⏳ Esta es la narración original de la semana de guerra. La actualización continúa aquí: El mapa de la guerra entre Israel y Hamás
15 oct. Israel sella un zona fronteriza con el Líbano
Israel ha cerrado una franja de cuatro kilómetros a lo largo de la frontera libanesa, tras los ataques con misiles reivindicados por el grupo chií Hizbulá, a territorio israelí, que han sido respondidos por el Ejército hebreo con bombardeos. Israel también ha suspendido los servicios de GPS en la zona.
Los ataques en territorio israelí se han producido en la localidad de Shtula, que ha dejado al menos un muerto; en un puesto militar de Raheb y en un cuartel en el área de Hanita, entre otros puntos, según han informado las tropas israelíes, que han contabilizado, hasta primera hora de la tarde, unos cinco ataques.
En el lado libanés, los bombardeos se han producido en los alrededores de la comunidad libanesa de Ayta a-Shab, situada sobre la línea azul de la ONU que separa los dos países desde el año 2000; así como en otros lugares de la frontera no especificados. Un misil, del que se estudia su procedencia, ha caído también en el cuartel general de la misión de paz de la ONU en Líbano, pero no ha causado bajas.
En cuanto al paso de Rafah, entre Egipto y la Franja de Gaza, sigue sellado, pese a los intentos de Estados Unidos por intentar evacuar a los extranjeros. Egipto pide que, antes de llevarse a cabo esta medida, se permita la entrada de la ayuda humanitaria que se acumula en su territorio para ayudar los 2,2 millones de personas hacinadas en la Franja.
Mientras continúa la tensión en la zona norte de Gaza. El Ejército israelí ha reiterado a los civiles que abandonen la zona ya que preparan una ofensiva inminente contra las posiciones de Hamás, aunque aún se desconoce cuando se producirá. Durante la jornada, se han producido ataques entre ambos bandos, principalmente, en el sur de Israel y Gaza. En Cisjordania, los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y las milicias palestinas "has disminuido", después de alcanzar su punto máximo el viernes, según explicado el Instituto de Estudio de la Guerra (ISW).
14 oct. El paso de Ráfah continúa cerrado mientras sigue la evacuación
Miles de gazatíes han evacuado el norte de Gaza ante la amenaza de un ataque sobre el terreno. Israel ha extendido el plazo inicial de 24 horas hasta las 16 horas de este sábado y las movilizaciones en el interior continúan, aunque salir de la Franja sigue siendo virtualmente imposible.
Los seis pasos fronterizos de Gaza están cerrados. La mayoría ya lo estaba desde antes del ataque de Hamás a Israel. El cruce de Ráfah, en la frontera con Egipto -el único que no está controlado por Israel- sigue sin permitir el tránsito de personas ni mercancías. Así lo confirmaba la OMS, que esta mañana anunciaba que un avión con suministros médicos para la población gazatí había aterrizado en Egipto y estaba preparado para transportarlos en cuanto se estableciera el acceso humanitario. Según la misma organización, el paso fronterizo entre Gaza y Egipto, cuyas inmediaciones han sido bombardeadas por Israel en los últimos días, es accesible desde el lado egipcio, pero continúa cerrado al otro lado.
Antes de la llamada a la evacuación de Israel, los últimos datos de Naciones Unidas ya recogían más de 420.000 los desplazados internos, con el 64% acogidos en refugios de emergencia de la UNRWA (la agencia de la ONU que trabaja con refugiados y refugiadas en Palestina). La ONU desconoce el número de desplazados actual.
Por su parte, el think tank estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés) observa un aumento de los enfrentamientos entre las milicias palestinas y las fuerzas de seguridad israelíes en Cisjordania, que respondería a una escalada de violencia perseguida por Hamás. El último análisis del centro recoge también una serie de ataques en el norte de Israel que Hizbulá habría realizado en respuesta a ataques israelíes en ciudades del sur del Líbano.
13 oct. Gaza se enfrenta a una evacuación "imposible"
24 horas para evacuar a 1,1 millones de personas. Esa es la tesitura en la que se encuentran en este momento los gazatíes que habitan el norte de la Franja, la zona más poblada de uno de los territorios con mayor densidad de población del mundo. La operación, con estos datos, supondría movilizar a más de 40.000 personas por hora, algo que desde la ONU consideran "imposible".
En el siguiente mapa se distingue la denominada Wadi Gaza, el cauce de un río que marca el límite que divide el norte del sur en Gaza. Wadi Gaza es considerada una de las costas húmedas más importantes del Mediterráneo oriental. El área que ahí acaba engloba 10 de los 33 municipios que conforman Gaza, incluidos algunos de los más poblados como Ciudad de Gaza, Jabalya y Beit Lahiya. El Hospital de Al-Shifa también se encuentra en esta zona.
