El Ejército de Israel ha acabado con la vida de 196 trabajadores humanitarios en Gaza desde el inicio de las hostilidades con Hamás en octubre de 2023. De entre ellos, 176 eran de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), quienes han padecido ataques contra sus propias instalaciones.
"Gaza no es un lugar seguro para nadie, ni para la población civil, ni para el personal humanitario de Naciones Unidas; ni sanitario; ni para ninguna ONG; y por supuesto para los periodistas" denuncia la directora de la UNRWA en España, Raquel Martí. "Israel está asesinando de manera indiscriminada absolutamente a todas las personas que hay en Gaza" ha recalcado.
La Organización Mundial de la Salud ha registrado 800 ataques a hospitales, centros de salud y ambulancias, documentándose hasta 700 muertos y casi 1.000 heridos, casi todos sanitarios. A los ataques se suma la falta de instrumental quirúrgico y sanitario para poder ayudar a las víctimas.
Las ONG describen "riesgos enormes" en Gaza, no solo para los propios palestinos, también para los trabajadores de asociaciones. Médicos Sin Fronteras mantiene a 200 sanitarios en la Franja, en su mayoría palestinos. Ya han perdido a cinco trabajadores.
Los ataques israelíes también se han cobrado la vida de hasta 100 periodistas que trabajan sobre el terreno para documentar los horrores en Gaza. "No tenemos precedentes en reporteros sin fronteras de una masacre de periodistas de semejantes dimensiones, y menos en tan poco tiempo", señala la vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras, Edith Rodríguez Cachera. "No son solo los asesinatos, son destrucciones enteras de medios de comunicación por los bombardeos", sostiene.
Las ONG critican la impunidad de Israel ante la comunidad internacional como la causa para las acciones que se están llevando a cabo en Gaza.
La OMS denuncia que los vehículos de WCK estaba claramente marcados
Tras uno de los más recientes ataques israelíes contra un convoy de la ONG del chef español José Andrés, World Central Kitchen (WCK), el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha lamentado el asesinato de siete cooperantes y ha subrayado que los vehículos en los que viajaban "estaban claramente marcados y nunca debieron ser atacados".
"Estoy horrorizado por la muerte de los siete trabajadores humanitarios en Gaza", ha indicado en su rueda de prensa semanal. Tras el ataque y la suspensión del trabajo de WCK en Gaza, algo que Adhanom ha considerado comprensible, "muchas personas se quedaran sin alimento", ha apuntado.
Ese ataque "muestra el enorme riesgo que corren los trabajadores de la OMS y sus colaboradores". Seguirán trabajando, pero eso solo es posible con accesos seguros, y para ello es necesario poner en marcha un mecanismo eficaz y transparente para la reducción del conflicto", ha subrayado.
"Necesitamos más puntos de entrada, también en el norte de Gaza, así como carreteras abiertas y un paso predecible y rápido por los controles de seguridad", ha añadido Adhanom.
El jefe de la agencia sanitaria de la OMS también ha reiterado su protesta por la situación en la que ha quedado el principal hospital de Gaza, el Al Shifa, tras meses de hostilidades que lo han dejado "gravemente dañado y destruido".
"Una vez más: los hospitales deben ser respetados y protegidos, no deben usarse como campos de batalla", ha concluido Tedros.