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Irán y Arabia Saudí acuerdan retomar sus relaciones diplomáticas con la mediación de China

  • Ambas potencias regionales rompieron en 2016 tras la ejecución de un líder chií en Arabia Saudí

  • Pekín se apunta un tanto diplomático global que abre nuevas posibilidades en Oriente Medio

MIGUEL CHARTE
4 min.

Irán y Arabia Saudí han acordado restablecer relaciones diplomáticas, rotas en 2016, gracias a la mediación de China, según un comunicado trilateral hecho público este viernes.

"Tras las conversaciones, la República Islámica de Irán y el Reino de Arabia Saudita acordaron reanudar las relaciones diplomáticas y reabrir embajadas y representaciones en un plazo máximo de dos meses", expresa el comunicado, difundido por agencias de los tres países.

Ambas partes acuerdan respetar su soberanía, no interferir en asuntos internos, y activar la cooperación de seguridad que estaban en vigor en 2001, así como un acuerdo anterior de inversiones y comercio.

Los tres países además expresan su voluntad de "ejercer todos los esfuerzos para mejorar la paz y la seguridad regional e internacional".

El Ministerio de Exteriores chino de momento no ha hecho ningún comentario.

En la primera reacción de Estados Unidos, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional ha dado la bienvenida a cualquier esfuerzo que contribuya a poner fin a la guerra en Yemen y a "desescalar las tensiones" en Oriente Medio.

Cuatro días de negociaciones en Pekín

Desde abril de 2021, Irak ha acogido una serie de reuniones entre funcionarios de seguridad de las dos potencias rivales para buscar un acercamiento.

El acuerdo final ha sido negociado en Pekín entre el 6 y el 10 de marzo entre Ali Shamjani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, y el consejero de Seguridad Nacional saudí Musaed bin Mohammed Al-Aiban.

Por parte de China firma el acuerdo Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Partido Comunista, y el diplomático de más alto nivel en el país.

Las reuniones se han mantenido en secreto hasta darse a conocer su resultado final, este viernes.

En la declaración conjunta, Riad y Teherán agradecen la colaboración de Irak y Omán por albergar las conversaciones en 2021 y 2022, y "a los líderes y al gobierno" de China por albergarlas igualmente y apoyarlas.

Ruptura en 2016 y competición regional

Ambos países rompieron relaciones en 2016, a consecuencia de la ejecución, en Arabia Saudí, del clerígo chií Nimr Baqir al Nimr, que provocó airadas protestas en Teherán, con el asalto de la embajada saudí.

Meses antes, los saudíes encabezaron una coalición militar de 10 países, entre ellos cinco del Consejo de Cooperación del Golfo, para intervenir en la guerra civil de Yemen en contra de los rebeldes hutíes, también chiíes, y vistos por Riad como aliados e instrumento de Teherán.

Arabia Saudí e Irán son potencias políticas regionales y dos de los mayores productores de hidrocarburos del mundo, además de contener en su subsuelo enormes reservas. Ambos países además aspiran a liderar a las dos principales facciones religiosas del Islam: la suní en el caso de Arabia Saudí, y la chií en la de Irán.

Irán extiende su influencia a Líbano (a través de Hizbulá) y a Siria, donde apoya al régimen de Bachar al Asad. Por su parte, Arabia Saudí ha tejido alianzas con otros países del área, en especial los del Golfo, pero también con Israel.

Posibilidades para Oriente Medio y éxito para China

La restauración de relaciones diplomáticas es un primer paso, pero podría abrir muchas posibilidades políticas en Oriente Medio y en Asia. Por ejemplo, respecto al acuerdo para controlar el programa nuclear de Irán, o para buscar un final de la guerra civil en Yemen, que ha originado una de las crisis humanitarias más acuciantes del planeta.

También es un éxito para la diplomacia de China y para su política exterior y económica. China tiene intereses en garantizar la seguridad tanto del suministro de hidrocarburos como de las rutas de transporte de energía y mercancías que recorren el Índico, el Golfo Pérsico y el mar Rojo.

El pasado diciembre, el presidente chino, Xi Jinping, visitó Riad con la intención de inaugurar "una nueva era" en las relaciones con los países árabes.

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