Las cuatro de la tarde, hora peninsular española, las nueve de la mañana en México. Distinta posición de las agujas, misma dirección del mensaje; como narrar y dominar el transcurso de una historia.
José Antonio Guardiola (Madrid, 1963) aparece en la ponencia imponente, con una camisa de azul claro, una mirada fija, un tono contundente y unas gafas rectangulares que, como el visor de una cámara, elabora planos de su entorno constantemente. Se encuentra en su despacho en la redacción en México, donde trabaja como corresponsal de TVE. Ha cubierto numerosos conflictos como enviado especial; el genocidio de Ruanda, la crisis del Golfo, el litigio entre Chile y Argentina o la guerra de Irak. Cómo elaborar piezas periodísticas únicas es la gran pregunta a la que da respuesta Guardiola: “Somos generadores de misterio. Siempre debemos encontrar ángulos novedosos para contar las historias”.
Las historias son el pegamento de la sociedad, esta cobra forma a medida de sus hechos y su forma de contarlo, creando identidad de grupo e identidad cultural. "Es innato para el ser humano", señala Guardiola. En el contexto de la narración destaca la creación de una atmósfera y la capacidad de sumergir al espectador en un entorno, en unos personajes y en un enfoque.
El poder reside en saber cuál es el final
El poder del autor reside en saber cuál es el final. Esto le permite jugar continuamente con los espectadores, manejar el transcurso de la historia y utilizar las herramientas disponibles para narrar de la mejor forma posible. El 8 de noviembre de 2024, Guardiola firmó una pieza informativa sobre el fentanilo en la frontera entre México y Estados Unidos y un medicamento,–naloxona–, prohibido en México. Este permite "resucitarlos" en una situación de sobredosis.
La forma de contar los hechos informativos hace que el espectador ahonde profundamente en la noticia y los comprenda con precisión. "Somos dueños de la historia, si repartimos las piezas del puzzle en el orden perfecto, triunfamos como narradores”, dice Guardiola.

Guardiola ha cubierto algunos de los principales conflictos de los últimos 30 años.
Hace hincapié en los tiempos de narración y defiende que lo cinematográfico tiene cabida en los reportajes periodísticos. Sin embargo, Guardiola recuerda que "el guion no lo es todo" y que "no debemos relegar el éxito de la pieza al guion o la edición". El tema es el tronco de toda historia periodística. Debe ser interesante, hay que tener claro lo que se quiere denunciar y/o comunicar.
La ignorancia de los problemas por parte del Estado y el porqué, como su reportaje en México y la naloxona, es un asunto recurrente e interesante. La piedra angular de la narración es el conflicto, que a su vez genera interés en los espectadores. “La gente no escucha por otra razón que no sea su satisfacción o disfrute”, replica Guardiola. Es un aspecto a tener en cuenta si se quiere llegar al gran público.
Sumergir al espectador en la narración
Todo narrador debe hacer dos preguntas claves. ¿Por qué contar esa historia?, y ¿por qué el público quiere oír esa historia? La clave, según Guardiola, es sumergir al espectador en la narración, sufrir con los personajes, alegrarse por ellos… en definitiva, sentir lo que ellos sienten.
Recuerda cuando grabó el pódcast La vida rota de Marcos Uribe y el porqué quiso contar su historia. Se cumplía el aniversario del golpe de Estado en Chile y Marcos Uribe, una figura desconocida, que vivió una experiencia brutal que resume lo que muchos chilenos experimentaron durante la dictadura, según Guardiola, sirve para "poner cara a todas las víctimas anónimas de la dictadura chilena". El instinto de supervivencia de Marcos Uribe, a pesar de los hechos traumáticos que ha sufrido, es el gran conflicto de un pódcast que va creciendo minuto a minuto.
Esto provoca que el oyente se encariñe con el personaje, entienda su conducta y le genere interés saber más. Para Guardiola el conflicto es la andadura de nuestra historia y la clave de su éxito. Teniendo apuntalado el tronco de la historia, hay que dar forma a las ramas y caminos por donde queremos conducir al espectador. Sin embargo, comenta que los grandes reportajes o las grandes historias no siempre tienen que estar en países exóticos orbitando entre personajes salidos de la literatura. "En ocasiones la gran historia está en el señor que vende tacos a dos manzanas de aquí", insiste.
Cómo construir una historia
Una vez apuntalados los cimientos del reportaje llega el momento de darle forma. Guardiola destaca la importancia de la evolución y los tiempos de la historia. “Un reportaje es vida”, exclama con pasión. La historia debe avanzar y crecer como la vida misma y para ello hay que tener una estructura previa. El arranque es muy importante: “Es el anzuelo por el que pescamos a los espectadores”, insiste el reportero. El mejor plano debe estar al principio, nada asegura el final del visionado. "Para el final dejamos la resolución del conflicto", señala.
Los tiempos de la historia son como los tiempos de cocción, el tempo de una pieza de música clásica o el regate fugaz que precede un gol: Inalterables. El dominio de los tiempos permite generar una atmósfera única que atrapa al espectador. “Queremos que pregunte, que dude, que piense qué haría él en esa situación”, explica Guardiola.
El periodista destaca la importancia de la evolución y los tiempos de la historia.
Otra de las claves del éxito en la construcción de las crónicas es contar la historia que se tiene entre manos a mucha gente y atender a sus reacciones. Cuando desconectan, en que momento sienten emoción, intriga… “Esto te ayuda a saber qué es lo que genera más interés”, aconseja.
Para ser un buen reportero, en boca de Guardiola, hay que saber "educar el ojo”. El periodista debe educar su mirada para reconocer hechos y enfoques noticiosos, como el traumatólogo que ve los fallos anatómicos. En definitiva, debe ser un médico de la calle sin dejar de lado el rigor y la honestidad periodística. “Hay que reconocer las buenas historias. Sin embargo, el mejor periodista no es el que lo cuenta primero, sino el que lo cuenta mejor”.
Escuela de Reporteros
Todo reportero que se precie, y más si su ámbito de insaciable curiosidad es el mundo mundial, ha de pasarse la vida estudiando. Leer, leer y leer es tan importante como vivir, porque el lenguaje es su materia prima, la herramienta para intentar contar y descifrar la realidad.
Este espacio es un cuaderno experimental para quienes cursan el Máster de Reporterismo Internacional auspiciado por RTVE Instituto y la Universidad de Alcalá. Cada vez que alguien relevante pase por sus aulas o dicte una clase magistral habrá una crónica que dará cuenta de lo más valioso, lecciones para nutrir la mirada, en realidad los cinco sentidos.
*Miguel Bernad Irigaray es alumno de Máster de Formación Permanente en Reporterismo Internacional de la Universidad de Alcalá de Henares y RTVE. Esther G. Pérez, redactora jefa de Sociedad, ha supervisado la elaboración completa de este texto.