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Crónica de lo inevitable en Gaza: "Ya estamos muertos, solo nos queda esperar nuestro turno"

EBBABA HAMEIDA / LAURA GÓMEZ DÍAZ
8 min.

"No hay vida. No hay electricidad, ni agua y solo veo destrucción", describe a RTVE.es Rawan, periodista y madre de tres hijos que lleva días escribiendo las peores crónicas sobre Gaza. "Nunca había vivido algo similar", zanja. La cárcel a cielo abierto está siendo asediada por el intercambio de fuego entre Israel y Hamás. Es un conflicto abierto desde hace décadas y, aunque la Franja ha sufrido episodios de violencia, este es el peor de su historia reciente. "No tiene nada que ver con los bombardeos de 2014 o 2019", explica la periodista.

El Ejército de Israel está ejecutando una lluvia de ataques en su intento de "retomar el territorio" tras la ofensiva por sorpresa de Hamás, líder del grupo de militantes islamistas que controla la Franja. La cifra de muertos en Israel asciende a más de 1.000, mientras que en Gaza se elevan a los 830, según el Ministerio de Sanidad palestino.

"La actual guerra provocará una crisis muy grande", continúa la periodista. A lo largo de los 41 kilómetros, muchas familias se han quedado sin casas. Las imágenes que llegan muestran cómo edificios residenciales se han derrumbado y han quedado como cenizas. Rawan y su familia han decidido quedarse en casa. "Todo el territorio está siendo bombardeado y no hay ningún lugar seguro", concluye.

Los misiles israelíes han alcanzado escuelas, edificios de la administración, empresas de telecomunicaciones, la Universidad Islámica de Gaza, al menos un mercado y varias mezquitas. "Todo está siendo bombardeado y destruido por completo", calcula la joven. Además, recuerda que el territorio lleva 16 años sufriendo un bloqueo férreo por tierra, mar y aire.

La guerra con Israel golpea a una población que vive en la pobreza

El 53% de la población de la Franja vive en la pobreza y un 68,5 % sufre inseguridad alimentaria, según un informe reciente del Centro Palestino de Derechos Humanos (PCHR). A la periodista se le rompe la voz al hablar de sus tres hijos. "Todos nuestros niños y niñas entienden qué significa la guerra. No es la primera vez que escuchan bombardeos, ni será la última", rememora. Ella misma creció a medida que avanzaba la ocupación del territorio. "Somos civiles y están muriendo civiles", puntualiza.

"Somos civiles y están muriendo civiles"

En el enclave viven 2,3 millones de palestinos en aproximadamente 360 km², lo que supone más de 5.000 habitantes por km². Es considerado uno de los territorios más densamente poblados del mundo. La mayoría sus residentes son jóvenes que han perdido la esperanza: "Ya estamos muertos, solo nos queda esperar nuestro turno", recalca Rawan. Los jóvenes no tienen nada que perder y se unen a las filas de Hamás. "Nadie pierde nada cuando lo ha perdido todo", puntualiza.

Este martes Israel mató al ministro de Economía de la Franja, Yoad Abu Shmala, miembro de Hamás, y a Zakaria Abu Maamar, un alto cargo de la misma organización y jefe del departamento de relaciones internas, según un comunicado de la organización. Sin embargo, la mayoría de fallecidos siguen siendo civiles. "Esta mañana ha muerto mi primo hermano, que tenía 26 años, se casó hace poco y tenía un bebé que aún no ha cumplido el año", lamenta Rawan, quien recuerda la muerte de sus dos compañeros periodistas Said Al-Taweel y Mohammed Sobh. "Otra compañera de profesión ha fallecido en su casa con su esposo y sus hijos", dice.

"No dormimos ni de día ni de noche"

Las calles de Gaza se han convertido en charcos de sangre y escombros. "Los aviones no distinguen entre piedras, árboles o personas", explica con cierta desesperación Mohamed, que trabaja para la ONG local Hanan. "No dormimos ni de día ni de noche. La gente tiene mucho miedo a salir de casa", dice. La línea de la llamada se entrecorta constantemente. "La vida se ha paralizado", explica a RTVE.es.

Vive con sus cuatro hijos, su mujer y sus padres, que son mayores. Durante la entrevista, se escucha el sonido de la aviación de fondo. "Estamos viviendo un momento de terror. Niños y adultos estamos aterrados", lamenta. No pueden pensar en marcharse porque todas las fronteras están cerradas. "No podemos huir y todos estamos amenazados", recalca.

