El Gobierno de Ecuador ha declarado el estado de excepción durante 30 días en la ciudad costera de Guayaquil, que fue sacudida por un atentado explosivo perpetrado en el barrio Cristo del Consuelo y que ha dejado cinco personas muertas y 17 heridas.
El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, también ha anunciado que ha dispuesto que se utilice toda la fuerza pública necesaria para mantener el control y la seguridad en Guayaquil. "No permitiremos que el crimen organizado pretenda manejar al país", ha manifestado a través de su cuenta en Twitter.
Recompensa de 10.000 dólares
El ministro del Interior, Patricio Carrillo, ha informado de que en el atentado se han empleado explosivos de fabricación casera elaborados con base en sustancias químicas y ha descartado la utilización de granadas o dispositivos de uso policial o militar, como se había rumoreado en redes sociales.
El Ministerio del Interior ha ofrecido una recompensa de 10.000 dólares (alrededor de 9.740 euros) a la persona que entregue información sobre los presuntos autores del atentado.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, ha afirmado que el atentado explosivo tiene ciertas "características terroristas" y que aparentemente se vincula a bandas de crimen organizado.
La potencia del explosivo colocado en la calzada junto a una vivienda, género un orificio de 1,6 metros de diámetro, de 36 a 40 centímetros de profundidad, y cuya onda expansiva llegó a entre 60 y 70 metros.
Cinco muertos y 17 heridos
La deflagración mató a dos mujeres y un hombre en el mismo momento del siniestro, mientras que otras dos personas han fallecido en los hospitales a los que fueron trasladados por los servicios de asistencia.
De las 17 personas que han resultado heridas, solo dos se encuentran en "estado crítico" y la detonación ha afectado en total a alrededor de ocho viviendas, según ha informado Carrillo.
El ministro ha señalado que presumiblemente el atentado estaba dirigido contra un sujeto conocido con el alias de 'Cucaracha', así como contra otro conocido como 'Junior', que al parecer tienen relación con la banda 'Tiguerones', vinculada al microtráfico de drogas y a las masacres que se han sucedido en los últimos dos años en varias cárceles ecuatorianas.