El ataque por sorpresa del movimiento palestino Hamás sobre Israel ha dejado ya más de 1.200 muertos en el país, una ofensiva durante la que muchos kibutz, agrupaciones cruciales en la historia israelí, se están viendo gravemente perjudicados.
Las autoridades y los servicios de emergencia han encontrado en los últimos días escenarios desoladores en esas pequeñas comunidades agrícolas. En Kfar Aza, por ejemplo, este martes las tropas israelíes han hallado un horror de cuerpos desmembrados y decapitados que se suma a los 100 cadáveres localizados en el kibutz Beeri un día antes.
Según la Biblioteca Virtual Judía, existen unos 270 kibutz en el país, lugares en los que viven alrededor de 120.000 personas. En RTVE.es te contamos todo su origen, cómo funcionan y qué significan para Israel.
Piezas clave en la formación del Estado judío
Hace más de 90 años se estableció el primer kibutz en Israel, un término que proviene de la palabra hebrea kvutza, que significa "grupo". Por aquel entonces, surgieron con una idea totalmente revolucionaria: la de crear una sociedad autosuficiente basada en la cooperación, los principios igualitarios, la justicia social y la riqueza compartida, entre otras características.
Esa ideología se estableció y desarrolló durante los años previos a la formación del Estado de Israel cuando grupos de sionistas llegaron a Palestina huyendo de la violencia antisemita y con el ánimo de construir un Estado judío. El primero de ellos llegó en 1910, pero, poco a poco, su estilo de vida fue atrayendo a cada vez más judíos.
De acuerdo con la Agencia Judía para Israel, los kibutz llegaron a ser tan importantes en la cotidianeidad de Israel que asumieron papeles destacados en casi todas las esferas del país en desarrollo. "Aunque apenas abarca el 3% de la sociedad israelí, han dejado una huella dramática en la producción, la cultura y la ideología israelíes", destaca en su web.
¿Cómo funcionan los kibutz?
En las comunidades de los kibutz todas las personas viven y trabajan juntas voluntariamente sin competir. Los ingresos que generan con sus actividades, de hecho, van a parar a un fondo común que se utiliza para gestionar el kibutz, realizar inversiones o garantizar la ayuda mutua entre los miembros, por ejemplo.
Los habitantes de los kibutz suelen recibir un presupuesto según el tamaño de su familia e independientemente de su trabajo en la comunidad. En términos de educación, además, todos los niños comienzan por igual y reciben las mismas oportunidades.
Las comunidades se rigen igualmente por un sistema de democracia participativa directa a través de asambleas y gracias al que el individuo tiene la posibilidad de influir directamente en los problemas y acontecimientos del grupo.
Así son los kibutz del siglo XXI
No obstante, lo cierto es que hoy día los kibutz están atravesando diversos cambios. A lo largo de los años, estas agrupaciones se han multiplicado, prosperado y adaptado a las distintas realidades llegando a pasar algunos incluso por un proceso de "privatización" con el que se han convertido en cooperativas con sus propios beneficios, como apunta el programa Kibbutz ulpan.
Actualmente se estima que existen unos 270 kibutz, con entre 40 y más de 1.000 miembros, repartidos por todo el país. La mayoría de ellos tienen entre 300 y 400 miembros adultos y una población de 500 a 600 habitantes, señala la Biblioteca Virtual Judía. Su organización, agrega, suele ser similar: una zona residencial con casas, parques infantiles y zonas comunitarias; cobertizos para el ganado y plantas industriales junto a las viviendas; y campos argícolas y huertos alrededor del perímetro.
Si bien la mayoría de ellos todavía se dedican a la agricultura, hoy en día prácticamente todos los kibutz también se han expandido hacia diversos tipos de industria, desde la moda hasta los sistemas de riego, los plásticos y los alimentos procesados. En muchas áreas, estas comunidades han aunado sus recursos estableciendo empresas regionales como desmotadoras de algodón.
¿Por qué continúan siendo cruciales?
La contribución de los kibutzim a la producción del país, tanto en la agricultura (33%) como en la industria (6,3% de los productos manufacturados) es mucho mayor que su participación en la población (2,5%). En los últimos años, además, un número cada vez mayor de kibutz se han convertido en centros turísticos, con instalaciones como casas de huéspedes o parques acuáticos.
A medida que la población de Israel crecía y los centros urbanos se expandían, algunas de esas comunidades se convirtieron prácticamente en suburbios de las ciudades. Debido a esta proximidad, muchos de ellos ofrecen ahora servicios al público como lavanderías, tiendas, escuelas infantiles o campamentos de verano, asegura la Biblioteca Virtual Judía.