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Trump se enfrenta a su primer juicio penal por sobornos a una actriz porno: claves del 'caso Stormy Daniels'

  • El político republicano realizó un presunto pago de 130.000 dólares para que la actriz no revelara un encuentro entre ambos

  • En total, se enfrenta a 34 delitos relacionados con una serie de presuntos pagos irregulares

MARTA REY
8 min.

El expresidente estadounidense Donald Trump se enfrenta este lunes a su primer juicio penal por el 'caso Stormy Daniels' por el que se convirtió en marzo del año pasado en el primer exmandatario estadounidense imputado en la historia de Estados Unidos.

Trump, que acumula ahora cuatro imputaciones, será juzgado por 34 delitos relacionados una serie de presuntos pagos irregulares, entre ellos el que efectuó a la actriz porno para que no hablase en público de la relación sexual que ambos habrían mantenido. El exmandatario compareció ante el juez Juan Merchán el pasado abril y se declaró “no culpable”. En RTVE.es te contamos las claves del caso.

La pieza clave del primer juicio penal a Trump: ¿Quién es Stormy Daniels?

Natural de Luisiana, Stormy Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, es una conocida actriz porno estadounidense que durante más de dos décadas ha participado y dirigido numerosas producciones. En 2006, según relata, mantuvo un encuentro con Trump que ahora está en el centro del juicio.

Daniels, de 44 años, asegura que ambos se conocieron en un torneo de Golf en el lago Tahoe, en California. El magnate, que para entonces llevaba un año casado con su esposa Melania, le invitó a cenar a su habitación, donde, según la actriz, mantuvieron relaciones sexuales. En los siguientes meses, siguieron en contacto.

En octubre de 2016, días antes de las elecciones presidenciales que ganó Trump, Daniels firmó un acuerdo de confidencialidad en el que se comprometía a no hablar públicamente de su encuentro. A cambio, recibía 130.000 dólares, según documentos presentados ante el tribunal federal de Los Ángeles. 

El pacto fue firmado por su entonces abogado, Keith Davidson y por el entonces abogado de Trump, Michael Cohen. El documento incluía un espacio para la firma de Trump, pero el expresidente nunca llegó a firmarlo.

Su historia ha inspirado el documental ‘Stormy’,que se estrenó este mes y cuenta a través de entrevistas y material de archivo la saga legal desde la perspectiva de Daniels.

¿Cuándo empezó la investigación?

En enero de 2018, cuando Trump llevaba un año en la Casa Blanca, el diario The Wall Street Journal publicó por primera vez información sobre los 130.000 dólares que Trump había pagado a Daniels para comprar su silencio.

Un mes después, en una entrevista concedida a The New York Times, Michael Cohen reconoció el pago a la actriz de esa cantidad, aunque negó que Trump o su empresa estuvieran involucrados. 

En marzo de ese mismo año, Daniels demandó al exmandatario, alegando la nulidad del acuerdo de confidencialidad que no contaba con su firma. La querella, sin embargo, fue desestimada y el juez ordenó a la actriz pagar 300.00 dólares a Trump por costes legales.

Para entonces, la Fiscalía de Manhattan ya había abierto una investigación para determinar el presunto papel de Trump en un plan de pagos secretos y encubiertos que incluía el de Daniels y que habría violado las normas de financiación electoral de la campaña de 2016.

Cinco años más tarde, el 30 de marzo de 2023, un jurado imputó al expresidente de Estados Unidos y el 5 de abril del año pasado Trump acudió a una cita histórica en la Corte de Manhattan donde el juez Merchan le leyó los 34 cargos que enfrenta el magnate.

¿De qué acusan a Trump?

Trump está acusado de distintos tipos de "falsificación de registros comerciales en primer grado", todos ellos violaciones del artículo 175.10 del Código Penal, que se definen como un "intento de defraudar y de cometer otro delito" y ocultar su comisión.

Según la acusación, Trump presentó a través de su organización hasta 11 facturas falsas a nombre de Cohen y creó 23 registros ficticios en las cuentas de su compañía.

Aunque el documento de acusación no cita nombres, el fiscal responsable del caso, Alvin Bragg, explicó que Trump orquestó una trama ilegal que, entre otros, incluye tres pagos a personas con "información dañina" sobre él, entre los que figuran los 130.000 dólares emitidos “al abogado de una actriz porno”.

La falsificación de documentos mercantiles está considerada un delito menor, penalizable con menos de un año de prisión, en el estado de Nueva York. Sin embargo, pueden agravarse al estar vinculados con la promoción u ocultamiento de otro delito, en este caso relacionado con los comicios de 2016, que conlleva hasta cuatro años de cárcel.

