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El 85% de las madres se siente sola por no contar con apoyo para conciliar

  • El 87% de las mujeres renuncia a algún aspecto de su carrera al ser madre

NURIA VERDE @NURIAVERDE
4 min.

El 85% de las mujeres se siente sola desde que es madre por no contar con los apoyos para conciliar, según la encuesta Sin madres no hay futuro, realizada por la asociación Yo No Renuncio. El informe pone el foco en la falta de acompañamiento y de redes que tienen las madres. Además, constata que las mujeres no cuentan con el apoyo suficiente para que se favorezca la maternidad.

"Estamos en una sociedad que niega el futuro a las madres. Se pierde la identidad de las mujeres cuando llega el tsunami maternal y te dicen que 'ya no vales'; 'cómo lo vas a hacer'; 'mejor tómate un tiempo' o 'busca otro camino, es por ti", asegura Laura Baena, presidenta de la asociación Yo No Renuncio y fundadora del Club de Malasmadres. "Vivimos en una sociedad en la que se ha normalizado la renuncia de las madres", añade Baena.

La sociedad ha normalizado la renuncia de las madres

A la soledad que sienten las mujeres se une la renuncia laboral: el 87% de las mujeres abandona algún aspecto de su carrera al convertirse en madre, perdiendo salario, rechazando oportunidades laborales o cambiando de empleo. "En una sociedad donde las personas cuidadoras son en su mayoría mujeres, me pregunto: '¿Quién cuida a las madres? La respuesta es nadie”, dice Baena.

Por otra parte, 6 de cada 10 mujeres trabajan en empresas donde no se ofrece nada para facilitar la conciliación. Solo el 19% afirma tener flexibilidad horaria.

El impacto en la salud mental de la madre

El precio de no contar con apoyos a la hora de conciliar es muy alto para las madres. Más de la mitad de las mujeres -el 52%- argumenta haber tenido que renunciar debido a la sobrecarga laboral, a no poder llegar a todo y por cuidar de su salud mental. El coste de la conciliación que sufren las mujeres cuando llega la maternidad es elevado, tal y como la asociación Yo No Renuncio ya denunció en su anterior estudio.

(No es un día cualquiera - 'Yo no renuncio' - Mano a Mano - 23-07-22)-Escuchar ahora

También se hace evidente que dos de cada cinco mujeres no pueden asumir el coste que supone los cuidados y no les compensa pagar servicios o escuelas infantiles que los atiendan. Ellas renuncian a su carrera para cuidar por estas razones. La asociación mencionada recuerda la necesidad de implantar la gratuidad de los servicios de cuidado para que no se produzca una brecha social entre aquellas familias que pueden y las que no porque esto nos lleva a seguir perpetuando “la conciliación como un privilegio pagado”, puntualiza Laura Baena.

Abuelas y abuelos como cuidadores

Así mismo, los datos de la citada encuesta dejan constancia de que -si hablamos de apoyo para las familias- las abuelas y los abuelos están a la cabeza. Siete de cada diez mujeres recurre a las abuelas o abuelos cuando ella o su pareja no pueden atender los cuidados de los hijos y de las hijas. En este sentido, el 58% de las mujeres declaran sentirse muy apoyadas por la familia, una cifra que baja a los 40 puntos porcentuales al preguntar por el apoyo de las empresas.

Unos datos que se debatieron para analizar en qué estamos fallando y qué necesitamos en nuestro país para que la maternidad y los cuidados se valoren realmente. Laura Baena moderó dicha reflexión, en la que participaron Aina Calvo Sastre, secretaria de Estado de Igualdad y para la Erradicación de la Violencia contra las mujeres, Andrea Ros, actriz y divulgadora perinatal, Nuria Labari, periodista y escritora y Ana de Miguel, filósofa, en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid.

Falta de apoyo del sistema público

Seis de cada diez mujeres desconocen si hay servicios públicos de cuidado en su municipio o en su barrio, al preguntar por las ayudas más allá de la familiar. Tan solo el 17% reconoce haber accedido en alguna ocasión. Sin embargo, al 73% de las mujeres encuestadas les gustaría contar con un servicio que le ayudara a cuidar a sus hijos e hijas en momentos concretos.

Los permisos de maternidad y paternidad llevan congelados desde hace 30 años

Yo No Renuncio también ha lanzado la campaña Las Malasmadres no queremos flores, queremos leyes con el objetivo de conseguir que 13 propuestas para la mejora de la conciliación y el apoyo a la maternidad se conviertan en leyes. Entre ellas, “la necesidad de que se amplíen los permisos de nacimiento mínimo hasta las 24 semanas, unos permisos que llevan congelados ya más de treinta años”, concluye Baena. La petición ya ha sido firmada por 8.000 personas.

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