El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha asegurado que PSOE y Unidas Podemos están “de acuerdo en dos cosas” relativas a la reforma de la ley 'solo sí es sí', que son mantener el consentimiento en el “centro” de la norma y que “no se pueden repetir las rebajas de penas”. El ministro ha instado a sus socios de coalición de Unidas Podemos a “buscar una solución para que se termine de una vez por todas” con este problema.
Este miércoles, las ministras de Justicia e Igualdad, Pilar Llop e Irene Montero, han suspendido sus agendas e intensificado las conversaciones. “Estamos en un momento clave de la negociación”, ha asegurado Bolaños en declaraciones a los medios, en las que ha añadido que están trabajando los equipos técnicos de Justicia e Igualdad “para conseguir una regulación que sea impecable desde el punto de vista legal”.
El ministro se ha pronunciado así el mismo día en que la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, ha asegurado en TVE que al PSOE le “tiemblan las piernas” ante la “presión” del PP, ha insistido en que el problema de la ley es la “incorrecta aplicación” por parte de algunos jueces y en que ninguna reforma va a “corregir la rebaja de penas”.
En este sentido, el ministro ha recalcado que el PSOE “tiene más de 140 años de historia” que ha dedicado a “conseguir lo que está consiguiendo” y que el Gobierno trabaja para que “España avance y haya más derechos y libertades, mejor economía, más empleo y menos precariedad”. “Llevamos más de un siglo haciéndolo y vamos a continuar haciéndolo”, ha determinado.
Diferencias sobre la violencia y la intimidación
La propuesta del PSOE para su reforma es retomar las penas previas a la ley para los casos de violencia e intimidación, algo que el portavoz parlamentario socialista, Patxi López, justificó este martes al asegurar que es “la única forma para atajar las condenas”. Con todo, el PSOE ha reiterado en múltiples ocasiones que "no se va a tocar una coma" en lo referido al consentimiento.
Pero Unidas Podemos no está de acuerdo con esto y ha advertido de que "tocar el corazón de la ley es totalmente inasumible”. Precisamente, la ministra de Igualdad, Irene Montero, reconoció este martes que existían "discrepancias" con el PSOE al respecto.
“El corazón de la ley no es que ponga la palabra consentimiento, sino que eliminamos el modelo basado en la violencia y la intimidación” y ahora “quien tiene que demostrar que la mujer consintió es el agresor”, no la víctima cuando le preguntan si “cerró bien las piernas”, ha asegurado Belarra. “No puede ser que la responsabilidad recaiga en la víctima y que tenga que demostrar que hubo violencia o intimidación”, ha zanjado.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha asegurado este miércoles que le consta que "se está negociando" la reforma de una ley "de extraordinaria importancia para el país", y ha avisado: "Lo importante es que respetemos el consentimiento tal y como nos demanda el propio Convenio de Estambul". Con todo, ha destacado que es "una ley muy positiva" y que tiene como objetivo principal "ensanchar los derechos de las mujeres".
Así, ha asegurado que "nada le gustaría más que alcanzar un acuerdo" entre Unidas Podemos y PSOE, algo sobre lo que se ha mostrado optimista al subrayar que la coalición "va a seguir gobernando". Por tanto, ha llamado a la discreción en la negociación y ha evitado trasladar su opinión sobre aspectos técnicos de la normativa.
Algunos socios parlamentarios del Gobierno se han mostrado dispuestos a apoyarla siempre y cuando no se toque el eje central del consentimiento, como ERC, Más País, Compromís o EH-Bildu. El PNV prefiere esperar a conocer el contenido de la reforma para pronunciarse. Mientras, los 'populares' han ofrecido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sus votos en el Congreso para reformar la ley aunque no tenga el consenso en su Consejo de Ministros ni con sus socios parlamentarios.