El presidente estadounidense, Donald Trump, ha abierto la vía para acabar con la guerra de Ucrania sin contar con los aliados europeos. Trump ha hablado con el presidente ruso, Vladímir Putin, y con el ucraniano, Volodimir Zelenski, y su secretario de Defensa incluso ha aceptado algunas condiciones de inicio: Ucrania no entrará en la OTAN y no puede pretender volver a las fronteras anteriores a 2014. Y todo ello sin consultar ni con la Unión Europea (UE), ni con los aliados de la OTAN, ni con los grandes países europeos como Francia, Alemania o Polonia, que han apoyado tanto militar como económicamente a Kiev desde el comienzo de la invasión rusa.
"Trump ha hecho caso omiso de la existencia de Europa, nos ha marginado", ha admitido Josep Borrell, ex alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común, en una entrevista este jueves en La Hora de La 1. "Si Trump deja de lado a los europeos y se lanza a una negociación con Putin sin contar con nosotros y con Ucrania, esto es un problema", ha insistido.
Europa, sin embargo, dista mucho de estar unida para exigir una silla en la mesa de negociaciones. "Sin unidad, la UE no sobrevivirá como un actor geoestratégico global de relevancia", vaticina Ruth Ferrero-Turrión, investigadora del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI).
Trump se comporta como Trump: "Es una ruptura del rol de EE.UU."
El desprecio de Trump por los aliados del Viejo Continente no sorprende a los expertos que han hablado para RTVE. Ya lo hizo en su primera legislatura (2017-2021). Pero ahora el contexto europeo y mundial es diferente, y su política respecto a Ucrania se aleja de la de su antecesor, Joe Biden.
"Los aliados occidentales, EE.UU. y Europa, no deberían ir en orden disperso a hablar con el Kremlin - ha declarado Borrell - Pero esto es lo que ha pasado. Es un momento crítico, de ruptura con el rol que EE.UU. que ha venido cumpliendo".
Borrell ha lamentado además que EE.UU. haya avanzado que Ucrania cederá territorio y no entrará en la OTAN. "Trump ha empezado cediendo todo a cambio de nada, y no tiene en cuenta al principal afectado: Ucrania, y a los europeos", ha argumentado.
Para Jesús A. Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios Sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), tras la victoria electoral de Trump "el escenario ya apuntaba a una mesa de negociaciones". "La clave es en qué condiciones y, tras la conversación entre Trump y Putin, parece que a Ucrania se le marcan líneas rojas y a Putin ninguna", ha afirmado en una entrevista en Las mañanas de RNE. Sin embargo, "Zelenski es consciente de que sin ayuda económica y militar de EE.UU. no tiene la mínima capacidad de resistir la embestida rusa".
"Trump no busca la paz sino, en términos geoestratégicos, aliviar el esfuerzo en Ucrania, donde no tiene intereses vitales, y donde ha jugado con la vida de miles de personas, para concentrar todas las capacidades en su verdadero rival, que es China. A Trump le basta con un parón, con hibernar el conflicto", interpreta Núñez.
Jesús Núñez (IECAH): "Todo apuntaba a un escenario de negociaciones, a Ucrania se le exigen líneas rojas y a Putin ninguna"
Mira Milosevich, investigadora principal del Real Instituto Elcano, cree que "lo que ha anunciado Trump, por lo que sabemos, es una clara victoria para Putin y para Rusia". "Este anuncio significa el fin de la relación trasatlántica y de la OTAN tal y como la conocemos. La unión en torno a valores, y la unión militar para la disuasión, están cuestionadas", ha añadido, en declaraciones en el Canal 24 Horas.
La unidad de la UE: difícil pero imprescindible
Borrell cree que ahora "todo depende de la reacción" de los países europeos. "Europa tiene capacidad para decir 'aquí estoy y debo intervenir'. Bruselas y los ministros europeos lo harán", ha dicho en TVE.
Los ministros de Defensa europeos, reunidos en la sede de la OTAN en Bruselas, y la sustituta de Borrell al frente de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, ya se han manifestado en ese sentido.
"La mayor fuerza de Europa es su unidad, si está desunida es irrelevante - ha continuado - Todos tenemos que apoyar a la UE y a la Comisión Europea para que todos digan lo mismo, o al menos de forma afinada y coordinada. Si dentro de la Unión algunos países apoyan las posiciones de Trump y rompen la unidad, será difícil que se escuche la voz europea".
