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Radiografía de la sanidad | Listas de espera

La España que espera cita: el deterioro de un sistema donde se necesitan más de dos meses para ver a un especialista

  • Analizamos los datos de las CC.AA., que han vuelto a niveles de prepandemia, y hablamos con pacientes y especialistas

  • Neurología, digestivo o dermatología son los servicios que más días acumulan en la media nacional

SOFÍA SOLER / CRISTINA POZO (DatosRTVE)
12 min.

Los españoles esperamos de media más de dos meses para conseguir una primera consulta con un médico de atención hospitalariaSon 79 días desde que nos derivan desde nuestro centro de salud, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, de junio de 2022, con información de todas las comunidades autónomas. La cifra supone una 'vuelta a la normalidad' de antes de la pandemia y se trata, como decíamos, de un promedio, porque las demoras a nivel nacional se disparan en los servicios de neurología, digestivo o dermatología, y se dan importantes diferencias entre los territorios. ¿Cómo afectan estas listas de espera a la salud de la población?

Pacientes con alzhéimer sin cita para el neurólogo

"Me han empeorado las migrañas, así que la doctora del centro de salud vio oportuno derivarme al neurólogo. Pedí cita en julio de 2022 y hasta finales de diciembre no me ha llegado la información. Tengo la cita a finales de marzo", cuenta Nahia, una joven andaluza que no dudó en reclamar en su centro de salud para intentar adelantarla, sin éxito. Esperará ocho meses, algo más de los cinco que tienen que pasar de media para que un andaluz acceda a una primera consulta con neurología.

El embudo puede marcar el seguimiento de aquellas personas que ya están diagnosticadas de enfermedades como el alzhéimer. "Una compañera de la asociación de afectados de Motril todavía no ha visto al neurólogo de la Seguridad Social desde 2015 que la diagnosticaron. En Andalucía, las personas con un deterioro cognitivo leve no tenemos derecho a seguimiento", denuncia José Antonio, que también sufre esta demencia. Ambos han podido participar en ensayos clínicos de fármacos, donde sí hay un control por especialistas, pero ahora que las pruebas de ella han terminado, volverá a intentar conseguir una cita por la vía ordinaria.

La Organización Mundial de la Salud señala el alzhéimer como la "epidemia del siglo XXI", y ha pedido a los países envejecidos como España que dispongan los medios para darle respuesta. Sin embargo, neurología es la especialidad con más tiempo medio de espera, de 97 días. Le siguen digestivo y dermatología, con 84 días, desbancando a traumatología, que en los últimos años había sido la más demandada.

"En Andalucía lo que ha sucedido es que durante 40 años no se dotó a los hospitales comarcales de neurólogo", justifica el presidente de la Sociedad Andaluza de Neurología, Jesús Romero Imbroda, que confía en que se subsane en los próximos años. Coincide en su análisis con la Sociedad Española de Neurología. "Tiene que aumentar en dotación porque las enfermedades neurológicas están creciendo. Cada vez vivimos más y, aunque cada vez retrasemos un poco su aparición, el alargamiento de la vida nos desborda", comenta José Miguel Láinez, que encabeza la asociación nacional. "El tiempo consume cerebro", agrega el facultativo. "Es bien conocido que un dolor de cabeza, si se cronifica, se hace más refractario a la medicación. Un alzhéimer o un Parkinson, si se tratan más precozmente, evolucionan mejor…".

'Atajos' por las unidades de diagnóstico rápido

Con todo, la mayor demora para medicina hospitalaria en España se da en Cataluña: 162 días de espera para ser derivado al urólogo, solo un día más que neurología en la sanidad andaluza. ¿Supone esto un riesgo para posibles pacientes de cáncer de próstata?

"Si el médico de cabecera sospecha que hay una posible neoplasia [tumor, benigno o canceroso] por un aumento importante del PSA [antígeno prostático específico], a ese paciente normalmente se le deriva a las unidades de diagnóstico rápido y no se demora en exceso. El acceso a un urólogo para una patología convencional, en según qué zonas de Cataluña, sí se puede demorar", responde a este respecto el doctor Francesc Vigués, jefe de servicio del Hospital de Bellvitge y miembro de la Sociedad Española de Urología.

Cuatro meses para ver a un digestivo: "Me veo consumido"

Los datos dejan ver grandes diferencias entre comunidades. Las listas de espera reflejan el registro de pacientes pendientes de intervención o consulta, donde una persona debe ingresar en el momento de la prescripción, un criterio único establecido por Sanidad. El ministerio recopila, estandariza y publica estas cifras que permiten su comparación por regiones, aunque no son inusuales denuncias de ‘maquillaje’ de datos como las publicadas en elDiario.es. Y es que las listas de espera son una parte fundamental del funcionamiento del sistema sanitario y de la valoración que de él hacen los ciudadanos.

