Las zonas rurales en el este y el sur de Ucrania son el escenario de presuntos crímenes de guerra realizados por las tropas rusas. Un convoy de varias ONG como 'West Support' avanza entre vehículos blindados reventados por las bombas cerca de Jersón para recoger testimonios en las aldeas.
Además de en las grandes ciudades, la ocupación rusa también se dejó sentir con especial intensidad en estas zonas, a menudo alejadas de la atención mediática. Pueblos arrasados atestiguan la violencia de los combates que echaron a los rusos hace apenas dos semanas.
"Mi hijo Kril trabajaba recogiendo patatas para un colaboracionista. Desapareció y no sé nada de él desde hace dos meses, excepto que lo metieron en una habitación en la que encontraron charcos de sangre y un cuchillo partido", cuenta Dyuba.
Danilo, de 19 años, afirma que los rusos le dispararon desde un blindado y le atravesaron la pierna derecha con una bala.
Un rastro de destrucción
“Me clavaron un cuchillo en la pierna y lo retorcieron“
Hace dos semanas que los rusos se retiraron de Jersón, pero en los alrededores de la ciudad los combates han dejado un rastro de destrucción. Esta zona ha estado ocupada casi ocho meses y sus habitantes relatan historias terribles. "Me clavaron un cuchillo en la pierna y lo retorcieron", relata Serguéi, que denuncia que los rusos también le rompieron cuatro costillas en un interrogatorio.
Otra señora cuenta que se llevaron a su hermano porque era el alcalde. "Lo encontramos de noche en una cuneta con las manos atadas", explica su suegro, que asegura que le dieron una paliza tan brutal que ahora se debate entre la vida y la muerte en un hospital cercano.
Las pruebas se entregarán a la Corte Penal Internacional
Una vez que las tropas rusas se han retirado y los combates han cesado, es el turno de estas organizaciones defensoras de los derechos humanos para tratar de documentar los crímenes de guerra.
El director de esta misión de investigación, un militar estadounidense de origen ucraniano, asegura que enviará su trabajo a la fiscalía local y a la Corte Penal Internacional.
Asesinatos, violaciones y otros crímenes de guerra enumera este antiguo francotirador que sirvió en Afganistán y decidió cambiar radicalmente su vida para atestiguar ahora las atrocidades que se realizan en Ucrania. No solo las ONG están recabando información sobre los distintos crímenes de guerra que se pueden estar produciendo en Ucrania.
Una Comisión de la ONU ya visitó en junio varias localidades de las regiones de Kiev, Chernígov, Járkov y Sumy, concluyendo que Rusia había cometido crímenes de guerra en ese país, como la ejecución de personas detenidas.
A medida que las tropas ucranianas van liberando más territorios, observan más evidencias de las atrocidades que los rusos llevavan a cabo en las zonas ocupadas.