Mientras tanto, Hamás parece haber bajado el ritmo de los ataques en territorio israelí, según el análisis del think tank estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés). Los ataques con cohetes desde la Franja de Gaza continuaron, pero con una reducción en número este viernes. Según el ISW, se trataría de una medida de ahorro para mantener su arsenal de cara a una guerra prolongada.
12 oct. Así ha caído el inestable sistema eléctrico de Gaza
Gaza está a oscuras. La guerra entre Israel y Hamás ha estrangulado el deficiente suministro eléctrico en la Franja hasta el extremo de que la única central que genera energía dentro del territorio ha tenido que apagarse por falta de combustible. Tampoco recibe electricidad desde el exterior, ya que Israel cerró sus líneas con Gaza el lunes pasado. Desde el inicio de la guerra y hasta el pasado 11 de octubre, la Franja ya había sufrido 625 cortes de luz de varias horas y se prevé que el apagón actual ahonde en una crisis que afecta a áreas críticas de los hospitales, como unidades de cuidados intensivos o salas de maternidad, y a las bombas de aguas residuales, los pozos de agua potable o las plantas desalinizadoras.
A las 11.00 GMT (13:00 hora peninsular española), la compañía eléctrica de Gaza cortó la electricidad de todo el enclave ante la falta de combustible y los proyectiles israelíes han dañado gravemente los aparatos que suministraban electricidad desde Israel, afectando las redes en numerosas provincias. Israel mantiene un cerco implacable desde el domingo, cuando desconectó la Franja de su red eléctrica y cortó toda entrada de gasolina, alimentos o medicinas.
Este corte supone la pérdida de las apenas 13 horas de luz que los gazatíes recibían de media al día; un suministro que apenas cubre el 45% de la demanda eléctrica del enclave, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) hasta septiembre de 2023.
Los hospitales se convertirán en morgues, ha denunciado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que advierte que no solo morirán enfermos y heridos por la guerra entre Israel y Hamás, sino también recién nacidos en incubadoras y ancianos que reciben oxígeno. "Nos enfrentamos a una grave escasez de energía, suministros y recursos humanos", ha explicado a EFE el doctor Medhat Abás, portavoz del Complejo Médico Al Shifa, el hospital más grande de la ciudad de Gaza.
Tras una década en défict crónico de electricidad, la capacidad energética de Gaza estaban gravemente mermada por las disputas entre la Autoridad Palestina y el gobierno de facto de la Franja que comenzaron en abril de 2017. Ahora, el Ministerio de Sanidad palestino ha pedido a la comunidad internacional que ejerza presión sobre Israel para permitir la entrada de combustibles esenciales y suministros médicos, aunque todo depende de que Israel acepte que Egipto mande combustible por el paso de Ráfah.
En el plano bélico, las fuerzas armadas israelíes se han centrado durante las últimas horas en localizar y bombardear de forma intensa a miembros de las unidades de élite de Hamás, la organización islamista que domina la Franja de Gaza, pero aún no se ha decidido si próximamente pasará a una operación terrestre, según ha informado un portavoz del Ejército.
Por su parte, las incursiones de Hamás en Israel se han reducido desde el lunes pasado y las milicias de la Franja están usando cohetes y drones para atacar localidades al norte y al sur, según informa el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). El think tank estadounidense advierte de que Hamás podría estar preparando una movilización de sus partidarios contra Jerusalén para el próximo viernes y recoge que la milicia propalestina de La Guarida de los Leones, que actúa en Cisjordania, ha movilizado a sus acólitos para manifestarse y llevar acabo escaramuzas con las fuerzas de seguirdad de Israel.
11 oct. Cuatro días de bombardeos, ataques y víctimas
La guerra entre Israel y Hamás desatada de improviso hace unos días continúa con una alta intensidad. El ataque masivo y por sorpresa de la milicia islamista el pasado sábado 7 de octubre —la principal instigadora, aunque no la única— contra territorio israelí pilló desprevenidas a sus autoridades y reabrió de nuevo con gran violencia un conflicto que lleva enquistado 70 años.
Aún sin esclarecer la participación de Irán, que ha "alabado" la actuación de Hamás, los grupos armados palestinos consiguieron, bajo la operación llamada 'Tormenta de Al Aqsa', bombardear distintos puntos de Israel, en el mayor ataque sufrido por el estado hebreo en los últimos 50 años y emprendido simultáneamente por tierra, mar y aire.
