Los brasileños están llamados a las urnas el próximo domingo para elegir entre su actual presidente, Jair Bolsonaro, o el exmandatario Lula da Silva, que encabeza unas encuestas muy ajustadas. El voto procedente de las favelas, los asentamientos irregulares del país, puede resultar clave en el resultado. Por ello, un equipo de TVE se ha desplazado hasta una de las más conocidas para hablar con sus vecinos.
En la favela más grande de Río de Janeiro, al preguntar por las elecciones, casi siempre mencionan el mismo nombre. "Lula", dice convencida una mujer brasileña. "Lula, sin duda. Yo voy a votar a Lula", menciona otra ciudadana.
Incluso allí, feudo electoral de Lula, la población recuerda los casos de corrupción de su gobierno. Sin embargo, creen que el expresidente es el único que mira por ellos.
"¿Cómo voy a votar a Bolsonaro?", se pregunta Pedro, un joven brasileño. "Es un tipo racista, machista, al que no le gustan los pobres. Si yo soy pobre".
En las favelas más lulistas también hay votantes de Bolsonaro
Pero incluso en una de las favelas más pro Lula de Río de Janeiro, en Rocinha, Bolsonaro también tiene seguidores. En la primera vuelta electoral le votó casi el 30% de los vecinos, aunque no es fácil encontrar alguno que lo reconozca a cámara.
Raimundo es uno de ellos. Tiene una inmobiliaria y preside la Asociación de Empresarios de la Favela. Él prioriza la economía.
"Brasil está creciendo", asegura. "Y está caminando para donde tiene que caminar".
Otro de los vecinos, William, reconoce que no es el candidato perfecto, pero comparte los valores conservadores del actual presidente de Brasil.
Hay otras favelas donde directamente gana Bolsonaro, como las controladas por mafias paramilitares o las de mayoría evangélica.
"Los evangélicos tienden a ser más bolsonaristas", explica el sociólogo de la Universidad Federal Fluminense, Daniel Hirata. Al igual que el actual presidente, muchos de ellos son ultraconservadores.