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La quiebra de Silicon Valley Bank agita el miedo de otra crisis financiera y cuestiona la política de los tipos de interés

DIANA FRESNEDA
10 min.

La quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) ha puesto los tipos de interés en el punto de mira, ante el temor a que se produzca una nueva crisis financiera. La histórica subida de los últimos meses ha sido uno de los desencadenantes del colapso de la entidad y, paradójicamente, esto a su vez podría ser el punto de inflexión en el ciclo de alza de tasas iniciado con motivo de la guerra en Ucrania y que, entre otros, ha disparado el euríbor hasta el 3,5% en febrero y las hipotecas unos 300 euros mensuales de media.

Tanto es así que los mercados de futuro ya apuntan a un cambio en las decisiones de política monetaria de los bancos centrales, con el fin de devolver la estabilidad financiera. Según los expertos consultados, tanto la Reserva Federal (Fed) como el Banco Central Europeo (BCE) podrían frenar el ritmo de subidas de los tipos de interés o, al menos, hacer que estas sean menos agresivas en los próximos meses.

Sin embargo, no deben perder de vista la inflación, que en 2022 alcanzó su nivel más alto de las últimas tres décadas y aún se encuentra muy lejos del objetivo del 2% marcado. “Los bancos centrales lo tienen ahora todavía más complicado porque tienen un doble objetivo: por un lado, el de aplacar la inflación, de ahí la subida de tipos de interés; pero tampoco pueden descuidar la estabilidad financiera”, advierte en una entrevista en el Canal 24 Horas de TVE el director de coyuntura de Funcas, Raymond Torres.

Los hechos se remontan al pasado miércoles, cuando el SVB anunció una ampliación de capital para tratar de hacer frente a dificultades financieras. Esta situación llevó a muchos clientes a retirar sus fondos, lo que provocó caídas en las bolsas de más del 60%. La situación se agravó y el Departamento de Protección Financiera e Innovación de California tomó las medidas que ya se conocen: procedió al cierre de la entidad por falta de liquidez y tomó el control de los depósitos, lo que sembró el caos en el sistema bancario en Estados Unidos y en las bolsas de todo el mundo.

La Fed cambia el discurso en apenas una semana

Antes del colapso del Silicon Valley Bank, los futuros sobre fondos federales avanzaban una subida de tipos de interés de 25 y 50 puntos básicos para la reunión del 22 de marzo del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés). El presidente del organismo, Jerome Powell, llegó incluso a señalar la pasada semana que están preparados para acelerar las subidas de tipos -que actualmente se encuentran en el 4,5%-4,75%- si los datos económicos así lo justificaban.

Apenas una semana después la foto ha cambiado radicalmente: “Ahora lo que se plantea son dos posibilidades: con una probabilidad del 80%, una subida de 25 puntos básicos; pero ya se está empezando a hablar con un 20%, y está cogiendo fuerza durante las últimas horas, que ni siquiera haya subida de tipos: que se mantenga la expectativa y que, si se estabiliza el mercado, vuelva a actuar ya de cara a las reuniones de mayo, junio y julio”, explica el analista de XTB, Joaquín Robles.

Ante la quiebra de SVB: "La banca europea es mucho más fuerte"

El grupo de banca de inversión y valores Goldman Sachs van más allá y, si antes de la quiebra de la entidad pronosticaban una subida de 25 puntos básicos, ahora la descartan. "A la luz de la tensión en el sistema bancario, ya no esperamos que el FOMC realice una subida de tipos en su próxima reunión del 22 de marzo", anticipó en una nota publicada este domingo.

Precisamente este martes se ha hecho público el dato del IPC de Estados Unidos, que cerró en febrero en el 6%. Se trata de una caída de cuatro décimas con respecto a enero y la octava consecutiva, lo cual podría terminar de inclinar la balanza hasta una política monetaria menos agresiva.

“Desde luego, es la gran pregunta que se están haciendo ahora mismo los inversores: si se trata de un hecho aislado o es un problema a mayor escala”, apunta Robles, quien sin embargo descarta que se contagie a otras entidades del Viejo Continente o se repita una crisis financiera global como la de Lehman Brothers. "El Tesoro americano ha puesto a disposición de los inversores 25.000 millones de dólares precisamente para eso, para evitar el pánico y que no acudan al banco a retirar sus depósitos con miedo a que pueda ocurrir algo similar que entonces".

El BCE será el primero en actuar

Pero antes de que la Fed tome decisiones, esta semana le toca el turno al Banco Central Europeo. El Consejo de Gobierno del supervisor se reúne este jueves y deberá decidir cómo actuar ante el colapso de la entidad americana. “Es complicado porque tenemos un problema de inflación y no disponemos de una semana más como tiene la Reserva Federal”, que precisamente son “los que han tenido el problema en su territorio”, afirma en una entrevista en RNE el director de Estudios Financieros de Funcas, Santiago Carbó. En su opinión, es probable que ellos sí se replanteen un cambio en su hoja de ruta, “pero aquí nos va a pillar un poco cerca”, añade.

24 horas - Santiago Carbó, economista: "Hemos aprendido de 2008" - Escuchar ahora

En este caso, los mercados esperaban una subida de los tipos -actualmente en el 3%- de entre el 0,25% y el 0,5%. Y, según los expertos consultados, lo normal es que se mantenga: “El BCE tiene que confiar en su hoja de ruta, ya que no tiene prácticamente tiempo y hasta ahora no se ha visto afectada ninguna entidad o los movimientos internacionales de capitales más allá del gran impacto en las bolsas”, añade Carbó.

