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La sequía más allá de Cataluña: casi media España, en riesgo por la falta de agua

  • La situación ya es de emergencia en 18 regiones, mientras que 26 están en alerta

  • El 46,6% de la superficie del país está en sequía prolongada, asociada a la falta de precipitaciones

JAIME GUTIÉRREZ | DatosRTVE
8 min.

La sequía que sufre España se ha reflejado esta semana en las fuentes ornamentales de Barcelona. El Ayuntamiento de la Ciudad Condal ha tomado la decisión de cerrar los surtidores de todas las que se abastecen con agua potable. Es un gesto que pone de manifiesto la situación de escasez que vive esta comunidad autónoma, que ya ha implantado restricciones al uso del agua en más de 500 de municipios.

Pero Cataluña no es el único territorio en alerta por una sequía que afecta al consumo humano, la economía y el medio ambiente. En toda España hay 18 regiones en situación de emergencia, donde ya se han tomado medidas, 26 en alerta y 29 en las que la situación es preocupante, de acuerdo con el último informe disponible de la Subdirección General de Planificación Hidrológica del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco). Casi la mitad de la superficie española se encuentra en sequía prolongada, según los mismos datos.


"No hemos sido suficientemente previsores", lamenta en conversación con DatosRTVE el profesor de la Universidad de Málaga, Jesús Vargas. Miembro del Observatorio Ciudadano de la Sequía, Vargas recuerda que desde su colectivo llevan tiempo anticipando la necesidad de contener el consumo económico ante la ausencia de lluvias.

Este escenario ha llevado a varios ayuntamientos y mancomunidades a activar las primeras fases de sus planes de gestión de sequías. En los peores casos, las medidas se limitan a cortes nocturnos del suministro para el consumo, además de restricciones al riego, la ganadería y la industria. "Todavía están lejos de cortes importantes en grandes núcleos de población", señala Vargas, que insiste en la necesidad de ahorrar agua, ya que, "si miramos al cielo, todavía nos viene regular".

Media España en sequía prolongada

El año hidrológico 2022/2023 comenzó arrastrando una sequía que se ha visto agravada en los dos últimos meses. Octubre, el primer mes del ciclo, ya registró menos precipitaciones de lo normal. Y aunque en noviembre ha llovido más, se ha distribuido de manera desigual. La situación sigue siendo preocupante, con valores globales por debajo de la media de la serie histórica desde el pasado abril.

En la última semana, los embalses peninsulares han ganado 195 hectómetros cúbicos (hm³) y se encuentran al 32,9% de su capacidad. La cifra sigue siendo su valor más bajo para estas fechas desde 1995 y, según el informe del Miteco, el 46,6% de la superficie geográfica de España está en sequía prolongada, directamente asociada a la falta de precipitaciones.

Como muestra el gráfico anterior, las precipitaciones en lo que va de noviembre están lejos de los niveles normales que AEMET considera para estas fechas. La situación por falta de lluvias es especialmente preocupante en los ríos Ter (Cataluña), Órbigo (León y Zamora) y algunas partes del Guadiana a su paso de Ciudad Real. Todas llevan más de un año sin añadir cantidades significativas de agua a sus cuencas. Asimismo, las vertientes superior e inferior del río Sil (Galicia) acumulan 10 meses consecutivos en sequía prolongada.

A esta falta de aguaceros se suman, en algunos casos, problemas de atención de las demandas de consumo, agricultura e industria que pueden desembocar en situaciones de escasez coyuntural. En este sentido, Cataluña se ha sumado esta semana a otras demarcaciones en las que la situación ya es grave: Guadalquivir, Guadiana y algunas zonas del Duero y del Ebro.

Restricciones y desastres medioambientales en el Guadiana


Para medir la escasez de agua, el mapa de España se divide en 128 unidades territoriales definidas a partir de las cuencas del río principal de cada demarcación hidrográfica, aunque el Ministerio no cuenta con datos para las Cuencas Mediterráneas Andaluzas ni para la de Tinto, Odiel y Piedras. A finales de octubre, el Ministerio consideraba que 18 de todas ellas ya estaban en situación de emergencia pese a las medidas que las confederaciones hidrográficas han ido implantando progresivamente para mitigar los impactos negativos de la sequía.

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana declaró la situación excepcional por sequía extraordinaria en siete unidades territoriales de este territorio el pasado 8 de marzo. Poco tiempo después, el Gobierno aprobó un Real Decreto-ley con medidas extraordinarias para hacer frente a una escasez que afecta a más de 200.000 personas de Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía.

