El Gobierno de Ecuador y el movimiento indígena han alcanzado un acuerdo para cesar las protestas antigubernamentales iniciadas por el alto coste de la vida en el país. Las movilizaciones dieron comienzo hace dieciocho días y han dejado seis fallecidos, entre ellos un militar, y unos 500 heridos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Las organizaciones indígenas y campesinas que lideraban las protestas han acordado poner fin a las manifestaciones después de que el Gobierno se haya comprometido a derogar el estado de excepción, bajar en 15 centavos el precio de los combustibles subsidiados y no dar más concesiones mineras en reservas naturales, zonas intangibles, áreas de recarga hídrica y territorios indígenas.
Tras el acuerdo, la gasolina de 85 octanos pasarán a costar 2,40 dólares por galón (3,78 litros) y el diésel 1,75 dólares, pese a que la demanda del movimiento indígena era de que se redujesen a 2,10 y 1,50 dólares, respectivamente, precios similares a los de hace un año.
El Gobierno de Ecuador había decretado el miércoles el estado de excepción en las provincias andinas de Imbabura y Azuay, y en las amazónicas de Sucumbíos y Orellana, ante una "grave conmoción interna" generada por actos violentos en el marco de las protestas sociales. Tenía previsto durar 30 días.
El acuerdo ha sido anunciado en un acto en la sede de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, que ha ejercido de mediadora entre ambas partes para reanudar un diálogo que había comenzado el lunes, pero que el Gobierno rompió el martes tras la muerte de un militar en un enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Ese día, en un mensaje a la nación, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunciaba que el Ejecutivo no volvería a conversar Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), con la mediación de representantes de otros poderes del Estado, de la Iglesia católica y de derechos humanos.
El Gobierno ya había concedido algunas demandas de los indígenas
En la suscripción del acta del acuerdo ha participado el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, como interlocutor de la administración del presidente Lasso y el principal líder de las protestas, Leonidas Iza. También han estado presentes los presidentes de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), Gary Espinoza; y del Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador.
Antes del acuerdo, el Gobierno de Ecuador ya había concedido parcialmente otras demandas indígenas, como la derogatoria del decreto 95, que promovía la actividad petrolera de la Amazonía, condonar a familias campesinas deudas vencidas de hasta 3.000 dólares, reducir los intereses de los créditos vigentes, subsidiar hasta en un 50 % el coste de la urea, aumentar de 50 a 55 dólares un bono para familias en vulnerabilidad, duplicar el presupuesto de la educación intercultural y declarar en emergencia el sistema de salud.
El resto de los diez puntos del pliego de demandas del movimiento indígenas se tratarán en mesas de trabajo, como la condonación de deudas de hasta 10.000 dólares, el control de precios de productos de primera necesidad y la no privatización de empresas estatales.