El empresario Luis Medina ha reconocido este martes que no informó al Ayuntamiento de Madrid de que iba a cobrar comisiones por la compraventa de material sanitario al inicio de la pandemia, todo ello porque "no tenía la obligación de decirlo" y "tampoco" se lo preguntó la responsable municipal de compras.
La Audiencia Provincial de Madrid celebra este martes la sexta sesión del juicio a los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina acusados de estafa al Ayuntamiento de Madrid al inicio de la pandemia del coronavirus, en tres contratos de compraventa de material sanitario en los que se embolsaron 6 millones de euros en comisiones.
Ante las preguntas del fiscal, Medina —visiblemente nervioso— ha asegurado que las comisiones no se pactaban hasta que no se completaban las ventas, y que el pago del material lo recibía la empresa malaya Leno, que es quien vendía las mascarillas y pagaba la eventual comisión. "Por anticipado no podíamos saberlo, ni anticiparlo", ha subrayado el aristócrata, que ha afirmado que "nunca" habló con la empresa Leno, ya que su interlocutor en la operación era Luceño.
Según su relato, tampoco fijó el precio de las mascarillas. Lo hacía su socio, ha asegurado, que es quien tenía contacto con la empresa suministradora del material: "Eso tendrá que preguntárselo a Alberto (Luceño)", ha respondido al Ministerio Fiscal.
Medina ha señalado que tampoco llegó a "ningún pacto" sobre el cobro de las cuantías con Luceño, sino que solamente hablaron de unas "hipotéticas distribuciones de dinero" y recibió "la contraprestación de un servicio". "Con lo recibido, me di por satisfecho", ha dicho sobre el millón de euros que se embolsó. Asimismo, ha indicado que, debido a que el mercado estaba "roto" en aquel momento, había "comisiones muy altas" por la "fortísima demanda" y la escasez de oferta.
La Sala ha escuchado varios mensajes entre Medina y Luceño en el que hablan de precios de mascarillas, y el primero le dice al segundo que el precio de un determinado tipo —que define como "la repolla"— debe ser por debajo de 2,20 dólares, aunque ha precisado que no sabe a qué operación se refiere esa conversación porque hablaron de muchas compras en poco tiempo.
Hacienda confirma el fraude fiscal de Luceño
La sesión de este martes ha comenzado con la declaración de una inspectora de Hacienda que ha detallado la investigación que llevaron a cabo sobre la declaración de la Renta de Luceño referida a 2020, y cómo vieron irregularidades porque, en resumen, "creó una nueva sociedad con la finalidad de reducir su tributación al 15%", en lugar del 43% que le correspondería y simuló que ésta prestó unos servicios que no realizó en realidad.
En concreto, Hacienda detectó tres irregularidades: la realización de registros contables en una sociedad (Takamaka) que todavía no estaba constituida; la creación de cuatro facturas en julio de 2020 en concepto de prestación de servicio y comisiones cobradas sin que la empresa Takamaka realizara ninguna operación; y el envío de una transferencia de fondos procedentes de la empresa Leno (de Malasia) en favor de Takamaka que, en realidad, procedían de la cuenta personal de Luceño.
"La comisión (de los contratos con el Ayuntamiento) se cobra íntegramente en las cuentas de Luceño, y dos meses después comienza a constituir una sociedad" ha dicho la inspectora, que ha dejado claro que ese empresario "simula la sociedad que presta esos servicios con una intencionalidad muy clara, que es reducir la tributación".
Por su parte, un perito de parte de Luceño ha afirmado que según si investigación no hay ni simulación ni engaño y no se da el delito de fraude fiscal.
La Fiscalía pide para ellos entre 9 y 15 años
Alberto Luceño y el aristócrata Luis Medina, que se enfrentan a una petición del fiscal de 15 y 9 años de cárcel, respectivamente. Alberto Luceño está acusado de un delito de estafa agravada, otro de falsedad documental y otro agravado contra Hacienda; y Luis Medina, hijo de del duque de Feria y Naty Abascal, de los dos primeros delitos.
En 2022, ante el juez de instrucción, ambos defendieron, en la línea con su declaración en la Fiscalía Anticorrupción, que cobraron la comisión que estableció el responsable de la empresa malaya Leno, San Chin Choon, porque eran agentes de la misma.
Medina confirmó que trató de contactar con el Ayuntamiento para "ayudar" en aquellos momentos, y por eso habló con la directora de su antigua universidad, que le dio el teléfono del primo del alcalde, y a partir de ahí acabó hablando con la responsable municipal de compras, con la que se cerraron los contratos que se investigan.
Detalló que las comisiones no se pactaron al inicio, aunque él "entendió" que le iba "a tocar un tercio", y que nunca intentó "defraudar nada" ni sospechó que cometiera delito.
Por su parte, Luceño declaró que su intención "era en parte ayudar al Ayuntamiento y por supuesto cobrar" por su trabajo, en una operación "limpia", y puso de relieve que solo se llevó el 47% en comisiones, "un porcentaje normal".