"Digestivo me ha dado cita para el 15 de marzo, sabiendo desde diciembre lo que me pasa. Solo queda tratarme", relata Antonio, quien ha perdido 40 kilos desde marzo del 2022 por vómitos continuos y un profundo malestar en el estómago. El diagnóstico, finalmente, se lo ha proporcionado su médica de familia en Canarias, tras conseguir que le hicieran una gastroscopia: hernia de hiato y gastritis crónica. Sin embargo, él todavía no ha podido hablar con un gastroenterólogo. "Sin comer ni beber, me pongo a vomitar. Me veo consumido y eso me choca, ¿cuándo voy a parar de adelgazar sin querer?", se pregunta.

Los cuatro meses de espera no son un caso aislado en Canarias. Antonio está en medio de una tormenta. Por un lado, la suya es la segunda comunidad con más esperas para acudir al digestivo, con 128 días de media, frente a los 84 del promedio nacional y solo por detrás de los 131 días de Extremadura. Por otro, el problema en el archipiélago no se limita a ese servicio: más del 50% de los pacientes canarios esperan más de 60 días para todas las especialidades. Para dermatología, neurología u oftalmología el porcentaje supera el 90%.

Años de espera en dermatología

"— ¿Sabes para cuándo me han dado la cita del dermatólogo? Para el 10 de abril"

— Pues, qué suerte, ¡tampoco es tanto!"

— No, no, ¡para abril del 2024!"

Eva reproduce la conversación que mantuvo recientemente con su madre, de más de 70 años, por unas manchas que le han salido en la piel. Más allá de las marcas típicas de la edad, nos cuenta, estas le pican y están creciendo, por lo que prefieren consultarlo para descartar un melanoma u otros cánceres de la piel. "A lo mejor no es nada, pero si es algo y no te lo tratan en su debido momento…", comenta la hija.

Tras las primeras dificultades para obtener cita en el centro de salud de la Comunidad de Madrid por la huelga, ahora tendrán que esperar más de dos años hasta la exploración. Con otros especialistas ha tenido más suerte. "En menos de un mes o mes y medio, ya ha tenido la cita con el cardiólogo", compara Eva. Y es que dermatología es la rama en la que es más habitual que haya pacientes en larga espera en España. A más del 60% les toca esperar más de dos meses. Le siguen oftalmología (57%), traumatología (53%), neurología (53%) y digestivo (52,5%).

Desde la Academia Española de Dermatología (AED), explican el atasco por diversos motivos. Las enfermedades de la piel han aumentado con el envejecimiento de la población y unos hábitos de exposición al sol más agresivos por el cambio climático. Además, existen más tratamientos para patologías como la psoriasis, al tiempo que ha crecido la preocupación por los problemas dermatológicos, tanto por razones de salud como estéticos. Y aunque las plantillas de dermatología han crecido mucho en los últimos años, hay plazas que siguen siendo complicadas de cubrir por la competencia de la práctica privada, mucho mejor remunerada.

"Hasta que no seamos capaces de no derivar una gran cantidad de cuestiones más banales y estéticas, que saturan las consultasafirma el doctor José Manuel Carrascosa, vicepresidente de la AED. Él pide un "pacto" de las autonomías para establecer criterios de prioridad y hacer más atractiva la trayectoria de los dermatólogos dentro del sistema público de salud. "Tienes que garantizar que se vaya rápido con los pacientes que tienen cosas graves", afirma, sin olvidarse de las enfermedades de transmisión sexual. "Si en venereología tienes lista de espera, garantizas que no sirve para nada".

Abocados a buscar un diagnóstico en la medicina privada

"Llegué ya con el ojo bastante dañado. A día de hoy, no sé si tendría tantas cosas si no hubiera esperado tanto. En esta enfermedad un año es muchísimo", afirma Noemí, ahora diagnosticada de uveítis. En la Comunidad Valenciana, la joven tuvo que esperar cerca de un año desde que acudió en su pueblo al médico de cabecera por las "manchitas" que veía, hasta que le derivaron a un oftalmólogo que identificó la inflamación en la capa intermedia del ojo.

Desde la Asociación de Pacientes de Uveítis reconocen que los retrasos en esta especialidad son tan habituales que buena parte de sus miembros han sido diagnosticados en clínicas privadas y, si es en la red pública, a través de urgencias oftalmológicas. Pero la suya es una patología minoritaria y los facultativos expertos suelen encontrarse en la sanidad pública. Así, Noemí cuenta que, en cuanto se le diagnosticó, se la incluyó en la unidad específica del Hospital General de Alicante, donde la atención ya es siempre rápida.

La alternativa del médico privado suele sobrevolar las conversaciones sobre listas de espera, especialmente, en dermatología y oftalmología. Pero muchos o no se lo pueden permitir o no lo ven como una solución cuando hay un problema grave. "Hay una cuestión ética también, preferiría no ir a la privada", reivindica, por su parte, Antonio desde Canarias, por sus problemas digestivos.

