Leonor de Borbón, que este martes alcanza la mayoría de edad al cumplir los 18 años, forma parte de un selecto club, que ahora mismo solo cuenta con 22 miembros: los herederos de casas reales reinantes. Es, además, una de las pocas mujeres que lo integran, tan solo cuatro y todas ellas en Europa, la avanzadilla más moderna de una institución que, en el resto del mundo, aún mantiene la tradicional preferencia por el varón e incluso en varios países descarta a las mujeres en la línea sucesoria.
Si Leonor está en la vanguardia de herederas jóvenes europeas, es en buena parte fruto de la casualidad, puesto que en España, el artículo 57.1 de la Constitución sigue dando preferencia en la sucesión al varón sobre la mujer en el mismo grado de parentesco con el monarca. De hecho, Leonor es lo que se conoce como heredero presuntivo, puesto que, si los reyes Felipe y Letizia tuvieran un hijo varón, dejaría de ser la heredera en favor de ese hermano menor.
Este es un modelo que en Europa solo mantienen ya Mónaco y Liechtenstein -que incluso excluye a las mujeres de la línea sucesoria-, además de España, pese a que el Consejo de Estado recomendó modificarlo en un informe sobre reformas constitucionales elaborado a petición del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En cambio, las otras siete monarquías europeas han legislado ya para implantar la primogenitura absoluta, de forma que el heredero de la corona sea el hijo o hija mayor del monarca.