Decenas de miles de fieles han despedido este jueves en el Vaticano a Benedicto XVI. La ceremonia ha sido inédita, ya que nunca en los últimos siglos un papa había presidido el funeral de otro papa emérito. Así, la jornada ha dejado imágenes insólitas, como la de Francisco frente al féretro de Joseph Ratzinger.
El papa Francisco, frente al ataúd de Benedicto AP Photo/Alessandra Tarantino
Uno de los momentos más emotivos de la jornada ha transcurrido en el final de la ceremonia, cuando los doce gentilhombres que trasladaban el féretro del papa emérito se han detenido frente a Francisco, que ha rezado y ha posado su mano sobre el ataúd durante unos segundos.
El papa posa su mano sobre el ataúd de Benedicto. VATICAN MEDIA / AFP
A la ceremonia, sobria y sencilla, como había pedido Ratzinger, han asistido cerca de 50.00 personas. Ha estado representada toda la jerarquía católica: 120 cardenales, 400 obispos y 4.000 sacerdotes.
Sacerdotes en la plaza de San Pedro durante el funeral EFE/EPA/FABIO FRUSTACI
La ceremonia ha sido muy similar a la de un papa reinante, aunque ha habido algunas diferencias, pequeñas pero importantes, ya que Benedicto renunció al papado hace casi una década. Por ejemplo, no ha sido un funeral de Estado y no ha habido delegaciones oficiales más allá de la de Italia y Alemania, su país natal, ni se han decretado los nueve días de luto tradicionales.
Varios clérigos preparan la Ecucaristía antes de la ceremonia fúnebre por el papa emérito EFE/EPA/VATICAN MEDIA
Aunque España no ha enviado una delegación oficial y por tanto no han acudido ni el presidente del Gobierno ni el rey, sí que han estado en San Pedro la reina Sofía y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que también asistieron a la capilla ardiente. Además de Sofía, las únicas representaciones reales europeas en la ceremonia han sido las de los monarcas de Bélgica, Alberto y Matilde.
La reina Sofía y el ministro Félix Bolaños, parte de la representación española EFE/FABIO FRUSTACI
Como ocurrió durante el último funeral papal, el de Juan Pablo II, en 2005, algunos asistentes han mostrado pancartas en las que se leía "Santo subito", mediante las que reclaman la canonización del papa fallecido.
Fieles en San Pedro despliegan una pancarta de "Santo Subito" EFE/EPA/ETTORE FERRARI
Entre los asistentes ha habido muchas mujeres, laicas y religiosas. También se ha visto una gran cantidad de banderas de Baviera, la región natal del papa emérito.
Muchas mujeres, laicas y religiosas, entre los asistentes al funeral AP Photo/Domenico Stinellis
Tras la ceremonia, los doce sediarios vaticanos han trasladado a hombros el féretro de nuevo al interior de la Basílica de San Pedro. Allí estuvo la capilla ardiente de Benedicto durante tres días en los que cerca de 200.000 personas acudieron a despedirse, y allí, concretamente en la cripta vaticana, reposará. Lo hará en una tumba discreta a ras de suelo, con pocos ornamentos, y que antes de ser canonizado había ocupado Juan Pablo II.
Los doce sediarios trasladan al interior de la Basílica de San Pedro el féretro de Benedicto. EFE/EPA/VATICAN MEDIA