La lista de espera para operaciones: 113 días de media

Víctor ha tenido que pasar por hasta cuatro neurocirugías para tratar de controlar la epilepsia que padece desde los ocho años. "Era muy joven y tenía muchas crisis", cuenta agradecida María Luisa, su madre, sobre las operaciones que se sucedieron en 2015, 2016, 2017 y 2018, con tiempos de espera de en torno al año. "Yo no me quejo mucho porque oyes a gente que tarda tanto… y tampoco estas intervenciones son para hacerlas cada dos o tres meses".

Pero la situación se ha ido deteriorando en los últimos años. Neurocirugía en Aragón arroja la mayor espera media del país con 533 días, es decir, más de un año y cinco meses, frente a los 200 de la media nacional. El dato también contrasta con los 126 días que la misma autonomía registraba en 2012 y que ha ido aumentando paulatinamente.

Y esa tendencia se repite en todo el país y en muchas otras especialidades. Como ocurría en las consultas, se está volviendo a niveles ‘prepandemia’ en las listas de espera para ser operado en España. Sin embargo, todavía hay que esperar 113 días de media para acudir a una operación, casi cuatro meses, un dato muy por encima de los 61 días hasta los que se bajó en junio de 2010. Lo más alto del ranking hoy lo ocupa la cirugía plástica, con 226 días para operarse.

Ismael, también paciente de epilepsia en Aragón, aguarda desde 2020 a que sus médicos den el visto bueno a una operación, para la que luego se sumará a la lista de espera. "Es un fastidio para el día a día, para encontrar trabajo…", afirma sobre su enfermedad y deseando que den finalmente con la tecla que acabe con sus crisis. Actualmente, en España, el 18% de la población que espera a ser operada aguarda más de seis meses, cuando llegó a estar por debajo del 5% en 2010. En lo peor de la pandemia, en cambio, el porcentaje llegó al 34%.


Desconocimiento sobre los plazos máximos que marca Sanidad

Pero el servicio no ha empeorado en todos los campos. Para reducir las listas de espera, al menos en intervenciones críticas, el Ministerio de Sanidad fijó en un real decreto de 2011 un máximo de 180 días para realizar cirugías cardíacas valvulares, cirugías cardíacas coronarias, cataratas, prótesis de cadera y de rodilla. Según los últimos datos, las comunidades han cumplido por lo general con los plazos, aunque sí se han registrados retrasos con las prótesis de cadera (en Aragón, Canarias y Castilla y León) y con las de rodilla (en Canarias).

"Desde septiembre estoy esperando una ablación, una especie de raspado de una zona del corazón que se supone que me va a mejorar la arritmia. He mirado en la ley y mi prueba no está contemplada en los plazos", comenta Florencio desde Andalucía, que comprende que su intervención no es tan urgente como otras e insiste en lo agradecido que se siente por todas las pruebas y tratamientos prestados desde la sanidad pública.

La comunidad autónoma en la que vive, Andalucía –como Aragón, Asturias, Extremadura, Galicia o País Vasco, por ejemplo– tiene leyes anteriores a la de Sanidad que incluyen más intervenciones para las que no se puede superar un tiempo de espera. Si eso ocurre, la administración puede optar por sufragarla en un centro privado o concertado. El problema está en que muchos pacientes desconocen que pueden reclamar este derecho y algunas fuentes critican que eso suponga un desvío de fondos a la sanidad privada.

"A mi madre le tienen que operar de juanetes desde julio y todavía no sabemos cuándo. Le han hecho las pruebas y todo, pero no nos dicen nada", sostiene Lucía, que también espera desde hace meses una consulta con el nefrólogo en Valencia. Pero su madre puede tener más suerte. La operación de hallux valgus o juanete es una de las intervenciones que Sanidad considera que es necesario monitorizar, junto a la de cataratas, el túnel carpiano o la hipertrofia benigna de próstata, entre otras.

De todas ellas, la de juanetes -que registraba la mayor espera hace una década- es la intervención que más ha minimizado el tiempo de espera desde 2003, aunque otras tres operaciones también han reducido sus tiempos (cataratas, quiste pilonidal y prótesis de cadera). No llevan la misma trayectoria los últimos procesos incluidos (prótesis de rodilla, cirugía cardíaca valvular, by-pass coronario, angioplastia percutánea transluminal -PCTA- e histerectomía). En todos ellos los tiempos de espera han aumentado respecto a diciembre de 2019, momento en el que se empieza a brindar la información.

Y la ola que viene podría ser mayor, advierten algunos facultativos. “Han disminuido cirugías porque se ha diagnosticado a menos pacientes”, aseguró a RTVE.es Francisco José Saez Martínez, del grupo de trabajo de Cronicidad de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. También el Ministerio de Sanidad prevé más casos de pulmón, mama y colon tras la pandemia de coronavirus. En definitiva, las autoridades sanitarias tienen ya las pruebas para el diagnóstico del sistema público de salud, el siguiente paso sería pautar el tratamiento. Aragón, Comunidad Valenciana o Madrid ya han anunciado sus planes al respecto.

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