Las tropas rusas han desconectado por completo la central nuclear de Zaporiyia, según ha informado la energética estatal ucraniana Energoatom. El pasado 11 de septiembre, Rusia detuvo el último reactor operativo de esta central, que lleva desde marzo bajo el control del ejército ruso, y Putin se apropió de ella este miércoles por decreto.
"Esta noche, a las 00:59 horas, debido a un nuevo bombardeo de las tropas rusas, la última línea eléctrica que conecta con el sistema de energía -la de 750 kilovatios Dnipovska- fue dañada y desconectada del sistema de energía", ha indicado Energoatom en un mensaje a través de Twitter.
En su mensaje, precisa que "como resultado, la central nuclear de Zaporiyia quedó completamente desconectada" y que "los generadores diésel se encendieron automáticamente".
Reservas de diésel para 10 días y un posible acuerdo para proteger la central
Energoatom añade que las reservas de diésel disponibles actualmente y necesarias para su funcionamiento serán suficientes para 10 días.
La compañía ha expresado que es necesario reparar y restablecer las líneas eléctricas de la central que conectan con el sistema energético, pero que el hecho de conectar las unidades de energía en condiciones de bombardeo y con daños en todas las líneas no es una medida realista.
El director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha expresado en su visita a Kiev este jueves que la central de Zaporiyia, incautada por Rusia, sigue siendo una empresa ucraniana.
Por ello, tiene previsto viajar a Rusia y abordar con el Kremlin un posible acuerdo para crear una zona de protección en torno a la planta para evitar un accidente nuclear, que sigue siendo "una posibilidad muy, muy clara", tal y como ya indicó durante una rueda de prensa en la capital ucraniana.
Este organismo ya hizo esta misma petición el pasado 6 de septiembre, para evitar así un desastre nuclear.
Electricidad necesaria para mantener funciones de seguridad nuclear
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha calificado este sábado de "tremendamente irresponsable" el nuevo bombardeo sobre la central nuclear ucraniana de Zaporiyia que ha dejado a la planta sin suministro eléctrico.
"La reanudación de los bombardeos, que impactaron en la única fuente de energía externa de la central, es tremendamente irresponsable. Hay que proteger la central nuclear de Zaporiyia. Es un imperativo absoluto y urgente", ha declarado Rafael Grossi, director del OIEA, en un comunicado.
Este organismo internacional ha advertido de que aunque los seis reactores de la planta están desactivados, en lo que se llama "parada fría", siguen necesitando electricidad para mantener funciones vitales de seguridad nuclear, como la refrigeración de los reactores.
El OIEA, que tiene un equipo en la planta, ha señalado que ya han comenzado los trabajos para restaurar el suministro eléctrico externo.