El ex alto representante de la UE destaca que un acuerdo de paz que beneficie a Putin y un "abandono" del compromiso de defensa por parte de EE.UU. "aumentará la inseguridad europea". Por eso, Europa debe avanzar hacia la autonomía en defensa y seguridad. "Matemáticamente no es imposible, políticamente lo veo difícil (...) Que Europa y los países europeos aumenten su capacidad de defensa es una absoluta exigencia para hacer frente al mundo en el que vivimos", ha avisado Borrell.
Borrell: "Trump es un neoimperialista"
"Sin unidad, la UE no sobrevivirá como un actor geoestratégico global de relevancia", coincide Ruth Ferrero-Turrión. "Durante años, no ha habido una reacción de la UE para tener una línea estratégica autónoma de EE.UU., y ahora se va a ver forzada a intentarlo".
Según Mira Milosevich, Europa no tiene capacidad para defender a Ucrania y se enfrenta a una "Rusia revanchista". "Si no reacciona rápido, puede tener consecuencias muy graves", advierte. La investigadora recuerda que desde 1963 EE.UU. pide a Europa que invierta más en defensa. "Europa se ha despertado, pero no se ha levantado de la cama. Este anuncio va a ser el último empuje", espera.
Análisis sobre las negociaciones de Paz en Ucrania entre Putin y Trump
Jesús Núñez cree que a la UE se le pide "lo que no es". "No tiene todavía la voluntad política, sus gobernantes, anclados en concepciones anacrónicas, nacionalistas, no dan el paso de lo nacional a lo comunitario, con capacidades de defensa y seguridad. No necesitamos llegar a una conversación entre Trump y Putin, lo vimos en la pandemia y en la crisis económica de 2018: cada uno de los países por separado son demasiado pequeños para hacer frente a los desafíos", explica el codirector del IECAH.
Juan Tovar, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Burgos, cree que los grandes países europeos no pueden lamentarse ahora, sino que deben reconocer sus errores de la guerra de Ucrania. "Ha habido decisiones equivocadas, países como Francia y Alemania tendrían que haber sido más inteligentes, haber tenido alguna interlocución con Rusia, pero cerraron esa puerta, explica a RTVE.es.
Tovar considera que los llamamientos a la "independencia estratégica" ocultan en realidad la "irrelevancia" de la UE y su dependencia de EE.UU. en materia de seguridad. "Los países europeos tienen intereses distintos, han mantenido la unidad de manera artificial estos años, pero cada vez hay más grietas. Ucrania no supone lo mismo para España que para los países bálticos o Polonia. No es un mera división meramente trasatlántica, sino entre europeos".
Europa en un mundo de grandes potencias
La guerra de Ucrania, la de Gaza, la guerra de aranceles... Cada vez parece más claro que el lenguaje de la fuerza ha vuelto a las relaciones internacionales, y que la capacidad de influencia de la UE es mínima o nula.
Borrell ve a Trump como un "neoimperalista", y señala el momento actual como uno de los "más críticos de la historia reciente". "Europa tiene que tener conciencia de que debe aumentar su unidad si quiere segur existiendo en el mundo, y que el mundo no lo decidan tres personajes: Trump, Putin y Xi [Xi Jinping, el presidente chino]", subraya.
"Los principios y normas que han definido el orden internacional desde el final de la Segunda Guerra Mundial se han debilitado hasta el colapso", señala por su parte Núñez Villaverde. "Ahora entra en escena Trump, que con su visión transaccional está dispuesto a usar el instrumento que tenga en cada ocasión para obtener lo que le gusta", apostilla.
Para Juan Tovar, "estamos de vuelta en un mundo de grandes potencias". "En el ámbito europeo, aparte de no conocer su propia historia, no se han dado cuenta de que no estamos ya en el sistema internacional de los años noventa o del 11-S", asevera.
Ruth Ferrero-Turrión: "La UE va a pagar su falta de independencia estratégica"
Ruth Ferrero también prevé un escenario internacional con "espacios neoimperiales y áreas de influencia de cada uno de los grandes poderes, en principio EE.UU. y China, con un tercero que sería Rusia; luego tendríamos el Sur Global, que tenemos que ver hasta qué punto puede avanzar".
"La UE es el perdedor de esta situación - concluye la investigadora de la Complutense - precisamente porque ha operado en términos de dependencia absoluta del gran hegemón que es EE.UU. Esta falta de independencia estratégica es la que va a pagar la UE".