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El feminismo inunda las calles y exhibe su fuerza en un nuevo 8M dividido

  • Ciudades como Madrid, Sevilla o Valencia han vuelto a contar con dos manifestaciones de sensibilidad y opiniones diferentes

  • A pesar de ello, el clamor contra el machismo y el recuerdo a las asesinadas se han repetido en cada rincón

IRENE FEDRIANI
10 min.

Una marea de color morado ha vuelto a tomar las calles de toda la geografía española con un mensaje unánime en favor de la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Pese a que la aparente brecha en el seno del feminismo ante temas como la ley trans o la prostitución se mantiene aún abierta y las mujeres de algunas ciudades han vuelto a marchar divididas en dos manifestaciones de sensibilidades distintas, el clamor contra problemas sistémicos y universales como el sexismo o el recuerdo a las miles de asesinadas por la violencia machista se han repetido en cada rincón.

De Melilla a Gijón, pasando por Mérida, Bilbao, Zaragoza o Valencia. En total, más de 40 marchas han recorrido varias ciudades del país. En Madrid, la amenaza de lluvia, el viento y el cielo encapotado no han amilanado a las manifestantes, que pese al mal pronóstico del tiempo se han ido sumando poco a poco a las dos marchas que avanzaban a través de las calles de la capital este viernes.

Una de ellas ha partido desde Atocha, convocada como cada año por la Comisión 8M y con el lema "Patriarcado, Genocidios, Privilegios, #SeAcabó". Armadas con pancartas, jerséis y otras prendas de color morado y pañuelos verdes –símbolo del derecho a un aborto legal y seguro–, las asistentes han gritado por sus derechos y los de otras mujeres en un ambiente festivo, pero reivindicativo. "De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste", han coreado, al tiempo que lanzaban mensajes como "Palestina libre" y "Se acabó la esclavitud". Entre la marea de personas asomaban, además, banderas palestinas, en apoyo a las mujeres gazatíes, y trans.

María Jesús, Mika y Tristana enseñan su cartel y sus delantales reivindicativos del 8M. Al igual que muchas otras mujeres, han acudido juntas en familia a la manifestación. Uxía Pérez / RTVE.es

"Las mujeres trans son parte de esta lucha", ha afirmado con rotundidad Patricia. Esta joven ha llegado acompañada de su amiga Irene, con quien se ha animado a participar por primera vez en el 8M para denunciar los "abusos que sufrimos las mujeres". Preguntadas sobre qué les ha llevado a dar este paso, han destacado la sororidad y el apoyo recibido en la manifestación nada más llegar. "Yo creo que es precioso", ha exclamado una de ellas.

No han sido las únicas que se han sumado a la movilización. A lo largo de la tarde, el feminismo ha exhibido fuerza una vez más con una alta participación en una cita que ha pasado a ser de gran relevancia en el calendario, especialmente tras la histórica huelga feminista de 2018.

En total han acudido 30.000 personas a la manifestación de la Comisión 8M de Madrid, según la Delegación del Gobierno, una cifra que se eleva a 500.000, según las convocantes. Pero aunque superan las del año 2022, siguen muy alejadas de los datos de cuando la manifestación era unitaria.

El movimiento se bifurca

"Antes éramos cinco y ahora 500.000, aunque faltan tres millones", dicen Maribel y Esperanza, dos amigas que llevan desde de los años 60 saliendo a la calle a manifestarse. Las dos celebran el aumento de los derechos para las mujeres y los pasos dados a lo largo de las décadas, pero muestran su preocupación por la división interna. "Ha habido evolución, pero en los últimos tres años me da pena el desmembramiento del movimiento en varios frentes", han contado a RTVE.es.

Maribel y Esperanza, acompañadas por su amigo Rafael, enarbolan una bandera palestina Uxía Pérez / RTVE.es

Annika, por su parte, afirma llevar 20 años participando cada 8M en las protestas. "Antes eran mucho más pequeñitas", cuenta desde un puesto improvisado junto al Museo del Prado, donde vende pequeñas chapas y folletos feministas. Preguntada por la manifestación con la que se siente más representada, ha explicado que prefiere quedarse donde está, sin unirse a una en concreto, ya que difiere y comparte opiniones con ambas.

"Yo creo que nunca nos habíamos encontrado con mujeres que, llamándose feministas, hablan de la prostitución como posible trabajo", ha ejemplificado, si bien reconoce que "siempre ha habido diferentes corrientes". A pesar de todo, celebra que haya "muchísimas mujeres que han empezado a pensar y a decidir cómo quieren ser miradas, tocadas, pensadas, sentidas".

El miedo al "retroceso": "La lucha feminista nunca se termina"

"Feliz va a ser el día que no falte ninguna", rezaba el cartel de Claudia y Ruth. Mientras esperaban a que arrancara la manifestación y con las batucadas de fondo, han contado a RTVE.es su opinión sobre el Día Internacional de la Mujer. "No es un día que haya que felicitar, es un día que hay luchar, hay que reivindicar nuestros derechos y agradecer también a toda la gente que ha luchado por ellos antes para que podamos estar aquí", han declarado.

"La lucha feminista nunca se termina porque los derechos nos los quitan como está pasando en muchos sitios", han afirmado por su parte Inma y Rosa, dos hermanas gemelas que llevan luchando por los derechos de la mujer desde hace décadas y que advierten de los posibles pasos hacia atrás. "Nada está terminado. Nos vamos a Argentina, a Estados Unidos... y ahora estamos en retroceso total de los derechos", han lamentado.

En la misma línea se ha expresado Fabiola. Vestida de la mítica Catrina mexicana, con la cara pintada como si de un esqueleto se tratase y enarbolando un cartel en el que denuncia las 3.000 mujeres desaparecidas en el país latinoamericano en 2023, ha expresado su preocupación la peligrosidad de su estado, Zapatecas, y lo ha comparado con España.