Las imágenes de la destrucción
En apenas unas horas del sábado, Hamás lanzó al menos 2.200 cohetes que entraron en el espacio aéreo israelí y saturaron su sistema de defensa, llegando a alcanzar Tel Aviv y Jerusalén, pero que cayeron sobre todo en el entorno de Ashkelón, Sderot, poblaciones del sur que sufrieron incursiones armadas, al igual que enclaves como Be’eri, Nirim o Ein HaSholsha, muy cercanos a la frontera con Gaza, donde se produjeron secuestros de civiles y militares israelíes.
Imágenes satélite de Sentinel de los ataques a las ciudades israelíes de Ashkelon (primera), Sderot (segunda) y Be'eri (tercera).
A ello se sumó Hizbulá desde Líbano, también lanzando misiles al norte de Israel y desencadenando la inmediata reacción del país hebreo, con bombardeos sobre la Franja de Gaza y la preparación de una ofensiva.
La respuesta de Israel, que afirma tener ya bajo control la frontera, no se hizo esperar: la operación 'Espadas de Hierro' se saldó con ataques aéreos a lo largo de todo Gaza con el objetivo de destrozar infraestructuras e instalaciones de Hamás. Además, el Gobierno israelí decidió cortar el suministro de electricidad, alimentos y combustible en la región, asfixiando el enclave palestino. Tan solo en la madrugada del miércoles, Israel ha lanzado casi un centenar de ataques aéreos sobre objetivos de Hamás en el centro de Gaza.
La destrucción de Gaza: la mezquita Ahmed Yassin (primera imagen) y la mezquita de Al Gharbi (imagen satelital de Maxar).
La destrucción de Gaza: puerto de la ciudad (primera imagen) y edificios de viviendas destruidos (imagen satelital de Maxar).
10 oct. Las víctimas de la guerra entre Israel y Hamás
Las cifras de fallecidos entre uno y otro bando son dispares. Hasta el 10 de octubre, el Ministerio de Sanidad palestino cifraba en 900 los fallecidos en apenas cuatro días. Mientras, la embajada israelí de Estados Unidos cuantificaba más de 1.200 víctimas, y no se descarta que los números sigan en aumento.
Para hacerse una idea de la magnitud del conflicto que se ha abierto, hubo más víctimas israelíes en este ataque que en cualquier otro desde que se fundó el Estado de Israel, por lo que se prevé una respuesta también sin precedentes sobre los palestinos en la Franja de Gaza. Como indicio de la ofensiva en ciernes, las fuerzas armadas de Israel han procedido a evacuar a civiles de 24 poblaciones cercanas a la frontera con Gaza y han advertido a la población de la Franja que actuarán con fuerza en todas partes.
9 oct. Un ataque múltiple, inesperado y sin precedentes
El ataque que Hamás lanzó sobre Israel el pasado 7 de octubre ha sido una ofensiva sin precedentes, ya que bombardeó con miles de cohetes, infiltró tropas sobre el terreno y tomó rehenes. La contundencia de este ataque, pese al férreo bloqueo y vigilancia israelíes sobre la franja de Gaza, conduce al conflicto palestino - israelí a una fase desconocida y demuestra el daño que puede causar una milicia a la mayor potencia militar de la región en su propio territorio.
Los grupos armados de la Franja de Gaza nunca habían combinado el lanzamiento de misiles con una operación por tierra, mar y aire. La ofensiva 'Tormenta de Al Aqsa' dejó, por primera vez, más víctimas israelíes que palestinas y algunos lo han considerado como el 11S israelí.
La respuesta israelí no tardó en llegar. Apenas seis horas después del inicio de la ofensiva de Hamás, el Ejército israelí bombardeó Gaza en una operación bautizada como 'Espadas de Hierro'. Las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron unos 500 objetivos en la Franja, "incluyendo toda la infraestructura terrorista de Hamás" y "las residencias de todos sus comandantes".
La Franja de Gaza es una zona superpoblada en la que viven dos millones de habitantes en 365 km2 y donde los bombardeos siempre alcanzan a la población civil, ya que la precisión con fuego de artillería es muy complicada. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió a los gazatíes que abandonasen la ciudad y amenazó con convertir en escombros "todos los lugares en los que Hamás está desplegado, escondido y operando".
Contribuyen a la elaboración de esta información Pilar Bayón, José Ángel Carpio, Paula Guisado, Jaime Gutiérrez y Cristina Pozo García, del equipo de DatosRTVE, y Pedro Jiménez y Juanma Leralta, del equipo de Infografías de RTVE.