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Canarias despunta como destino de teletrabajadores: ¿nueva fuente de riqueza o más presión turística sobre las islas?

  • Se estima que casi 46.000 trabajadores en remoto y nómadas digitales llegaron a las islas en 2022, sobre todo, desde Alemania

  • Gasta más de media que el turista normal y demanda otro tipo de alojamientos, pero preocupa el alza de precios de la vivienda

SOFÍA SOLER
8 min.

Heiko Schäfer nada en el Atlántico cada día. O eso intenta, a veces, no le apetece y después de la jornada laboral prefiere salir a caminar frente al mar. "Disfrutar del sol y del tiempo", dice alegre este consultor en electromovilidad alemán que en septiembre decidió trasladarse a trabajar desde las islas Canarias

Es una tendencia al alza desde la pandemia, cuando muchos salieron de Alemania para pasar los meses de confinamiento al sol, y ahora podría dispararse por la subida de precios de la energía. El invierno se antoja largo en Berlín, Bruselas o Ámsterdam, pero la brisa sopla cálida en las islas afortunadas.

El desembarco de los trabajadores-turistas

Entre enero y noviembre de 2022, llegaron a las islas 45.800 teletrabajadores, según la plataforma Nomad List. De acuerdo con los datos de la Asociación Canaria de Espacios Colaborativos, la mayoría llegan desde Alemania (27%), seguidos de Reino Unido (12%), Países Bajos (10%), República Checa (8%), Estados Unidos (6,6%), España (6,6%) e Irlanda (5%).

Se trata de los llamados "nómadas digitales", trabajadores por cuenta ajena que prestan servicios por internet, pero también de empleados en remoto de grandes empresas tecnológicas a los que Canarias les ofrece playa y montaña, con la seguridad de estar en Europa. El perfil de este híbrido entre el turista y el trabajador solía ser el de un soltero, pero el Gobierno de Canarias se hace eco de un cambio: un tercio de los clientes de los alojamientos específicos ya son parejas e incluso familias. De nuevo, la pandemia dio alas al teletrabajo y al deseo de viajar de la población.

"Antes el perfil era el de matrimonios de jubilados", compara Fátima Rahmouni, portavoz de la Asociación Canaria de Empresas de Gestión Inmobiliaria (ACEGI). En su sector, han notado especialmente la transición desde los turistas tradicionales a trabajadores en remoto o emprendedores online que buscan "alquileres temporales para x meses".

Debido a la prolongación de las estancias, a Rahmouni no le extraña que a la mayoría de los hoteles canarios no les conste un cambio sustancial en su tipo de clientes, según nos indican fuentes de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas, aunque sí hay algunos ejemplos de extranjeros viviendo y trabajando desde hoteles. Para viajes largos, dice la portavoz, suele salir más a cuenta buscar una casa… o un coliving.

Aumentan los nómadas digitales o trabajadores en remoto en Canarias: "Venir aquí ha sido un soplo de aire fresco"

'Coliving', una comunidad para vivir y trabajar entre iguales

El anglicismo coliving hace referencia a un concepto de alojamiento en el que "vives en el mismo espacio en el que trabajas", según explica Diego Gaspar, cofundador de Inn Remote, una de esas empresas dispuestas a transformar la oferta de las islas. "Eso quiere decir que también es un coworking, una oficina con un buen wifi, un buen asiento, un sitio para las llamadas y un sitio para hacer reuniones", prosigue, antes de destacar lo que considera el diferencial: la comunidad.

La búsqueda de una red de personas es precisamente la razón que llevó a Schäfer a elegir un coliving para su estancia en Agaete, en Las Palmas. "Ya sabía que no iba a ser tan fácil hacer amigos como fue durante mis estudios Erasmus aquí. Para mí es muy importante tener gente para hablar, hacer cosas, disfrutar juntos", expone el ingeniero industrial, que valora la tranquilidad de este "pueblito" al noroeste de la isla de Gran Canaria. "Es perfecto para concentrarse en el trabajo y relajarse en el tiempo libre".

Dicha "comunidad" de trabajadores-turistas tiene unas características especiales y los colivings incluso disponen de empleados para facilitar sus relaciones y actividades o para mediar en los posibles conflictos de convivencia. "No te quieres sentir un turista, pero eres turista en cierto modo. Quieres vivir como un local, pero tampoco lo eres. Además, tienes que conocer a gente", afirma Gaspar, sobre las necesidades de sus clientes y compara la figura del gestor con la de un "dinamizador de un hotel en Benidorm para personas mayores o niños", pero con sus peculiaridades. De este modo, les ponen en contacto con organizaciones locales, promueven actividades o les acercan la realidad social de las islas.

