La sequía provocada por la falta de lluvias en nuestro país ha provocado que la situación del campo se agrave. La cosecha de cereales de invierno se da por perdida en muchas zonas, faltan pastos para alimentar al ganado y cultivos como frutales, olivos y viñedo están sentenciados en buena parte de la península, donde no hay agua ni para riegos de urgencia.
"En esta zona, en lo que llevamos del año 2023, llevamos solamente 32 litros, entonces, aunque son cultivos que tienen cierta resistencia a la sequía, este campo posiblemente no tenga ni siquiera cosecha", explica a TVE David, agricultor en Tudela, Navarra.
David habla ya de daños irreversibles en estos campos de cebada de invierno al sur de Navarra. Ya van dos años de sequía, pero como la actual, dice, ninguna. Hay pocas plantas, solo brotan hierbas y amapolas, y no se podrá cosechar.
"Un secano, que muchas hectáreas se pueden quedar incluso sin cosecha y un regadío con muchísima incertidumbre", añade.
Una situación que se repite en otros cultivos como el de los campos de maíz. Necesitan agua regularmente, pero los canales, o tajaderas, como los conocen en esta comarca de la ribera navarra. van vacíos. Javier, otro agricultor, mira con preocupación las pocas reservas con que cuentan.
"Hay un atasco de una semana, que fui ayer a pedir agua con cuatro tajaderas en el mes de abril. Eso no lo había conocido nadie", explica Javier.
A unos 45 kilómetros de esta zona, ya en tierras de Aragón, la situación no es mejor. "¿Ves? La tierra está seca", se lamenta un agricultor mientras mira los cultivos.
Mundo rural - Sequía que atraviesa el campo español y sus posibles soluciones - 21/04/23 - escuchar ahora
Las Comunidades comienzan a tomar medidas
Los agricultores que riegan 90.000 hectáreas con el agua del Canal de Bárdenas, que también abastece a la ciudad de Zaragoza, no saben si podrán cultivar el cereal de verano. Ahora sería el momento, dicen, pero necesitan lluvia.
"Tienen que ser muy prudentes ante esta situación porque la dotación que tenemos es insuficiente", explica el presidente de la Comunidad de Regantes del Canal de Bárdenas, José María Vinué.
En La Rioja, la cuenca del Iragua es la más comprometida. Nueve comunidades de regantes se tienen que repartir los nueve hectómetros cúbicos que hay, unas tres veces menos de lo que debería haber de media.
"Una quiebra técnica, porque plantar un árbol y que te dé fruto pueden pasar... tres años, cinco, siete años", dice el presidente de la Comunidad de Riegos de Logroño, Manuel Ramírez.
Mientras tanto, algunas comunidades toman medidas. El bajo caudal de los ríos ya ha hecho que Gobiernos como el de Cantabria propongan suspender la pesca fluvial para conservar sus recursos.