En Ciudad Real, el Consorcio del Campo de Calatrava acumula más de 30 meses en situación de emergencia, y la superficie inundada ocupa menos del 7% de toda la extensión del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Además, son varios los embalses de la zona donde se está registrando la muerte puntual de grandes cantidades de peces por el aumento de la concentración de nutrientes en el agua. Un fenómeno que ya se intenta paliar con oxigenadores portátiles.

La Mancomunidad de Tentudía es otra de las más damnificadas. Esta agrupación de municipios extremeños se ha visto obligada a restringir el suministro a segundas viviendas y a implantar franjas horarias para las explotaciones agrícolas y ganaderas, especialmente en la zona regable de Orellana.

En riesgo el abastecimiento de Sevilla y su entorno


La sequía también es excepcional al sur del Parque Natural de Despeñaperros. La demarcación hidrográfica del Guadalquivir lleva ya un año en situación de emergencia por escasez y todas las unidades territoriales de la margen derecha del río están en situación de sequía prolongada, con unas 158.000 personas afectadas.

Preocupa especialmente la situación en los embalses cordobeses de Martín Gonzalo -al 15% de su capacidad- y Sierra Boyera -al 5,1%-, donde se han invertido 9,65 millones de euros para bombear agua de otras partes del río y garantizar el abastecimiento. Además, la unidad territorial de Rivera de Huelva -destinada al abastecimiento de Sevilla y su entorno- ya ha aplicado restricciones en 11 pueblos.

En cuanto al regadío, las dotaciones de la campaña de 2022 se han reducido entre un 40 y un 70% respecto a lo inicialmente autorizado y se prevé que de los dos millones de toneladas de aceite que se esperaban producir a nivel nacional solo se obtengan 800.000.

Por otra parte, las lagunas de Doñana están secas y la falta de agua en este espacio natural ha desencadenado la disminución de aves acuáticas, con el censo más bajo de los últimos 40 años.

Mientras las medidas llegan para proteger la economía y el consumo, Jesús Vargas considera que "se está haciendo poco" para paliar los efectos medioambientales de la sequía. Cuando una unidad territorial se declara en sequía prolongada, los planes permiten reducir los caudales ecológicos de los ríos. "Se utiliza ese estado para extraer el agua que debería ir a mantener los ecosistemas de los ríos", lamenta el miembro del Observatorio Ciudadano de la Sequía.

Cerca de igualar la última gran sequía en Cataluña


Cataluña ha sido la última región en tomar medidas contra la sequía, pero ha sido la primera comunidad autónoma que lo ha hecho a gran escala. Con sus cuencas internas al 33,8% de su capacidad, la Generalitat ha declarado la situación de alerta en 514 municipios. Por ahora, no se contemplan restricciones al consumo de agua ni al suministro doméstico en un territorio en el que vive el 80% de la población catalana, pero sí se aplica una disminución de los usos agrícolas, industriales y lúdicos. Desde el Govern afirman que la situación todavía no es muy grave, pero el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Cataluña (COEAC) considera que esta podría ser la mayor sequía desde 2008 en la región.

Las autoridades han detectado escasez de agua en las cuencas de los ríos Ter y Llobregat, que abastecen a todos los municipios del área metropolitana de Barcelona. "El problema es que no ha llovido en las cabeceras y las reservas no se han recuperado", explican desde COEAC. Teniendo en cuenta que algunos cultivos, como el maíz o la alfalfa requieren grandes cantidades de agua, los expertos creen que las restricciones al inicio de la campaña de riego serán obligadas si durante los próximos meses no llegan precipitaciones abundantes.

Los efectos de la sequía en esta región se extienden al interior de Cataluña y Huesca. En general, según los técnicos del Miteco, se están dando dificultades de abastecimiento en toda la margen izquierda del Ebro, con una escasez muy prolongada en las cuencas leridanas de Segre y Matarraña.

La producción hidroeléctrica del embalse de Mequinenza (Zaragoza), que representa el 25% de toda la cuenca, también ha sufrido una merma importante; y el ayuntamiento de Huesca capital ya ha pedido a sus vecinos que ahorren agua.

"Cuando hablamos de cortes de suministro se genera mucha alarma, pero es lo que pone en los planes que tenemos que hacer cuando llegamos a estas situaciones", recuerda Jesús Vargas. Ahora bien, si las precipitaciones no llegan de forma generalizada y se espera un invierno seco, insiste en que la responsabilidad recae en la gestión de los recursos actuales: "Tenemos que ser muy previsores".

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