Un gasto medio de más de 3.000 euros, según el Gobierno canario

"Me hizo cortar con el invierno y la oscuridad eterna de acá". Nadia Foti pasó su primera experiencia invernal en Tenerife en 2021. Desde entonces, volvió a principios de este año y ya está organizando la próxima escapada para febrero de 2023. La primera vez encontró alojamiento por internet; la segunda vez lo apalabró directamente con el dueño y, en esta tercera ocasión, hará un intercambio de casas con una amiga artista que hizo aquí.

Como Schäfer, ella describe una vida tranquila y no muy diferente a la de otros residentes: paseos después de trabajar, comidas al sol, excursiones por la isla los fines de semana, una serie de gastos en hostelería, coches de alquiler u ocio, que han captado la atención del Gobierno de Canarias.

Así, la Consejería de Turismo acaba de poner en marcha una nueva campaña (la segunda) para atraer a más trabajadores en remoto. Y es que, según los datos que manejan, estos viajeros pasan una media de 50 noches y realizan un gasto medio de 3.171 euros, lo que equivale al gasto medio realizado por 120.400 turistas vacacionales. Casi la mitad, el 44%, lo destinan a alojamiento y billete, mientras los 1.408 euros restantes se invierten en restaurantes, supermercados, deportes, cultura o traslados entre islas, entre otros.

Ante estos posibles beneficios, algunos hoteles tradicionales también están interesados en adaptar una parte de sus habitaciones para los teletrabajadores y el sector comienza a organizarse. El emprendedor de colivings Diego Gaspar cuenta que viajará a Berlín para buscar a compañías que quieran trasladar a sus equipos algunas semanas. "Tenemos ahora mismo tres empresas", afirma, desmintiendo las informaciones publicadas que apuntan a números mayores. La Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas también nos previene al respecto.

"El problema es que si de repente empiezan a venir empresas, muchísimas empresas, Canarias no está preparada para eso", advierte Gaspar. "Se puede morir de éxito".

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Pero más presión para el entorno y el mercado de la vivienda en las islas

En las islas preocupa, de hecho, la conveniencia del modelo. Un entorno tan delimitado y ya presionado por el turismo tradicional, ¿puede permitirse aumentar la demanda?

Lo cierto es que las dos partes consultadas, tanto teletrabajadores como empresarios, reconocen los posibles efectos negativos para la población local y coinciden al hablar de la escalada de precios en los últimos años. Según el empresario Diego Gaspar, entre las causas se mezcla la inflación generalizada con la intención de recuperar lo perdido en la pandemia, una espiral de precios que retroalimenta el mismo sector turístico.

"Si no está regulado, afecta igual que acá, que es imposible mudarse. No hay pisos porque todos están alquilados de otra manera en la que se saca más dinero", sostiene Nadia Foti sobre el encarecimiento de las viviendas, aunque agrega: "Hay otras cosas que también benefician a los locales, porque quizás la gente que se queda por más tiempo puede terminar alquilando un auto o con una segunda residencia".

A este respecto, a Gaspar, de InnRemote, también le inquieta la "gentrificación", como ha ocurrido en otros destinos turísticos y nómadas como Lisboa, y lamenta la falta de vivienda pública. Pero va más allá. "Pienso, por ejemplo, en Fuerteventura o La Gomera (...) los chicos y las chicas jóvenes se tienen que ir a estudiar fuera", señala sobre la falta de oportunidades en las islas, si bien cree que su sector puede hacer también por tener un impacto social positivo.

De este modo, ya está organizando, junto a asociaciones locales, encuentros entre los institutos del barrio de La Isleta de las Palmas con los teletrabajadores. Su objetivo final es "intentar formarles y que puedan trabajar para las empresas de Berlín, darle la vuelta a la historia".

Y al final, el Gobierno de Canarias también prefiere cogerlo desde el lado positivo. En palabras de la consejera de Turismo, Yaiza Castilla, este julio: "No solo es que los trabajadores en remoto pueden suponer un gran impulso para cualquier economía, sino que también pueden jugar un papel esencial a la hora de promover la emprendeduría entre las comunidades en las que se alojan, creando núcleos tecnológicos por el mundo".

El visado para nómadas digitales y teletrabajadores que introduce la nueva Ley de Startups (a falta de ratificarse en el Congreso, tras pasar por el Senado) solo puede acentuar la tendencia. "Canarias puede ser una especie de paraíso de trabajadores", valora Fátima Rahmouni, de la patronal de inmobiliarias ACEGI, y destaca las ventajas fiscales de las islas. Todo parece indicar que los beneficios y las externalidades de este fenómeno se irán desvelando con el tiempo.

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