La Ministra de Igualdad, Irene Montero, ha reconocido que la negociaciones con el PSOE para llegar a un acuerdo sobre la reforma de la ley del 'solo sí es sí' no se están produciendo ahora mismo y que no ha mantenido ninguna conversación con la ministra de Justicia Pilar Llop desde el pasado martes. La ministra insiste en que ella no se ha "levantado de la mesa" pero mantiene como línea roja el consentimiento.
"Yo deseo poder negociar cuanto antes porque deseo dar una respuesta unitaria a las víctimas. Yo no me he levantado de la mesa" con tal de mantenerse en el modelo del consentimiento, ha explicado Montero en una entrevista en la Cadena Ser al ser preguntada por el estado de las negociaciones entre las dos partes del gobierno de coalición. Además, ha dicho que espera un acuerdo "antes de la tramitación parlamentaria" de la reforma del PSOE, "antes de dar alas a PP y a Vox".
Respecto a su relación con la ministra de Justicia ha explicado que llevaban "meses hablando e intercambiando propuestas por escrito, porque era fundamental dar una respuesta unitaria como gobierno" y ha recordado que "línea roja estaba en no volver al Código Penal de La Manada". Igualdad, ha asegurado, ha intercambiado "hasta seis propuestas" para reformar el Código Penal en función de los "requisitos que eran importantes para el PSOE", como subir las penas mínimas, pero para la titular de este Ministerio "volver a lo anterior es incomprensible".
Sin embargo, desde el martes, cuando la titular de Justicia declaró en una entrevista que "con una herida ya se puede probar que ha habido violencia" en una agresión sexual, ambas ministras no han vuelto a mantener ningún contacto, según Montero.
Dice que con Campo "no estaba" la "discrepancia política" que tiene con Llop
La titular de Igualdad ha insistido en la existencia de una "discrepancia política" que, según ha asegurado, con el anterior ministro de Justicia, Juan Carlos Campo "no estaba". Asimismo, ha reconocido que no se esperaba que el PSOE "volviera al modelo penal anterior".
En cuanto a las manifestaciones de Pilar Llop de que desde el Ministerio de Igualdad se está "confundiendo" a la opinión pública, Montero ha respondido: "La idea del calvario probatorio no es mía". Y ha afirmado en que las feministas no pidieron un "cambio de nombre" para que todo fuera considerado agresión, sino que el modelo fuera el del consentimiento.
Preguntada sobre si la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo le había advertido de posibles consecuencias de rebajar las penas, Montero ha reconocido que sí, pero únicamente sobre rebajar las penas máximas: "Por eso las mantuvimos".
Respecto a si se ha sentido desautorizada en el Gobierno, ha dicho: "Yo he tenido muchas discrepancias, forma parte de la normalidad". Y sobre si debería pedir perdón a las víctimas de agresiones sexuales, ha afirmado: "Si como Estado tenemos que pedir perdón, por supuesto que lo haré, la empatía va por delante, pero hay que contar la verdad".
La ministra ha asegurado que cuenta con el apoyo de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que le ha transmitido que "el consentimiento tiene que estar en el centro". Y ha descartado romper el Gobierno de coalición: "No sé si podríamos haber construido otra cultura de gobierno de coalición, pero no vamos a poner en riesgo lo que los ciudadanos votaron".