El juicio por el intento de asesinato de Salman Rushdie se desarrolla en un tribunal del norte del estado de Nueva York, tras haber sido pospuesto en dos ocasiones. El escritor sobrevivió de milagro, tras recibir 15 puñaladas y perder un ojo en el ataque.
El proceso judicial contra Hadi Matar, de 27 años y con doble nacionalidad libanesa y estadounidense, arrancaba este lunes -tras la selección la pasada semana de los 12 miembros del jurado-. Al entrar en la sala, mientras se dirigía a su sitio, el acusado ha gritado en dos ocasiones "Palestina Libre".
Está previsto que esta tarde declare el autor, nacido en Bombay y ahora ciudadano estadounidense, que volcó la experiencia del atentado en su libro Cuchillo, en el que narra la experiencia y el proceso de recuperación con su inconfundible sentido del humor.
La Fiscalia del condado de Chautauqua argumenta que el reo "estuvo peligrosamente cerca de cometer un asesinato" frente a miles de personas -las que allí estaban y las que seguían el acto en línea- cuando apuñaló repetidamente a Rushdie. De hecho, poco después del ataque Matar se mostró "sorprendido" de que el escritor hubiera sobrevivido.
Rushdie, de 77 años, fue atacado el 12 de agosto de 2022 mientras se preparaba para intervenir en un coloquio sobre la libertad artística en el anfiteatro de la Institución Chautauqua cuando un hombre irrumpió en el escenario y lo acuchilló.
Daños en una mano
“Sin dudarlo, este hombre, sosteniendo su cuchillo… con fuerza y eficacia en su velocidad, hundió el cuchillo en (el cuerpo de) Rushdie una y otra y otra vez”, en el abdomen, el cuello, el ojo derecho, el pecho, un muslo y la mano con la que el escritor trataba de protegerse. Esa mano se le ha quedado inmóvil por un daño irreparable en un nervio, detalla el fiscal Jason Smith.
Smith ha indicado al jurado que Matar, que entonces residía en Nueva Jersey, "aparentemente tenía una misión" cuando corrió por el escenario y se abalanzó sobre Rushdie cuando este se disponía a hablar, para agredirlo.
Rushdie se sienta en la sala junto a Henry Reese, organizador de las jornadas literarias, que también resultó herido. Él es uno de los quince testigos que van a testificar en el juicio.
Condenado por Jomeiní
Los versos satánicos de Rusdhie, publicado en 1988, fue prohibido en Irán y, un año después de su lanzamiento, el ayatolá Ruhollah Jomeiní, líder religioso de la República Islámica, promulgó un edicto, o fetua, en el que instaba a la ejecución del escritor y ofrecía una recompensa millonaria.
La primera víctima mortal de la fatwa fue el traductor japonés de Rushdie, Hitoshi Igarashi, apuñalado hasta la muerte en 1991 en la Universidad de Tsukuba. Ese año también fue atacado Ettore Capriolo, traductor italiano, por un desconocido armado con un cuchillo en Milán. El agresor le causó heridas en la cara, la nuca y el torso.
El jurado no ha escuchado ninguna referencia a las amenazas o la fetua pronunciada contra Rushdie, ya que el fiscal considera que es "irrelevante" para probar el intento de asesinato en segundo grado.
Los jurados podrán ver un vídeo, incluidas imágenes de la cámara corporal del policía que arrestó a Matar mientras Rushdie "yacía sangrando por varios lugares de su cabeza y cuerpo". Matar, vestido de calle -los procesados no usan el uniforme carcelario para no influir en el jurado- dijo supuestamente a ese policía que tenía otros cuchillos en una mochila cerca del escenario.
Pena máxima
La Fiscalía dijo la pasada semana que espera lograr el máximo de condena para Matar por el intento de asesinato: 25 años seguidos de siete años en libertad vigilada.
Mientras que la abogada defensora, Lynn Schaffer, confía que "al menos un elemento de los cargos" no se va a probar. Sostiene que Matar "no entró a escondidas" al evento ni "llegó nadando desde el lago", y que el hecho de que hubiera comprado su boleto muestra su intención de asistir a la conferencia. “Esto no es una novela policíaca ni una novela de Agatha Christie”, afirmó.
La defensa, que intenta articular "una duda razonable", indica que el fiscal quería que los jurados “supusieran lo peor” y que “ignoren las lagunas en su caso”.
Matar, que está preso sin derecho a fianza, se enfrenta en un tribunal federal a más cargos, se le acusa de brindar apoyo material a Hizbulá, grupo libanés que Estados Unidos califica de terrorista, y afronta un segundo juicio. El joven se ha declarado no culpable en ambos procesos.