En la misma línea, Torres asegura que “lo más probable” es que esta semana el supervisor europeo “mantenga la subida de medio punto que se había anticipado” porque “sencillamente tendría un problema de credibilidad el hecho de no hacerlo”. No obstante, sí prevé que “cambie su discurso a raíz de lo que está pasando en los mercados financieros y no anuncie nuevas subidas de tipos o, por lo menos, no las cuantifique”.

Además, añade, cree que es posible que “modere algo que es muy importante para nosotros para la economía española: su discurso en relación a los bonos, los títulos de deuda pública que tiene en su balance”. “Se había vaticinado una reducción de ese balance en bonos públicos, pero posiblemente no lo mencione en esta ocasión o, por lo menos, retrase esa política, porque eso añadiría todavía más presión en los mercados en un momento en que hay muchísima volatilidad y esto puede afectar la economía”.

El euríbor cae con fuerza

Por si fuera poco, el euríbor a 12 meses, el principal indicador al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas a tipo variable en España, registró este martes una caída diaria de 0,34 puntos básicos, hasta el 3,509%. El indicador había mantenido su tendencia alcista durante los primeros días de marzo -alcanzando un máximo desde noviembre de 2008 al situarse en el 3,978%-; sin embargo, el pasado viernes, coincidiendo con las primeras señales de alarma relacionadas con el Silicon Valley Bank, comenzó a descender.

El índice reacciona así a una posible relajación de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, lo cual podría tener un efecto inesperado en las economías de las familias: una caída del euríbor, como consecuencia del colapso del Silicon Valley Bank y el freno en el ciclo de alza de tasas, llevaría a paralizar el repunte en las hipotecas variables, que desde hace un año ahoga a muchos hogares.

De momento, y a falta de conocer qué decisiones tomará el BCE, el euríbor ha abandonado su asalto al 4%, que estuvo cerca de alcanzar la pasada semana, y se sitúa ya cerca de medio punto por debajo de ese nivel. No obstante, todavía se encuentra muy lejos de los niveles en que se movía hace un año, antes del inicio de la guerra y la escalada inflacionista.

Los tipos de interés colapsaron el Silicon Valley Bank

Lo cierto es que cuando la inflación se disparó y los bancos centrales movieron ficha con históricas subidas de tipos de interés, se dijo que los balances de las entidades bancarias se verían beneficiados, porque ganarían más. Así ha ocurrido en España, tal como se ha demostrado con los resultados bancarios de 2022.

Sin embargo, entonces pasó inadvertido que el repunte de las tasas también podría poner en un aprieto a algunos bancos. Sin ir más lejos, al Silicon Valley Bank, quien había invertido el exceso de liquidez logrado durante la crisis de la COVID-19 en bonos del Tesoro a largo plazo, los cuales se encarecen con la subida de tipos.

Este encarecimiento llevó a los inversores a retirar dinero para satisfacer sus necesidades de liquidez, en lugar de acudir al mercado bursátil. Con el fin de cumplir con los retiros de los clientes, el SVB decidió deshacerse de 21.000 millones de dólares (19.671 millones de euros) en bonos del Tesoro en los que había invertido años antes y tuvo que asumir una pérdida de más de 1.800 millones de dólares (1.704 millones de euros).

Las alarmas saltaron el pasado jueves, cuando el Silicon Valley Bank anunció una gran ampliación de capital de 1.750 millones de dólares (1.656 millones de euros) para cubrir esas pérdidas. Ese mismo jueves, las acciones del banco se hundieron un 60%, lo que provocó una desbandada de inversores: en 24 horas salieron 42.000 millones de dólares (39.362 millones de euros) de la entidad. Este movimiento generó grandes caídas en las acciones de SVB por segundo día consecutivo, que terminaron arrastrando unas pérdidas del 68%.

Los expertos advierten: “Lo importante es calmar al mercado”

Ante este contexto de incertidumbre, los expertos consultados aseguran que lo importante ahora es “calmar al mercado”. “Es necesario calmar este nerviosismo que se ha desatado durante las últimas sesiones y, a partir de ahí, volverse a centrar en el principal objetivo, que es la estabilidad de los precios y el control de la inflación”, señala el analista de XTB.

La quiebra del Silicon Valley Bank abre el debate sobre la regulación financiera

Raymond, por su parte, cree que el colapso del SVB en Estados Unidos es "realmente inverosímil que ocurra aquí, porque no existe en ese tipo de bancos con un negocio tan concentrado en un solo sector", en este caso, de sturtups tecnológicas. No obstante, sí insta a "ser muy prudentes", sobre todo en lo que respecta a la llamada banca en la sombra, la cual está conformada por fondos de inversión, aseguradoras o fondos de pensiones. "Están relativamente expuestos a la subida de tipos de interés, al endurecimiento de la política monetaria y, por lo tanto, recomendaba ya el BCE en otoño del pasado año que se estrechara la vigilancia de esta banca en la sombra", añade.

Así, apuesta por "reforzar los cortafuegos y la vigilancia de esa banca en la sombra y, en general, al sector financiero", y recuerda que una parte del colapso del Silicon Valley Bank está relacionado con "la falta de vigilancia". "La administración Trump relajó los controles al sector financiero y precisamente este banco que ha quebrado pudo crecer al calor de esa reforma regulatoria", concluye.

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