ha recordado el apoyo de su institución al nacimiento de la entidad. "El retorno de cualquier empresa a Cataluña es una gran noticia pero sobre todo lo es el de la Fundación La Caixa y de Criteria", ha dicho, según recoge Efe.

¿Por qué CaixaBank no se traslada?

A pesar de la vuelta de la Fundación La Caixa a Barcelona desde Palma, CaixaBank se mantiene en Valencia. El grupo no ha dado explicaciones sobre esta diferencia de criterio y se remite a las declaraciones del consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, durante la presentación de resultados, cuando dijo que la ubicación de la sede en su caso tiene "carácter indefinido".

"Teniendo en cuenta que las entidades que han ido volviendo, hasta unos minutos antes de comunicar la decisión, dicen que no se lo plantean, es posible que haya entidades y empresas que lo estén debatiendo", ha comentado el economista Oriol Amat, al ser preguntado en Café d’Idees por CaixaBank, y ha explicado que sus clientes, accionistas y mercados son diferentes. "El conjunto de la información les hace pensar que para proteger los intereses de la entidad es mejor de momento no volver. Esperamos que con el tiempo eso vaya cambiando".

El impacto económico y "emocional"

La Fundación La Caixa recuerda que el cambio legal de la sede social no implica movimiento de personas, espacio o servicios corporativos. La mayoría de los empleados y centros de trabajo nunca se trasladaron de Barcelona, por lo que el impacto económico será "reducido", en palabras del economista Oriol Amat.

"Ahora bien, sí que tiene un impacto importante a corto plazo, y ahora mismo ya lo podemos notar, en la autoestima, en la parte emocional. No olvidemos que la economía también son emociones", ha valorado en Café d’Idees.

En esa línea, el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, se ha mostrado convencido de que estas decisiones "revertirán en el progreso económico de Cataluña y al mismo tiempo, también permitirán que Cataluña vuelva a ser la locomotora de la economía española".

El representante de la patronal catalana considera que el retorno de la Fundación La Caixa es la demostración de que "existe seguridad jurídica en Cataluña para plantear y mantener" las inversiones empresariales.

"Es una demostración fáctica de que no existe un conflicto grande entre el Gobierno de la Generalitat de Cataluña y el Gobierno de España", ha afirmado también. Pero la suya no ha sido la única lectura política.

¿Cuál es el significado político?

El ala socialista del Ejecutivo celebrado la noticia como una "prueba evidente de la normalización absoluta de Cataluña y del éxito de las políticas de Pedro Sánchez y Salvador Illa", según ha declarado a la prensa el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños.

"La normalidad en Cataluña es absoluta: empresarial, social, política e institucional", ha dicho, solo unos días después de que el rey, Pedro Sánchez e Illa inauguraran el Mobile Congress de Barcelona.

Igualmente, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, lo ha calificado de "muy buena noticia" y se ha mostrado convencido de que más empresas tomarán esta misma decisión "porque es la racional y lógica", algo que también pronostican desde Foment del Treball y Esquerra Republicana de Catalunya. Asimismo, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha asegurado que el paso de La Caixa dará "certidumbre para atraer nuevos proyectos de inversión".

"Demuestra que es el momento de apostar por Cataluña", ha defendido por su parte el president de la Generalitat, el socialista Salvador Illa, que ha puesto en valor la "vía de los acuerdos y la estabilidad". "Una Cataluña a pleno rendimiento es buena para todos", ha concluido en una intervención compartida en su cuenta de la red social X.

Y Junts recuerda su aportación. En una entrevista este miércoles en RNE, su portavoz en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, ha recalcado que la vuelta a Cataluña de las empresas que cambiaron su sede social en los últimos años formaba parte del acuerdo que firmaron con el PSOE para la investidura de Sánchez.

¿Cuántas se fueron y cuáles han vuelto?

La Fundación La Caixa sigue al banco Sabadell, que este enero se convirtió en la primera empresa de gran tamaño en regresar tras macharse a Alicante por el procés. Antes, en diciembre de 2024, la cementera Molins había tomado la misma decisión de abandonar Madrid para devolver su sede a Sant Vicenç dels Horts, en Barcelona.

A estas, les precedieron el grupo Agbar, de gestión de aguas (que volvió en 2018), la tecnológica Red Points (en 2023) y los Laboratorios Ordesa (2024).

Después del 1 de octubre de 2017, más de 5.000 las compañías decidieron llevarse su sede social de Cataluña, según el Colegio de Registradores. Algunas de las que no han vuelto todavía son compañías del Ibex-35 como Naturgy, Abertis, Cellnex o la socimi Colonial, que se trasladaron a Madrid. También grandes compañías como el grupo Planeta y emblemas del empresariado catalán como Codorníu, que marchó a Haro, en La Rioja.

Estas decisiones, como veíamos antes, tenían más un significado simbólico y político que consecuencias en sus negocios y plantillas.