¿Quién es quién en el juicio?

Bragg fue el responsable de guiar la investigación para determinar el papel del expresidente en el caso y el encargado de convocar al gran jurado que acabó votando la imputación del ahora candidato a la Presidencia por el Partido Republicano. Asumió su actual cargo en 2022, cuando se convirtió en el primer afroamericano elegido fiscal de distrito de Manhattan.

Trump ha arremetido contra él en múltiples ocasiones, calificándole de "delincuente" y "racista al revés" y acusándole de hacer "todo lo posible" para ir contra él. Trump defiende que Bragg fue elegido a dedo y financiado por el multimillonario George Soros y asegura que es el encargado de hacer el "trabajo sucio" del actual mandatario estadounidense, Joe Biden.

Tras conocerse que Juan Merchán sería el juez que leería los cargos contra Trump, el exmandatario escribió en su red Social Truth: "El juez 'asignado' a mi caso de caza de brujas [...] me odia". Y es que ambos ya se habían cruzado antes, cuando el experimentado magistrado, juez del tribunal penal de Manhattan desde 2009, supervisó un juicio penal contra la Organización Trump. El caso terminó con la empresa condenada y multada y con uno de sus ejecutivos, Allen Weisselberg, en la cárcel.

El pasado 26 de marzo, Merchán impuso contra Trump una orden de silencio que implica que el exmandatario debe "abstenerse de hacer o enviar a otros que hagan declaraciones públicas" sobre testigos del caso, fiscales, personal del tribunal y jurados del caso. Además, el juez amplió la orden para cubrir a sus familiares y a los de Bragg, después de que Trump nombrara a la hija de Merchán en una de sus publicaciones en redes sociales.

La decisión fue tomada a raíz del "largo historial" de Trump de publicaciones incendiarias. Tras conocer esta noticia, el político republicano tildó al juez, contra el que ya había arremetido con anterioridad, de "parcial y conflictivo".

Cohen trabajó para la Organización Trump hasta 2017, cuando todavía era el abogado personal del exmandatario. En 2018, se declaró culpable de efectuar el pago en negro de 130.000 dólares a Daniels y ahora es uno de los principales testigos del caso.

Aunque en 2017 aseguró que haría "cualquier cosa" por defender a Trump, Cohen testificó ante el Gran Jurado de Manhatta que fue el expresidente quien le ordenó realizar el pago para evitar que la actriz hablara sobre en el encuentro que ambos mantuvieron.

¿Qué dice Trump y cuál es su estrategia?

Como viene siendo habitual en todos y cada uno de los procesos legales que enfrenta, Trump no se ha cansado de calificar una y otra vez este caso de "caza de brujas", asegurando que se trata de "una persecución y no una investigación". El político republicano ha subrayado, además, la falta de contenido de una imputación que considera "ridícula" y ha acusado al Partido Demócrata de utilizar la justicia "como arma" para castigar a su oponente.

Trump ya se ha convertido matemáticamente en el candidato republicano a las elecciones del próximo noviembre, en las que se enfrentará de nuevo contra Joe Biden, y sus batallas legales no parecen afectar a su popularidad en el seno del Partido Republicano. El candidato partió como favorito en unas primarias en las que enseguida sobresalió por encima de cualquier otro contrincante, a los que dejó sin apenas opciones desde las primeras citas electorales.

Una encuesta publicada por Reuters / Ipsos arroja que un 64% de los votantes encuestados considera los cargos que enfrenta Trump "algo serios" frente al 34% que considera que carecen de seriedad.

Mientras tanto, el expresidente trata de sacar el máximo partido a sus imputaciones con un dispositivo a la altura de la expectación que generan estas citas con la Justicia. Él y su equipo echan mano de publicaciones incendiarias en internet, transmisiones en directo de su camino hacia los juzgados o discursos multitudinarios a modo de mitin al finalizar sus comparecencias.

En las otras causas, el expresidente ha sido acusado del injerencia electoral en Georgia, del intento de revertir el resultado de las elecciones de 2020 o de llevarse documentos clasificados de la Casa Blanca a su residencia de Mar-a-Lago tras abandonar el cargo.

Esta es parte de su estrategia, que también pasa por el intento tanto de Trump como de su equipo legal de atrasar el máximo posible sus citas con la Justicia.

Sin ir más lejos, el miércoles pasado la defensa del magnate pidió en un tribunal de apelaciones de Nueva York que se retrasara el juicio de este lunes recurriendo a una herramienta conocida como 'artículo 78', que permite solicitar asistencia a los litigantes en caso de posibles acciones ilegales gubernamentales. La jueza Ellen Gesmer tardó una media hora en contestar a tal petición con una negativa.

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