En las zonas más próximas a la línea del frente de la guerra en Ucrania el trasiego de militares es constante. Brigadas de soldados ucranianos avanzan mientras otros se dedican a recuperar el material que va dejando el enemigo, entre ellos decenas de vehículos y tanques abandonados.
Pero los soldados rusos aun ocupan una buena parte del territorio y los combates continúan a las puertas del Donbás, donde un grupo de militares atienden en un pequeño hospital, sobre todo a heridos de metralla.
Julia ha venido con sus dos hijas y cuenta su historia a TVE. Los ataques han alcanzado su casa y a la más pequeña de la familia le atienden en una camilla.
De momento no se determina la gravedad de su estado, pero Julia y su otra hija también esperan para ser atendidas. Sus rostros reflejan dolor por fuera y por dentro. "No tenemos ni coche ni dinero. No hemos podido salir de aquí", se lamenta.
Militares para levantar la moral
El hospital es modesto con solo seis médicos y algunos voluntarios. Además, este martes es un día especial porque ha llegado un grupo de soldados que cantan y cuyo objetivo es básicamente repartir motivación y un poco de alegría.
"Estamos haciendo esto desde hace tres o cuatro meses. Vamos a los hospitales de la línea del frente y lo hacemos para ayudar a la gente", dice Sasha. La música una vez más despierta sonrisas, aunque todos saben que ahí fuera la guerra sigue su curso.
Mientras tanto, las tropas ucranianas siguen avanzando hacia el este del país, hacia el Donbás, y han recuperado más de 9.000 kilómetros cuadrados de territorio, o lo que es lo mismo, unas 400 localidades.
En su huida los soldados han dejado abandonadas decenas de vehículos militares y tanques, convirtiendo multitud de localidades y trincheras en auténticos cementerios de chatarra militar.