A medida que pasan las horas, los ataques se recrudecen, según explica desde Gaza el neurocirujano Osama Aklouk. La gente huye de un barrio a otro, pero al ser una "cárcel", no hay sitio para refugiarse. "Nos movemos dentro de la prisión más grande del mundo", denuncia. Gaza solo tiene dos puertas: un acceso por el norte en la frontera con Israel y otro por el sur que da a Egipto.

El país árabe ha cerrado el paso fronterizo de Rafah después de un bombardeo israelí contra una zona cercana al cruce, el único que no está controlado por Israel y que conecta la Franja de Gaza con la península egipcia del Sinaí. "Para a salir esta parte de la frontera se necesita mucho dinero", asegura el neurocirujano.

Rafah era la única válvula de escape para la población de Gaza

"Rafah era la única válvula de escape para la población de Gaza", explica la directora ejecutiva de UNRWA -la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados palestinos- en España, Raquel Martí.

Ataques a hospitales y ambulancias y 6.000 heridos

Aklouk atiende la llamada de RTVE.es en uno de sus pocos descansos. Tiene 60 años y habla un español perfecto. Estudió Medicina en la Universidad de Málaga y luego decidió volver a su tierra para atender a los gazatíes. Asegura que el panorama en el enclave es "desolador" y que los "hospitales están abarrotados de heridos".

Las autoridades palestinas calculan que hay más de 6.000 personas que necesitan atención médica. "Hay ataques continuos, no hay tregua y no sé qué va a ser de nosotros" dice. Vive con su mujer, que está enferma y no puede salir de casa. "El primer día de los ataques la gente huyó corriendo a los supermercados para abastecerse, pero ya han cerrado", añade.

Este conflicto castiga a una población que ya sufría una aguda crisis económica y sanitaria. "Antes había algo de esperanza, ahora solo esperan a la muerte", afirma el neurocirujano. "No tenemos recursos. Hay heridos muy muy graves y no pueden ser atendidas en otros lugares de Israel ni en otro país", dice Rawan.

Desde el comienzo de la escalada, la Media Luna Roja afirma haber registrado ataques contra su misión médica. "Seis sanitarios han muerto. Se han atacado centros de atención médica y nueve ambulancias", detalla la portavoz de la organización, Nebal Farsakh.

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Además, el neurocirujano palestino recuerda que la situación es muy precaria. "Dependemos de la ayuda internacional, de organizaciones como Médicos del Mundo o Médicos Sin Fronteras. No tenemos herramientas ni recursos", concluye Aklouk.

Falta de suministros por el cierre de los puestos fronterizos

Según datos de UNRWA, en total son unos 200.000 palestinos los que han abandonado sus casas y se han desplazado dentro de Gaza, de los cuales la gran mayoría están acogidos en 83 escuelas de la agencia de la ONU.

"Estamos al borde de nuestra capacidad. Tenemos asignadas una veintena de escuelas refugio, escuelas que cuando no hay escaladas de violencia funcionan como colegios y cuando sí la hay, funcionan como refugios, pero ahora tenemos 83 escuelas abiertas en total", indica Martí.

Tenemos asignadas una veintena de escuelas refugio, escuelas que cuando no hay escaladas de violencia funcionan como colegios y cuando sí la hay, funcionan como refugios

Las escuelas refugio cuentan con pozos de agua, duchas, mantas, colchones, además de los servicios de una escuela normal, según explica la directora ejecutiva de UNRWA España, quien recalca que "no todas las escuelas estaban preparadas para acoger a este número tan elevado de población", que se espera que siga creciendo.

El Gobierno israelí también ha cortado el suministro de agua potable a Gaza, donde el 95% de las aguas subterráneas están contaminadas.

"Tenemos agua y alimentos para unos días, pero si Israel no abre los pasos fronterizos, lamentablemente nos vamos a quedar sin suministros para poder seguir atendiendo a la población", admite Martí. "Todo va a depender del número de personas que lleguen a nuestros refugios", recalca.

Desde Media Luna Roja, Farsakh asegura que las miles y miles de personas desplazadas dentro de Gaza necesitan "urgentemente alimentos, ayuda humanitaria y productos muy básicos para poder vivir".

"En la Franja de Gaza, la situación humanitaria está muy degradada debido a los continuos ataques aéreos israelíes", explica la portavoz, quien añade que el suministro eléctrico en Gaza "solo está disponible cuatro horas durante el día". "Esto está afectando a los hospitales, que dependen de los generadores de apoyo", recalca.

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