Más del 15% de los chicos jóvenes españoles y más del 8% de las chicas niegan la existencia de la violencia de género, según una investigación presentada este jueves por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación FAD Juventud. Así, de media, más de uno de cada diez jóvenes españoles lo consideran un "invento ideológico" o cree que, si es de poca intensidad, no es un problema para las relaciones de pareja.
Además, el 14% señala que solo perfiles específicos de mujeres pueden llegar a ser víctimas de violencia de género, un pensamiento más común en los hombres, 18%, que en las mujeres, 10%. Los datos se extraen de una encuesta a 1.700 jóvenes de 15 a 29 años residentes en España, realizado con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
En cualquier caso, una mayoría del 74% de jóvenes juzga la violencia machista como un problema social muy grave, aunque de nuevo se repita al decalaje entre chicos y chicas (67% frente a 82%).
En cambio, con pequeñas diferencias entre géneros, la mitad de los encuestados consideran que la violencia de las mujeres hacia los hombres no se tienen en cuenta lo suficiente. A este respecto, el 42% apunta que los hombres están desprotegidos ante las denuncias falsas por violencia de género: 47% hombres y 37% mujeres.
Uno de cada diez jóvenes se identifican con la masculinidad tradicional
El estudio, llamado 'La caja de la masculinidad. Construcción, actitudes e impacto en la juventud española', analiza la cercanía o lejanía de la juventud a la masculinidad tradicional hegemónica y revela que para ser "un hombre de verdad", el 13,5% de los jóvenes piensa que no se debe llorar en público. Tampoco se podría jugar con las muñecas (según un 16%) o tener amigos homosexuales (11%).
Además, un 12% afirma que el hombre debe tener la última palabra sobre decisiones en su relación o matrimonio; el 13% justifica que los hombres usen la violencia para obtener respeto si es necesario; y el 19% están de acuerdo con recurrir a la prostitución para tener sexo.
Los autores hacen uso de una "caja de masculinidad" metafórica para situar a los jóvenes dentro, en el borde o fuera de ella, dependiendo de su defensa de una serie de estereotipos, prejuicios, valores y creencias sobre lo que significa ser hombre, desde una visión tradicional y estanca. Se analizaban seis dimensiones: vulnerabilidad, sexualidad, valores sociales, roles e identidades de género, apariencia física y violencia.
De este modo, uno de cada diez jóvenes españoles se identifican con la masculinidad tradicional (estarían dentro de la caja), mientras un 32% se sitúan en el borde, esto es, son más conscientes de los no se ajustan a su realidad. Esta posición intermedia es la más difícil de clasificar, pues los investigadores no pueden determinar si entran o salen de la caja. Se encuentran "en un proceso de negociación".
Casi el 60% rechaza la masculinidad tradicional
Fuera de la caja, viviendo la masculinidad con ideas y actitudes que cuestionan el modelo hegemónico tradicional, se encuentran el 58% de los jóvenes españoles. Desagregado por género, un 75% de mujeres jóvenes se sitúan fuera de la caja frente al 41% de hombres. A su vez, el porcentaje de hombres dentro de la caja es más del doble que el de las mujeres (14% en hombres y 5,8% en mujeres).
“"Las personas que están dentro de esa caja son más infelices"“
"Las personas que están dentro de esa caja son más infelices, sienten una mayor presión social, sufren y ejercen más violencia", ha afirmado la directora general de FAD, Beatriz Martín Padura.
Y es que el estudio refleja que quienes comulgan con los estereotipos de masculinidad tradicional declaran malestares con mayor frecuencia (63,8% frente al 46,5% de quienes se encuentran fuera de la misma). Lo mismo se observa con la presión social, ya que los chicos dentro de la caja de la masculinidad hegemónica tradicional suben la media y se sienten más presionados que sus homólogos al borde o fuera de la caja.
Ellos ejercen más violencia que ellas
Los hombres jóvenes ejercen más violencia que las mujeres, según admiten ellos mismos: un 53% de hombres se burló de otras personas en los últimos seis meses; un 30% insultó, amenazó o publicó fotos para avergonzar; y un 37,5% ejerció violencia física. En el caso de las mujeres, los porcentajes caen al 42%, 18% y el 21%.
En este sentido, la investigación resalta que hay una mayor tendencia a ejercer violencia entre los hombres jóvenes dentro de la caja. El 80% de quienes abrazan la masculinidad tradicional han ejercido violencia física los últimos meses, mientras el porcentaje cae por debajo del 20% en quienes cuestionan el modelo hegemónico.
Respecto a la violencia de género, el 83% de los hombres jóvenes fuera de la caja cree en la gravedad social del problema, frente a menos de la mitad de dentro de la caja (43%).
Por otro lado, los jóvenes hacen referencia a que en su entorno se ha utilizado de forma habitual la expresión 'ser un hombre de verdad' (67%) o 'ser una mujer de verdad' (66%). Este supuesto modelo de socialización ideal de comportamiento masculino o femenino lo refieren en mayor medida los hombres que están dentro de la caja de la masculinidad, que han escuchado este tipo de formulaciones aproximadamente 20 puntos porcentuales más que los que están fuera de la misma.
Se ven trabajadores, responsables, sensibles
El estudio también indica que los hombres jóvenes se ven trabajadores (51%), responsables (44%), sensibles (36%), empáticos (35%) e independientes (35%), mientras que juzgan que la sociedad les ve como agresivos (41%), trabajadores (37,5%), líderes (35%) e inmaduros (32%).
Al ser preguntados sobre si creen ajustarse a lo que la sociedad espera de ellos como hombres, el porcentaje global de chicos jóvenes que se consideran muy ajustados a esta construcción es del 31,4% mientras que el de los que se ajustan muy poco es del 26%. Los que están al borde de la caja son quienes se sienten más próximos a lo que la sociedad espera de ellos (38%), seguidos por quienes están dentro de la caja (35%) y en menor medida quienes están fuera (23%).
Ante esta realidad, Fundación FAD Juventud ha puesto en marcha una campaña digital dirigida a adolescentes y jóvenes cuyo objetivo es prevenir la violencia de género generando conciencia sobre situaciones que muchos no acaban de identificar como problemáticas: controlar el móvil de la pareja, coartar sus relacionas o humillar verbalmente, entre otras muchas.
Además, los resultados de su investigación muestran que las "consecuencias negativas" son mayores para quienes están alineados con la masculinidad tradicional, en el ámbito del bienestar emocional y psicológico, pero también por la exposición a las
conductas de riesgo y violencia.