Italia ha pedido al barco Humanity 1 que abandone sus aguas con 35 migrantes a los que no se les ha permitido bajar en el puerto de Catania, al contrario de otros 144 que sí han podido desembarcar por ser considerados vulnerables, sobre todo mujeres y niños, en el marco de la nueva política de desembarcos selectivos.
El capitán de la nave, Joachim Ebeling, se ha negado a obedecer y pretende seguir en el puerto hasta que haya desembarcado a todos los migrantes, han indicado a Efe fuentes próximas a él.
La ONG que gestiona la nave, la alemana SOS Humanity, ha apelado ante el Tribunal de Roma las leyes aprobadas por el Gobierno italiano en materia migratoria.
La estrategia del Gobierno que preside Giorgia Meloni se basa en permitir el desembarco únicamente a los rescatados más vulnerables o enfermos, mientras que el resto serán devueltos a aguas internacionales.
Esta doctrina ha sido firmada por decreto por el vicepresidente del Gobierno y ministro de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini, actualmente juzgado por el bloqueo de naves humanitarias entre 2018 y 2019, cuando era titular de Interior. Con él lo han firmado el titular de Defensa, Guido Crosetto, y el de Interior, Matteo Piantedosi, estrecho colaborador de Salvini.
Atraca en Catania el Geo Barents con 572 migrantes
Entretanto, otra nave humanitaria ha atracado en el puerto de Catania, la noruega Geo Barents de Médicos Sin Fronteras (MSF) con 572 migrantes rescatados entre el 27 y el 29 de octubre.
MSF ha indicado en un comunicado que una operación de rescate "solo se considera terminada una vez que todos los supervivientes son desembarcados en un lugar seguro" por lo que "el desembarco parcial y selectivo no puede considerarse lícito".
Además de los barcos Humanity 1 y Geo Barents, hay otras dos naves cerca de Catania: una en aguas italianas, la alemana Rise Above, con 93 migrantes (dos fueron evacuados por motivos médicos) y capitaneada por el español Marco Antonio Martínez, y otra, fuera del límite de 12 millas, la noruega Ocean Viking, de SOS Méditerranée, con otros 234 migrantes.
La intención de Roma es implicar en la acogida a los países de bandera de las cuatro naves humanitarias, Alemania y Noruega.
El papa insta a la UE a una política migratoria consensuada
Por su parte, el papa Francisco ha instado a la Unión Europea (UE) a una política migratoria consensuada con todos los países y ha dicho "que no puede dejar solos" a España, Italia, Grecia y Chipre, con la responsabilidad de ocuparse de los migrantes que llegan a sus costas.
Durante una rueda de prensa en el vuelo de regreso de su viaje a Baréin, al ser preguntado por la actitud del Gobierno de Italia, el papa ha destacado que "cada gobierno de la UE tiene que ponerse de acuerdo sobre cuantos migrantes puede acoger" y no sólo los cuatro mencionados.
El sumo pontífice ha recordado que "en el mar, la vida de los migrantes hay que salvarla" porque "el Mediterráneo se ha convertido en el mayor cementerio del mundo".