"Al momento que me vine para acá, a Madrid, entendí que beneficiados se encuentran aquí porque pueden caminar de una forma más tranquila de lo que se puede caminar allá", explica. "Me di cuenta de que tenía el síndrome de persecución. Aquí comenzaba a caminar por las calles y veía quién estaba detrás de mí", añade la joven, que recuerda que aún queda mucho por hacer "en el mundo entero": "Todavía queda muchísimo más. Y no solamente es de un país".

El Movimiento Feminista de Madrid clama contra la prostitución y la ley trans

Mientras tanto, desde Cibeles, la marcha del Movimiento Feminista de Madrid ha recorrido la Gran Vía y ha puesto en el centro del debate la abolición de la prostitución y sus críticas a la ley trans. "Ser mujer no es un sentimiento", "Mi opresión no es tu identidad", "Ley trans. Misoginia y capital", han proclamado las feministas consideradas 'clásicas' o históricas.

"Creemos en la abolición. Y luchamos por eso", han declarado a RTVE.es Nieves, que ha recordado que aunque la igualdad formal "ya está conseguida", es necesario alcanzar una igualdad "material o sustantiva para que la lucha de las mujeres siga adelante y no demos un paso atrás".

Ante la pregunta de por qué ha elegido la manifestación que partía desde Cibeles, ha respondido con rotundidad: "Porque soy una feminista clásica, una feminista histórica". Así, ha opinado que la lucha de las mujeres "es de mujeres". "Otras son otras agendas que están muy bien, pero necesitan y merecen otros días", ha argumentado.

El Movimiento Feminista de Madrid llena la Gran Vía Juan Barbosa / Europa Press

Como ella, otras 4.000 personas han desfilado hasta la Plaza de España, según la Delegación del Gobierno, en una atmósfera más solemne y sobrio. Uno de los momentos destacados de la marcha ha sido la acción contra el "terrorismo machista", una suerte de "compaña feminista" que ha recordado a las "más de 2.000 mujeres asesinadas" en los últimos en 20 años. Vestidas con caretas, túnicas blancas y velas en sus manos, han desfilado en silencio, en una imagen que recuerda a la penitencia de Semana Santa.

Las marchas se dividen también en Sevilla y Valencia

En otras ciudades se ha repetido la misma bifurcación de las protestas. Es el caso de Valencia, donde las mujeres han tenido que decidir entre dos convocatorias distintas: la de la Assemblea Feminista con el lema 'De la miseria a la rabia, de la rabia a la lucha' y la del Moviment Feminista, bajo el lema 'Por los derechos de las mujeres. Ni un paso atrás'.

Y misma situación en Sevilla. En la capital hispalense, miles de personas han sido movilizadas por la Asamblea Feminista Unitaria, que partía de las inmediaciones de la Torre Pelli bajo el lema 'Ni las mujeres ni la tierra somos territorios de conquistas' hasta el Palacio de San Telmo.

La segunda marcha ha sido organizada por el Movimiento Feminista y la Plataforma 8M bajo el lema 'Ni promesas ni excusas. Las mujeres exigimos realidades'. En ella ha participado la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, que ha advertido de la "amenaza" que supone, a su juicio, para las mujeres la "corriente de ultraderecha que vivimos" y ha pedido no dar "ni un paso atrás" en igualdad.

Frente a esta división, Barcelona ha celebrado una manifestación unitaria para protestar por las precariedades y desigualdades que sufren las mujeres. En la masiva marcha lila, las manifestantes han protestado también contra la guerra en Palestina y la lacra de la migración, igualmente con rostro de mujer. "Mujeres, lesbianas y trans. Juntas contra las precariedades, las fronteras y los genocidios" ha sido el lema de la pancarta que ha liderado la movilización.

El Gobierno marcha con la Comisión 8M pero sin mezclarse

El Gobierno ha vuelto a alinearse este 8 de marzo con la marcha convocada en Madrid por la Comisión 8M, a la que han acudido siete ministras. Sin embargo, los socios de coalición han vuelto a marchar con pancartas separadas y dentro de Sumar, Más Madrid también se ha disgregado.

Ana Redondo se ha estrenado en la manifestación como ministra de Igualdad y ha llamado a "reivindicar" en este 8M ante un "problema real", que es "la extrema derecha". Ha acudido acompañada por la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera; la ministra de Educación, Pilar Alegría; la ministra de Inclusión, Elma Saiz y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

"Reivindicar, hay mucho camino por delante. Es fundamental que se sigan dando pasos hacia delante. Hay un problema real, que es la extrema derecha. Sus políticas pretenden retrotraer los derechos de las mujeres a unas posiciones que creíamos haber resuelto, por eso estamos aquí avanzando en derechos", ha explicado Redondo en declaraciones a los medios antes de dar comienzo la manifestación. 

 Por su parte, la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha afirmado que el machismo "se acabó en España, en el deporte, en el cine y en todos los lugares de nuestras vidas". La también ministra de Trabajo ha acudido por primera vez a una marcha del 8M ya que la fecha coincide con el cumpleaños de su hija. "El movimiento feminista es el movimiento de la emancipación por excelencia, es el movimiento que cambia la vida y sobre todo que gana libertades para nuestra sociedad", ha declarado. 

Podemoss, por su parte, estuvo presente en la movilización con Irene Montero, predecesora de Redondo en Igualdad, y las dirigentes de Podemos Ione Belarra e Isa Serra. "No hemos hecho más que empezar y vamos a conseguir aún mucho más y vamos a ir aún mucho más lejos", ha señalado Montero frente a "los machistas que quieren recortar en derechos de las mujeres".

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